Agencia AJN.- El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, ha estado muy ocupado desde que tomó posesión de su cargo el mes pasado. En una entrevista especial con Arutz Sheva-Israel National News, Huckabee describe sus primeras semanas en el puesto y dice que «no he levantado el vuelo desde que he bajado del avión.»

El embajador echa la vista atrás y recuerda el momento en el que el presidente Donald Trump le comunicó el nombramiento: «Yo no le pedí el puesto, nunca hice lobby para conseguirlo, nunca tuve una conversación con él al respecto hasta el día que me llamó unos días después de las elecciones. El presidente Trump no te lo pide, te lo dice. Me llamó y me dijo: ‘Mike, vas a ser embajador en Israel, vas a ser genial’».

Volviendo a los rumores sobre la insatisfacción del presidente con la forma en que el gobierno israelí está manejando la guerra en Gaza, Huckabee explica que, si bien todo el mundo, incluido el presidente e Israel, está «harto» de la guerra, «la razón por la que sigue es que Hamás no llega a la conclusión que el presidente les planteó: no vais a tener un futuro aquí, no vais a gobernar y mandar aquí, no vais a ser militarizados aquí. Eso es lo que el presidente Trump dejó muy claro».

Huckabee aclara que cuando la gente dice que Trump quiere que la guerra termine a cualquier precio, «eso desafía lo que él ha dicho repetidamente. El hecho de que a él le gustaría que la guerra terminara, a mí también, y a ti también. Sólo Hamás quiere que esto continúe. Pero no puede terminar con una victoria de Hamás».

Huckabee dice que puede imaginar por lo que están pasando las familias de los rehenes: «Si alguien secuestrara a mi hijo, sólo querría que volviera a casa lo antes posible. Probablemente no me importaría lo que costara traerlos a casa.

«Sin embargo, Hamás no les deja marchar. Cuando oigo a la gente decir que los israelíes no quieren que esta guerra termine, eso no es cierto. O, concretamente, que el Primer Ministro quiere que la guerra continúe por motivos políticos, eso no es cierto.»

El embajador describe el tiempo que ha pasado con Netanyahu desde su llegada bromeando: «El otro día le dije que si pasaba más tiempo con él, iba a tener que incluirme en su plan de seguro médico familiar como dependiente».

Señala que la asociación entre EE.UU. e Israel es «increíblemente intensa». Huckabee subraya que la relación entre Estados Unidos e Israel «no es una calle de sentido único en la que Israel se beneficia enormemente de Estados Unidos y Estados Unidos no recibe nada a cambio; Estados Unidos recibe mucho a cambio, y es una verdadera asociación».

En cuanto a la reciente declaración del Reino Unido, Canadá y Francia contra Israel, Huckabee dice estar «indignado», y añade: «Es una barbaridad que lo que deberían ser naciones europeas educadas y reflexivas, salgan a culpar a Israel de lo que está ocurriendo en Gaza en lugar de culpar a Hamás y presionarles. Ellos son los que no llegan a ningún acuerdo significativo para sacar a los rehenes».

Reflexiona: «¿Acaso la gente de Francia y el Reino Unido no recuerda su historia en la Segunda Guerra Mundial? ¿Cómo terminó la guerra? ¿Terminó con Churchill diciendo ‘Saben qué, esto ha durado demasiado, dejémoslo en tablas’? Bombardearon Alemania. Si no hubiera sido por eso, tal vez la guerra no habría terminado.

«No creo que los británicos tengan nada que hacer diciéndole a Israel cómo llevar a cabo una guerra que están librando no sólo para vengar la matanza de su propio pueblo, sino una guerra que impida a Hamás permanecer allí porque Hamás ha prometido incluso hace dos semanas que si tienen la oportunidad lo harán de nuevo».

Este mes, el presidente Trump visitó la región, pero no se detuvo en Israel. Ante la pregunta de por qué el presidente no visitó Israel, Huckabee explica que «su viaje a Arabia Sáudita, Qatar y los EAU fue un viaje de desarrollo económico. No es un desaire a Israel. Va a muchos sitios, pero como Presidente, éste era su objetivo. Su objetivo en Estados Unidos es el desarrollo empresarial».

Añade que el viaje también tenía como objetivo preparar a estos países para unirse a los Acuerdos de Abraham.

Huckabee también explica el significado de America first, afirmando que «no significa sólo América. Si así fuera, no habría visitado estos países. America first significa que nuestros principales objetivos son hacer que Estados Unidos sea más seguro, más fuerte y más próspero. Para hacer eso, no significa que América sea sólo América, que vivamos sin entender que vivimos en un mundo y que nos beneficiamos del comercio, el turismo, la normalización y el reconocimiento de otros países.»

Señala cómo la perspectiva de Trump sobre la nación de Oriente Medio difiere de las de sus predecesores. «Una de las cosas más grandes que hizo el presidente en este viaje fue que fue a gobiernos que son totalitarios, y les dijo: ‘No estamos aquí para tratar de cambiar su estilo de gobierno o tratar de imponerles nuestro estilo de gobierno’».

Huckabee calma los temores de que la administración Trump obligue a Israel a aceptar la creación de un Estado palestino a cambio de la normalización con los países árabes. «No oigo nada por nuestra parte que insinúe siquiera algo así. No se trata de forzar a Israel a hacer algo, ya tenemos una asociación con Israel. Israel no es sólo un amigo o un aliado, es un socio. ¿Cuál es la diferencia? Un socio es más como un matrimonio. Estamos en esto a largo plazo. Nunca nos divorciaremos porque ninguna de las partes puede permitirse pagar la pensión alimenticia. Estamos así de atrincherados el uno con el otro.

«No es sólo una relación geopolítica y económica, es una relación espiritual. Ambos vivimos sobre la misma base de una comprensión judeocristiana de la civilización occidental, no podemos escapar a eso».

Insiste en que Estados Unidos no impondría un Estado palestino a Israel. «No es asunto nuestro. Israel es una nación soberana. Sería como si Israel aprobara una resolución en la Knesset exigiendo que Estados Unidos devolviera Texas a los mexicanos.»

Huckabee también abordó las preocupaciones relativas a las negociaciones con Irán. «No van a tener un arma nuclear. Tienen que aceptar el desmantelamiento total y la pérdida completa de capacidad. No van a tener uranio enriquecido, centrifugadoras ni reactores. No hay nada más claro que eso. Si los iraníes creen que pueden ganarse a Donald Trump, es que nunca han tratado con él».

Insiste en que Israel es libre de decidir atacar a Irán si lo considera necesario. «Estados Unidos no le está diciendo a Israel cómo defenderse de la amenaza existencial que Irán les ha supuesto durante cuarenta y tantos años. Los iraníes no han cambiado su mensaje, siguen cantando ‘muerte a Israel’ y ‘muerte a Estados Unidos’. Quiero que los estadounidenses recuerden que su aspiración no termina en el Mediterráneo».

A la pregunta de por qué Estados Unidos se sentaría junto a una entidad que pretende destruirlo, responde: «Tienes que darle una oportunidad. Tienes que demostrar al mundo que has dado a los iraníes una oportunidad de actuar como gente civilizada, de demostrar que quieren ser verdaderos vecinos en el mundo.»

Respecto a los rehenes y la preocupación de que EEUU no trabaje por la liberación del resto de rehenes ahora que el último rehén estadounidense vivo, Edan Alexander, ha sido liberado, Huckabee insiste en que Trump «no ha dado ninguna indicación de que se esté limpiando las manos de lo que está pasando en Gaza con los rehenes. También es él quien ha dicho: vamos a llevarles ayuda humanitaria siempre que no llegue a manos de los monstruos de Hamás».

«Ha sido coherente. Si la gente escuchara lo que dice el Presidente, y no lo que dice alguna ‘fuente anónima’ del Washington Compost, creo que la gente se relajaría mucho más.»

El embajador Huckabee concluye abordando la cuestión de la soberanía israelí en Judea y Samaria, reiterando que «Israel es un país soberano. Es una decisión que Israel tiene que tomar. Estados Unidos no toma la decisión. Hubo un tiempo en que la gente creía que las comunidades israelíes en Judea y Samaria iban contra el derecho internacional, y una de las cosas que hizo Trump en su primer mandato fue declarar que no es una violación del derecho internacional. Así que si eso da a la gente alguna idea de cuál es su postura, de cómo es su doctrina sobre estas cuestiones, no creo que se pueda ser mucho más claro que eso.»

Fuente: Arutz Sheva.