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DAIA. Ariel Cohen Sabban cumplió 100 días al frente de la representación política de los judíos argentinos
AJN.- “Han sido muy movidos, con mucha tensión, pasión e involucramiento”, resumió en esta entrevista con la Agencia Judía de Noticias. “La relación con el gobierno es de respeto y de compartir problemáticas, pero lo mínimo que debe hacer la comunidad es sostener el reclamo y exigir resultados” en las investigaciones por los dos atentados antisemitas en este país, agregó.


Ariel Cohen Sabban, presidente de la DAIA
AJN.- El miércoles, Ariel Cohen Sabban cumplió sus primeros 100 días al frente de la DAIA, los cuales “han sido muy movidos, con mucha tensión, pasión e involucramiento”, según resumió en esta entrevista con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“La relación con el actual gobierno es de respeto y de compartir problemáticas, pero queda muy en claro que la DAIA actúa sin condicionamiento alguno; del anterior heredamos el Memorándum de Entendimiento (con Irán paralelo a la investigación del atentado a la AMIA), que después se resolvió (al aceptar el actual su inconstitucionalidad), la muerte del fiscal (a cargo de la causa por ese ataque terrorista, Alberto) Nisman y algunos otras cuestiones”, sintetizó.
“A 24 años del atentado a la Embajada de Israel, casi 22 del de la AMIA y más de uno de la muerte del fiscal Nisman, lo mínimo que debe hacer la comunidad es sostener el reclamo y exigir resultados: manifestarle al Presidente de la Nación (Mauricio Macri) su preocupación y exigir que este gobierno definitivamente le dé respuestas a la sociedad argentina”, señaló el líder comunitario.
Asimismo, “el Consejo Directivo deberá analizar si hemos hecho las cosas como corresponde o es momento de dar un giro y estar presentes” en el juicio por encubrimiento de autores y cómplices del segundo atentado, anticipó.
Por otra parte, Cohen Sabban informó que “esta gestión se puso al hombro la seguridad como uno de los temas más importantes y se está armando una red de solidaridad con personas que entiendan que se la debe mejorar en nuestros clubes, escuelas, templos y otras instituciones de la comunidad; el gobierno ayuda y seguramente va a poner su mejor predisposición”.
“El radicalismo islámico no es fácil de erradicar, ni de protegerse de él; estamos trabajando en prevenirlo y la DAIA va a tener que estar a la altura de la situación”, admitió.
Finalmente, “hemos valorado que no se dejaran caer las alertas rojas de Interpol (para la captura de los imputados iraníes del atentado a la AMIA), un gesto muy importante del lugar que le da este gobierno a la causa, y manifestado nuestra inquietud por una revisión del vínculo que tiene nuestro país con el Estado de Israel: no pretendemos que la Argentina lo apoye sistemáticamente en las Naciones Unidas, sino que sea equitativa y no siga oponiéndose a todo como hasta ahora”, afirmó el presidente de la DAIA.
P- ¿Cómo evalúa estos primeros cien días de gestión?
ACS- La realidad es que estos días han sido muy movidos. Hubo mucha tensión, mucha pasión, mucho involucramiento y conocimiento de algunas cuestiones que hasta ahora desconocíamos y que tienen que ver con el organigrama institucional, con cómo está estructurada la DAIA para llevar adelante la gestión como corresponde, con el financiamiento y con la evaluación de la impronta en materia política que tenía la institución y adónde queremos ir en esta gestión.
P- Cuando se propuso ser presidente de la DAIA, ¿cuáles fueron sus mayores desafíos?
ACS- Indudablemente hay un desafío que hay que afrontar, que es que la DAIA está hace más de 15 años bastante desvinculada de cierta parte de la comunidad judeoargentina. Creo que gran parte del desafío es reposicionar a la DAIA no en materia de las instituciones, sino de las personas de la comunidad judía, para que entiendan y vean definitivamente qué es, cuál es su rol y cómo actúa.
P- ¿Cuando se involucra a las personas se genera una mejor gestión?
ACS- Afirmativamente. Creo que el gran desafío se llama “comunicación”: ¿cómo la DAIA estuvo comunicándose con la comunidad judía y cómo esta DAIA quiere contactarse con ella e involucrarla? Éste es el gran desafío que vamos a afrontar, para llevar a la DAIA a un lugar que nunca tuvo que haber dejado. La DAIA debe ser, sin lugar a dudas, el referente en materia política de la comunidad en todos los ámbitos extracomunitarios, y a ese lugar es al que vamos.
P- Hubo instituciones a las cuales, en su momento, se las vio con bastante movimiento político en la comunidad, ¿esto tuvo que ver con que la DAIA había dejado de prestar atención a la importancia que tiene la vinculación con los gobiernos, las ONG y el espectro político de la Argentina?
ACS- Creo que cada gestión tiene su impronta. Ésta tiene un objetivo claro: el reposicionamiento en los ámbitos de los que la DAIA tal vez se ha apartado y la vinculación con el mundo empresarial de la comunidad judía, que estaba muy alejado.
P- ¿Esta gente se involucra en el día a día de la DAIA?
ACS- Con mucho dolor me atrevo a decir que tal vez desconozca cuál es la labor de la DAIA. Tal vez conoce la palabra, pero no qué hace y cómo está estructurada. Me parece que una comunidad debe ser lo suficientemente comunicativa para recibir un ida y vuelta, y no un camino en un solo sentido. Hay un déficit de unos 15 años en cómo la DAIA se vincula con la comunidad y es hora de resolverlo definitivamente. No es posible que miembros muy importantes de la misma desconozcan el quehacer de la institución, sus objetivos y cómo está conformada estructuralmente. Es bueno hacer una autocrítica porque eso permite generar un crecimiento. La DAIA también tuvo carencias en materia económica en los últimos 10 años, y entendemos que para generar recursos hay que vincularse políticamente.
P- En la última cena del Congreso Judío Mundial estuvieron presentes algunos gobernadores, ¿la DAIA está recuperando el vínculo con los referentes políticos de las provincias?
ACS- La DAIA jugó su papel de articulador político de la comunidad para que personas que creemos que tienen un rol protagónico en la sociedad argentina, como gran parte de los gobernadores, (el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo) Lorenzetti y el fiscal (Ricardo) Sáenz por el mundo de la Justicia y otra decena de personas hayan encontrado un espacio para ser invitados a participar.
P- Su asunción coincidió con el final del kirchnerismo, ¿cómo evalúa la DAIA esa etapa y cómo es su relación con el actual gobierno de Mauricio Macri?
ACS- La relación con el actual gobierno es de respeto y de compartir problemáticas, pero queda muy en claro que la DAIA actúa sin condicionamiento alguno. Por ejemplo, hace pocos días, la DAIA tuvo que condenar una situación (un ataque neonazi) en Mar del Plata, así que instó a su intendente (Carlos Arroyo) a recibirla y habló con la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires (María Eugenia Vidal). El gobierno está deslizando un proyecto de enjuiciamiento en ausencia, que en su momento habían apoyado la DAIA y la AMIA. Del anterior heredamos el Memorándum de Entendimiento (con Irán paralelo a la investigación del atentado a la AMIA), que después se resolvió (al aceptar el actual su inconstitucionalidad), la muerte del fiscal (a cargo de la causa por ese ataque terrorista, Alberto) Nisman y algunos otras cuestiones. Entendemos que todo momento de cambio lo es también de oportunidades y como tal lo queremos aprovechar.
P- Hablaron con el ministro de Justicia, Germán Garavano, respecto de la “causa AMIA”, el “caso Nisman” y el Memorándum…
ACS- Nos hemos encontrado con cada uno de los ministros y con (el titular de la Unidad AMIA, Mario) Cimadevilla y hemos sido recibidos como corresponde, y en especial, hemos compartido nuestra preocupación con Garavano. Vemos con muy buenos ojos algunas cuestiones que se han hecho: entendemos que elevar al rango de secretaría la Unidad Especial AMIA, para estudiar el peor atentado que sufrió nuestro país, va a favorecer el conocer con mucha particularidad algunas cuestiones que aún se ignoran; o el hecho de que se haya dejado caer el Memorándum de Entendimiento, que justamente fue la posición que tuvo la comunidad judeoargentina desde un primer momento.
P- ¿Tuvo oportunidad de hablar formalmente con Macri en estos 100 días?
ACS- Tuve algunas interacciones informales con el Presidente de la Nación y estamos esperando ser recibidos para intercambiar algunas cuestiones que entendemos importantes para nuestra comunidad y la sociedad argentina. También hemos mantenido reuniones en materia de seguridad. Creemos que hemos empezado a transcurrir un camino diferente, que tiene que ver con la representación política de la comunidad judía, por un lado, y por el otro, con cuál es el aporte que ésta puede darle al resto de la sociedad argentina. Se trata de compartir la experiencia que tiene la DAIA en materia de no discriminación, inclusión y diversidad, cuestiones que aún están pendientes en algunos espacios públicos.
P- ¿Cuáles son los temas que hablaría con el Presidente?
ACS- Me parece que a 24 años del atentado a la Embajada de Israel, casi 22 del de la AMIA y más de uno de la muerte del fiscal Nisman, lo mínimo que debe hacer la comunidad es sostener el reclamo y exigir resultados: manifestarle al Presidente de la Nación su preocupación y exigir que este gobierno definitivamente le dé respuestas a la sociedad argentina.
P- Se ha criticado a la DAIA por la ausencia de sus dirigentes en el juicio por encubrimiento de autores o cómplices del atentado a la AMIA…
ACS- Así como lo habíamos hablado en campaña, generamos un foro de ex presidentes, vicepresidentes y secretarios, más otras personas que en algún momento participaron en la vida comunitaria. Éste fue uno de los temas que abordamos la semana pasada y entiendo que el Consejo Directivo deberá analizar si hemos hecho las cosas como corresponde o es momento de dar un giro y estar presentes.
P- ¿A qué aspira la DAIA en materia de relaciones con las instituciones, trabajo conjunto, seguridad…?
ACS- Esta gestión de la DAIA busca vincularse con las personas más capaces. De hecho, hemos involucrado en materia cultural a Luis Ovsejevich, quien fuera director del Teatro Colón y es el titular de (la Fundación) Konex. Hemos armado diferentes mesas de trabajo para la vinculación con la comunidad judía y el mundo empresarial, gente que, después de la bomba de 1994, se acercó a la DAIA o ésta los fue a buscar y absolutamente nadie pudo compartir con ella los resultados de su apoyo. Eso no puede pasar, y no podemos desaprovechar esta vinculación porque ella le va a dar crecimiento a la DAIA y a la comunidad judía. La DAIA tiene que ser una articuladora entre las instituciones y sus necesidades, y si va a poder colaborar para resolver sus problemas, seguramente éstas estarán más cerca. Las instituciones necesitan una DAIA que ayude y dé respuestas y resultados. Todas tienen problemas y tal vez puede colaborar para resolverlos de una manera más ágil y efectiva.
P- Hace muy pocos días hubo un asesinato de un miembro de la comunidad judía de Paysandú, Uruguay, ¿la DAIA se preocupa y trabaja en este tema?
ACS- La Argentina no es un país antisemita, tiene focos que tenemos que erradicar. Independientemente de eso, lo que plantea es una cuestión de seguridad y esta gestión se puso al hombro este tema como uno de los más importantes. Se está armando una red de solidaridad con personas que entiendan que se la debe mejorar en nuestros clubes, escuelas, templos y otras instituciones de la comunidad.
P- ¿El gobierno ayuda, o lo haría ante un reclamo de trabajo compartido?
ACS- El gobierno ayuda y seguramente va a poner su mejor predisposición, pero en todo el mundo es conocido que nadie mejor que un judío para cuidar a otro. Tratamos de concientizar a las personas e instituciones para que entiendan que el tema de la seguridad es muy delicado y que estamos trabajando para mejorarla. Ya hemos empezado a dar respuestas y este tema debe estar en lo más alto si queremos que esta comunidad siga creciendo.
P- ¿La DAIA es consciente del crecimiento del terrorismo internacional en los últimos años y de la posibilidad de que la Argentina vuelva a ser parte de su mapa?
ACS- Sí, pero el radicalismo islámico no es fácil de erradicar, ni de protegerse de él. Se divide en dos: los que tienen estructuras organizadas y los que siembran ideología. Hoy estamos viendo que en las redes sociales hay una gran exportación de ideología a lo largo y a lo ancho del mundo. Es un formato muy rápido para interferir en las mentes de las personas, y justamente el mejor ejemplo es lo que pasó en Uruguay: una persona que se radicalizó en muy poco tiempo, se compenetró con el mundo del terrorismo islámico y surgió un atentado. Estamos trabajando en prevenirlo y la DAIA va a tener que estar a la altura de la situación.
P- Había preocupación porque Venezuela era el nexo entre Irán y el continente, ¿eso sigue siendo así?
ACS- Creo que lo más preocupante es que la República Islámica de Irán está señalada como el país que realizó los dos atentados en la República Argentina y hasta que no haya justicia no vamos a dejar de exigir ni de sospechar que sigan pudiendo pasar cosas…
P- ¿Ya tuvieron un encuentro con la canciller Susana Malcorra?
ACS- Sí, y le hemos manifestado esta situación. Ella también está muy preocupada por algunas cuestiones similares. También hemos valorado que una de sus primeras gestiones fue no dejar que cayeran las alertas rojas de Interpol (para la captura de los imputados iraníes del atentado a la AMIA). Fue un gesto muy importante del lugar que le da este gobierno a la causa. Por otro lado le hemos manifestado nuestra inquietud por una revisión del vínculo que tiene nuestro país con el Estado de Israel. No pretendemos que la Argentina lo apoye sistemáticamente en las Naciones Unidas, sino que sea equitativa y no siga oponiéndose a todo como hasta ahora.
DB-LV-CGG
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El presidente de Israel en el Hospital Soroka: “Esto es un crimen de guerra”

Agencia AJN.- El presidente de Israel, Isaac Herzog, visitó el Hospital Soroka en Beer Sheva esta mañana, luego de que el edificio fuera alcanzado por un impacto directo de un misil iraní.
Herzog fue recibido por el director del hospital, Shlomi Kodesh, junto con médicos, enfermeros y pacientes, judíos y musulmanes, provenientes del Néguev, el sur del país.
“Nos reunimos para observar la destrucción y la devastación causadas por un misil iraní disparado indiscriminadamente con la única intención de segar vidas inocentes en un hospital. ¡Esto es un crimen de guerra!”, expresó Herzog.
“En estas imágenes, vemos dos cosas: vemos el rostro del mal y el terror sembrados por los ayatolás en Teherán, y al mismo tiempo vemos la resiliencia y la fuerza de la sociedad israelí, unida en nuestro deseo de que todos los pueblos de esta región vivan en paz”, agregó.
Guerra
Opinión. De Ben Gurión a Netanyahu: Una decisión sobre la continuidad del Estado

Agencia AJN (Por Oren Solomon*/C14).- «Por la presente, declaramos la continuidad de la existencia del Estado de Israel…». Así debió haber comenzado su discurso a la nación el primer ministro tras el lanzamiento del ataque preventivo de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) a Irán. Esa decisión, que recae sobre los hombros del primer ministro, es de la misma magnitud que el establecimiento del Estado. En 1947, David Ben Gurión decidió aceptar el Plan de Partición y establecer un Estado, y en 2025, Benjamin Netanyahu decidió evitar su destrucción y garantizar su continuidad.
Contexto
El Estado de Israel ha estado bajo una amenaza existencial desde su fundación. Inicialmente, la amenaza estaba liderada por seis ejércitos árabes que planeaban conquistar la totalidad del recién declarado Estado de Israel. Con el paso de los años, la amenaza se ha consolidado y simplificado en ejércitos y coaliciones de países árabes cercanos (Egipto, Siria, Jordania) y lejanos (Irak). En las últimas décadas, nuestros enemigos, las organizaciones terroristas palestinas (Fatah, Hamás, Yihad Islámica), así como Hezbollah, han llevado a cabo no solo actos de terrorismo y asesinato, sino también un intento de hacer realidad su visión de destruir a Israel mediante el plan ofensivo del 7 de Octubre.
Ese plan no era solo un intento de cometer asesinatos y secuestros locales, sino que formaba parte de un plan múltiple, bajo los auspicios de Irán, para ocupar y destruir el Estado de Israel. El ataque de Hamás debía ser el primer paso, una especie de «entrada», tras el cual la Fuerza Radwan atacaría en el norte, los árabes de Judea y Samaria en Samaria y las ciudades del Sharon, y más tarde, los árabes de Israel y las milicias de Siria, e incluso de Jordania. Todo ello bajo el auspicio del lanzamiento de misiles iraníes, previsto para sitios estratégicos, bases aéreas y otros lugares.
Irán no solo habría patrocinado, sino también financiado, dirigido y facilitado estratégicamente el terrorismo contra Israel, todo como parte de su deseo de destruir el Estado de Israel (en Teherán hay un reloj en cuenta regresiva desde el año 2040 hasta el momento de la destrucción de Israel… ¡Esta es una oportunidad para que los pilotos de la Fuerza Aérea lo destruyan!).
Pero Irán no se conformó con usar «solo» el terror y un círculo de fuego, sino que buscó obtener armas nucleares, todo con el fin de destruir Israel, ya sea mediante ataques de ejércitos terroristas y lanzamiento de misiles bajo la apariencia de un paraguas nuclear o utilizando sus propias armas nucleares.
Irónicamente, ese deseo de Irán nunca se ocultó, pero el mundo y los organismos de la ONU siguieron haciendo la vista gorda y llevando negociaciones como si se tratara de un acuerdo para detener la producción de petróleo para uso civil.
El Estado de Israel y el primer ministro
Por otro lado, el Estado de Israel, bajo el liderazgo de Netanyahu, reconoció la amenaza existencial y lideró una lucha multidimensional de varios años para intentar detener la nuclearización de Irán. Esa lucha incluyó medidas diplomáticas, combinadas con presión y sanciones económicas, que condujeron al acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA), liderado por los Estados Unidos.
Sin embargo, ni siquiera ese acuerdo, del que el presidente Trump se retiró en su primer mandato (2018), impidió que Irán continuara su búsqueda de la bomba atómica. Esos intentos alcanzaron su punto álgido en los últimos años, cuando Irán alcanzó una cantidad de uranio enriquecido a más del 60% en una cantidad de cientos de kilogramos, suficiente para unas 10 bombas atómicas (aproximadamente del tamaño de la de Hiroshima).
Además, Irán logró burlar a la AIEA e impulsar en secreto un plan para convertir el material enriquecido en una bomba (del grupo armamentístico cuyo objetivo es producir el dispositivo en el que se producirá la explosión, el cual se instalará en un misil). En los últimos meses se han observado crecientes indicios de progreso en el programa del grupo armamentístico, incluyendo la realización de pruebas.
Esa medida requiere una decisión crucial por parte de Israel: ¿puede el Estado de Israel seguir existiendo bajo la amenaza de una bomba nuclear iraní? En este contexto, el proceso de avance de la preparación militar para frustrar las intenciones de Irán está en pleno apogeo.
Este plan, basado en diversas capacidades operativas y con muchos años de antigüedad (no se detallará en este artículo), recibió la orientación y los ajustes necesarios en los últimos meses, según declaró el primer ministro, y se implementó en la noche del pasado jueves 13 de junio de 2025.
El complejo proceso nacional de toma de decisiones, parte del cual conozco desde adentro, se desarrolló durante muchos años, en medio de importantes dilemas (la capacidad de ejecución, el logro requerido, el costo para nuestras Fuerzas Armadas, el costo para el Frente Interno, el costo político y económico, entre otros), y resultó en una decisión crucial: la continuidad del Estado de Israel y la prevención de una amenaza existencial en manos nucleares. Por eso se dice que es una decisión a lo Ben Gurión, es decir, una decisión sobre la continuidad del Estado, incluso a un alto costo y con posibles riesgos, pero el objetivo principal es lo que importa.
El propósito del ataque preventivo
El propósito del ataque preventivo (un ataque dirigido a impedir que Irán alcance una bomba nuclear) es destruir su capacidad nuclear o dañarla significativamente. Entre los logros adicionales se encuentran la reducción de la capacidad de misiles y la precisión de Irán. El propósito estratégico es cambiar fundamentalmente la realidad estratégica regional (y añadiría, global). Restaurar la disuasión israelí, romper el Eje del Mal y, esta vez, dañar seriamente la cabeza de la serpiente.
Por lo tanto, los responsables israelíes deben actuar de acuerdo con el objetivo principal y el propósito estratégico. Solo cuando logremos esos logros, y no antes (debido a presiones estadounidenses, internacionales o de otro tipo), deberíamos entrar en un mecanismo de terminación que garantice el desmantelamiento continuo de toda la capacidad nuclear de Irán (el modelo libio a gran escala) y abarque todas las áreas de la amenaza iraní: el fortalecimiento de los misiles tierra-tierra, la activación de agentes terroristas y su financiamiento, la apertura del estrecho de Bab el-Mandeb, entre otras. Esta es una oportunidad única en una generación y debemos aprovecharla al máximo.
* Experto en estrategia, Irán y otros ámbitos y ex alto funcionario en la Oficina del Primer Ministro.
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