Agencia AJN.- La Asamblea General de las Naciones Unidas se prepara para votar este jueves un proyecto de resolución que exige un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente en Gaza, a pesar de la férrea oposición de Estados Unidos e Israel.

El texto, impulsado por varios países árabes y respaldado por una amplia mayoría de miembros del organismo, se somete a votación después de que Washington vetara un proyecto similar en el Consejo de Seguridad la semana pasada. Diplomáticos aseguran que el proyecto obtendrá un apoyo abrumador.

Si bien las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, reflejan el consenso global y ejercen presión política sobre los países involucrados. No obstante, las exigencias anteriores de la Asamblea para poner fin a la guerra han sido ignoradas por las partes en conflicto.

Israel, que mantiene una intensa campaña militar sobre la Franja desde octubre del año pasado, calificó la iniciativa como una “farsa política motivada por intereses espurios”, y ha presionado a diversos países para que no participen en la votación.

Tensiones diplomáticas con Estados Unidos La votación en la ONU ocurre pocos días antes de una conferencia internacional convocada por Naciones Unidas para intentar reactivar el diálogo hacia una solución de dos Estados entre israelíes y palestinos. Estados Unidos, aliado clave de Israel, ha instado a varios gobiernos a no asistir al encuentro, advirtiendo que “acciones antiisraelíes después de esa conferencia serán consideradas contrarias a los intereses de la política exterior estadounidense y podrían tener consecuencias diplomáticas”, según un memorando revelado por Reuters.

Washington sostiene que el proyecto de resolución de la ONU interfiere con sus esfuerzos diplomáticos para alcanzar un cese del fuego negociado, razón por la cual ejerció su veto en el Consejo de Seguridad la semana pasada. Sin embargo, los otros 14 miembros del Consejo votaron a favor del texto, evidenciando el creciente aislamiento diplomático de Estados Unidos en este tema.

Exigencias del proyecto de resolución El borrador que será sometido a votación exige la liberación inmediata de todos los rehenes aún en manos de Hamás, así como la liberación de prisioneros palestinos detenidos por Israel, el retiro total de las fuerzas israelíes de Gaza y el acceso irrestricto de ayuda humanitaria al enclave.

Además, el proyecto condena enérgicamente el uso del hambre como método de guerra y denuncia el bloqueo al ingreso de ayuda, al tiempo que responsabiliza a Israel por privar a la población civil de suministros básicos para su supervivencia.

Israel rechazó enérgicamente estas acusaciones. Su embajador ante la ONU, Danny Danon, calificó el texto como “falso y difamatorio” en una carta enviada a los Estados miembros, alegando que la resolución “socava los esfuerzos para lograr la liberación de los rehenes y no condena adecuadamente a Hamás”.

Escalada del conflicto y crisis humanitaria Desde el ataque del 7 de octubre de 2023, en el que milicianos de Hamás asesinaron a 1.200 personas en Israel y secuestraron a unas 250, Israel lanzó una ofensiva militar que, hasta ahora, ha dejado más de 54.000 palestinos muertos, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza.

La situación humanitaria es catastrófica, con millones de personas en riesgo de hambruna y miles de cuerpos aún bajo los escombros. La ONU advierte que la hambruna podría ser inminente si no se habilita de forma inmediata el ingreso sostenido de ayuda humanitaria.

El resultado de la votación en la Asamblea General podría incrementar la presión internacional sobre Israel y Estados Unidos, aunque no existen mecanismos formales que obliguen a detener la ofensiva.

En votaciones anteriores, el respaldo global a un alto el fuego ha ido en aumento: 120 votos a favor en octubre de 2023, 153 en diciembre de ese año, y 158 en la última resolución, que también exigía un cese inmediato de las hostilidades.