Agencia AJN.- Tony Blinken, elegido por el presidente electo Joe Biden para secretario de Estado norteamericano, es el hijastro de un sobreviviente del Holocausto cuyas historias moldearon su cosmovisión y, posteriormente, sus decisiones políticas, incluso en el Medio Oriente.

Biden nombró a Blinken para el cargo un día después de que se filtraran noticias sobre sus planes de traer al ex funcionario de origen judío de alto rango en la administración de Barack Obama.

Blinken, de 58 años, ha sido uno de los asesores políticos más cercanos de Biden durante más de una década y defiende lo opuesto a la agenda de Trump de «Estados Unidos primero», que prioriza los objetivos nacionalistas sobre la diplomacia internacional.

Múltiples informes revelaron que Blinken buscará reunirse con muchos de los acuerdos internacionales que Trump dejó como presidente, en particular los Acuerdos Climáticos de París y el acuerdo nuclear de Irán (un acuerdo con importantes consecuencias diplomáticas para Israel).

Bajo Blinken, el Departamento de Estado marcará el comienzo de una era de política exterior muy diferente, incluso en Israel. Al igual que Biden, Blinken tiene estrechos vínculos con el país forjados a partir de sus décadas de fuerte apoyo al Estado judío.

Blinken nació en la ciudad de Nueva York, donde pasó la mayor parte de sus primeros años. Su padre, Donald, cofundó la importante firma de inversiones EM Warburg Pincus & Company (ahora Warbug Pincus) y se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Hungría durante cuatro años bajo la administración del presidente Bill Clinton.

Hay un archivo en la Universidad de Europa Central de George Soros en Hungría que lleva el nombre de Donald Blinken, ahora de 95 años, y su segunda esposa, Vera, que sobrevivió al Holocausto, en parte por su apoyo al “proceso de democratización en los Estados Unidos y en Hungría . »

El abuelo de Donald Blinken, Meir Blinken, también fue un destacado autor de idish cuyas historias se publicaron en un libro en la década de 1980 que presenta una introducción de la erudita Ruth Wisse.

La madre de Tony Blinken, Judith, se volvió a casar con Samuel Pisar, un sobreviviente del Holocausto y abogado que asesoró al presidente John F. Kennedy y a varios presidentes franceses. Pisar, que sobrevivió a tres campos de concentración, también trabajó para las Naciones Unidas, escribió un libreto titulado «Kaddish-A Dialogue With God» a instancias de Leonard Bernstein y escribió una memoria premiada sobre sus experiencias en la shoá.

Según consignó el diario The Jerusalem Post, Blinken ha dicho que las experiencias de Pisar han formado su visión del papel «comprometido» que Estados Unidos debería desempeñar en el escenario mundial.

Su carrera diplomática se ha extendido por décadas y le ha valido la reputación de centrista. Esa carrera comenzó en el Consejo de Seguridad Nacional de Clinton. Blinken también fue nombrado director de personal del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, encabezado por Biden durante los años de George W. Bush.

En 2008, Biden eligió a Blinken para que lo ayudara en su campaña presidencial, y cuando Biden fue elegido vicepresidente de Barack Obama, Blinken lo siguió, convirtiéndose en uno de sus asesores de seguridad nacional. En 2014, Obama elevó a Blinken a subsecretario de Estado bajo John Kerry.

Durante esos años, Blinken estuvo muy involucrado en la elaboración de la política de Oriente Medio, incluido el histórico acuerdo con Irán.

Blinken ha sido descrito como centrista e intervencionista, y se dice que tiene una «fusión mental» con Biden en política exterior, un área de gobernanza en la que el presidente electo se especializa y quiere priorizar en la Oficina Oval.

Además el designado secretario de Estado es más agresivo en temas como Rusia, a quien considera un enemigo (ayudó al equipo de Obama a responder con rigidez a las invasiones de Vladimir Putin en Crimea).

Sobre Israel, las opiniones de Blinken reflejan la corriente principal demócrata.
Dentro del Partido Demócrata, una minoría de legisladores y defensores han estado tratando de mover al partido hacia la izquierda en los asuntos de Israel. Los progresistas, incluido Bernie Sanders, han sugerido que la ayuda a Israel debería estar condicionada a determinadas decisiones políticas.

La administración Trump ha cambiado la política de Estados Unidos hacia la derecha en los últimos años, trasladando la embajada de Estados Unidos a Jerusalem desde Tel Aviv y recientemente anunció que Estados Unidos considerará que el movimiento para boicotear a Israel es oficialmente antisemita.

Blinken es un centrista aquí también. Ha dicho que una administración de Biden no condicionará la ayuda a Israel en las decisiones políticas, mantendrá la embajada en Jerusalem y apoyará incondicionalmente a Israel en las Naciones Unidas, un organismo que a menudo señala al Estado judío por los abusos de los derechos humanos sin condenar a los infractores. como Siria y China. En mayo, Biden escribió que rechaza «firmemente» el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones, y Blinken ha respaldado esa postura.