Agencia AJN.- Una fuerte polémica se instaló en Israel luego de que el rabino Jaim Kanievsky, líder del movimiento ultraortodoxo, ordenó a los estudiantes de instituciones religiosas de todo el país que no se hagan la prueba del COVID-19, lo que provocó la respuesta de las autoridades sanitarias que atienden la crisis generada por la pandemia.

«Las declaraciones del rabino Kanievsky están poniendo en peligro a la comunidad ultraortodoxa en medio de una pandemia en curso», advirtió el profesor Ronni Gamzu, comisionado de Coronavirus, quien enfrenta una nueva pulseada contra quienes se oponen a las restricciones dispuestas por la pandemia en momentos que Israel vuelve a sumar más de 2 mil casos por segundo día consecutivo.

La polémica se desató cuando el portal de noticias ultraortodoxo Kikar HaShabbat informó que el rabino Jaim Kanievsky, líder del movimiento ultraortodoxo, instruyó a los jefes de las yeshivás que se abstuvieran de realizar más pruebas a sus estudiantes, ya que podría conducir al cierre de las instituciones.

Frente a esto, el profesor Gamzu dijo que sin una mayor aplicación de las regulaciones de salud pública y el fomento de las pruebas, los líderes del país deberán «tomar decisiones complejas que pueden equivaler a imponer un bloqueo a nivel nacional». Según los últimos datos, más de 800 estudiantes que estudian en ieshivá e instituciones similares a ieshivá han dado positivo por coronavirus solo en los últimos tres días.

Por su parte, el parlamentario del partido ortodoxo Judaísmo Unido de la Torá Yitzhak Pindros criticó al profesor Gamzu por sus comentarios, y le sugirió que no «se involucre en lo que ha demostrado funcionar durante miles de años», y agregó que aquellos que siguen los consejos de sus mayores nunca fallan.

«Los comentarios de Gamzu desde que asumió el puesto solo ayudaron a empeorar la tasa de infección del virus, con suerte, encontrará más éxito en la gestión de un hospital», dijo, refiriéndose al hecho de que Gamzu es el director ejecutivo del Centro Médico Ichilov de Tel Aviv.

El profesor Gamzu respondió a las críticas durante una visita al asentamiento predominantemente ultraortodoxo de Beitar Illit, que el Ministerio de Salud clasificó como zona «roja», lo que indica una tasa de infección excepcionalmente alta.

A pesar de su clasificación como «roja», la mayoría de las instalaciones educativas del asentamiento abrieron el 1 de septiembre como de costumbre, en clara violación de las órdenes del Ministerio de Salud.

«Tenemos una tasa de infección del 14% y la responsabilidad de esto está en sus manos», dijo Gamzu. «Necesitamos la cooperación total de las autoridades municipales y sus líderes, y estoy seguro de que los residentes seguirán todas las reglas y regulaciones. Un regreso rápido a la normalidad solo depende de usted, mediante el cumplimiento de las regulaciones, para mantenerlos a usted y a sus familias a salvo», indicó.

Por su parte, el ministro de Salud, Yuli Edelstein, anunció que apoyará la imposición de un cierre inmediato en las ciudades «rojas» con tasas de infección extremadamente altas.

Según informó Israel Hayom se espera que Edelstein exprese su apoyo a la postura de Gamzu, de que las escuelas en las ciudades rojas deben cerrarse.

En la reunión del Gabinete de Coronavirus programada para mañana, se espera que los miembros discutan restricciones adicionales para las ciudades rojas, así como la posibilidad de imponer un bloqueo general durante la próxima temporada de vacaciones por las Altas Fiestas Judías. Se espera que se tome una decisión sobre este asunto la próxima semana.

«Tomamos una decisión difícil: abrir el sistema educativo en Israel, a pesar de que el virus se está propagando salvajemente», confesó Edelstein.

En cuanto a la decisión de no abrir escuelas en zonas rojas, Edelstein agregó que «comprende las dificultades de los padres, maestros y niños que se habían preparado [para que las escuelas abran]. Necesitamos entender, el hecho de que la decisión se tomó justo antes del comienzo del año escolar nos permitió actualizar la lista de ciudades de manera adecuada».

La jefa de Servicios de Salud Pública del Ministerio de Salud, la doctora Sharon Alroy-Preis, dijo el miércoles por la mañana a Galei Zahal que existe una posibilidad real de que se imponga un bloqueo durante las vacaciones.

«Realmente estamos tratando de evitar un bloqueo durante las Altas Fiestas Judías», dijo. «Si vemos tasas de infección que no estamos logrando controlar, entonces un bloqueo es un paso táctico», añadió.

El Ministerio de Salud de Israel publicó un nuevo reporte por la situación del coronavirus y por segundo día consecutivo se superaron los dos mil infectados en el lapso de 24 horas. 2.183 personas dieron positivas ayer en el test por Covid-19, de un total de 27.920 de pruebas.

Desde iniciada la pandemia se registraron en Israel 119.627 casos. Actualmente hay 22.002 pacientes activos, 423 internados en grave estado, de los cuales 114 están con respirador artificial. Unos 96 mil israelíes ya se recuperaron de la enfermedad. Hubo que lamentar 963 muertes.