Agencia AJN.- El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, se refirió sarcásticamente a la polémica suscitada por los comentarios que hizo sobre que los derechos de los árabes eran menos importantes que los suyos y acerca de la demolición de casas beduinas en el Néguev el martes.

»Lo siento Mohammad Magadli [un panelista del canal N12 israelí] , este es un gobierno de derecha», escribió Ben-Gvir, adjuntando una foto de sí mismo viendo cómo una excavadora demolía casas construidas sin permiso en un pueblo beduino.

El tuit hacía referencia a los comentarios que Ben-Gvir hizo durante una entrevista con el canal N12: «Mi derecho, el derecho de mi mujer, de mis hijos a circular por las rutas de Cisjordania es más importante que el derecho a la libertad de circulación de los árabes. Lo siento Muhammed [Magadi]. Esa es la realidad, esa es la verdad. Mi derecho a la vida precede a tu libertad de movimiento».

El ministro de Seguridad Nacional provocó indignación con sus comentarios, y el Departamento de Estado de EE.UU. condenó los comentarios como «retórica racista». Ben-Gvir y el Primer Ministro Netanyahu insistieron posteriormente en que sus comentarios habían sido mal citados y que el ministro pretendía que Israel tenía derecho a restringir la libertad de circulación para luchar contra los atentados terroristas.

הבוקר בהריסת מבנים בלתי חוקיים בנגב. «סליחה» מוחמד מג’אדלה, זו ממשלת ימין. pic.twitter.com/KV8HQlf40z

— איתמר בן גביר (@itamarbengvir) August 29, 2023

Más de 360 órdenes de demolición de edificios beduinos ilegales desde principios de año

Ben-Gvir y el ministro de Vivienda, Yitzhak Goldknopf, publicaron una declaración conjunta a primera hora del día en la que afirmaban que habían ido a ver cómo se destruían edificios residenciales construidos ilegalmente en pueblos beduinos del Néguev.

Las estructuras construidas ilegalmente se encontraban en la zona de Tel Arad y al este de la autopista 80, utilizando un nuevo sistema tecnológico.

Las personas que construyeron las estructuras dispusieron de más de tres meses para desalojar la zona y destruir los edificios antes de que el Estado actuara para demolerlos.

En febrero, la Autoridad de Tierras de Israel llevó a cabo la operación «Halcón del Sur», emitiendo más de 360 órdenes de demolición y evacuación.

Ben-Gvir felicitó a las fuerzas que destruían las viviendas por su «santa labor».

«Sigan así. Es importante. También sé que esta es la posición del ministro Goldknopf, restaurar la disuasión, restaurar la cordura y restaurar la gobernabilidad», agregó Ben-Gvir.

El ministro de Seguridad Nacional pidió además que se combinen las órdenes administrativas y judiciales, asegurando que estaba «completamente de acuerdo en que debe haber regulación, pero no permitiremos una situación en la que se aprovechen de que pueden invadir terrenos porque no hay regulación».

»Seguiré acompañando las demoliciones. Estuve allí hace una semana y sigo aquí hoy. Continuaré siguiendo y viniendo hasta que los invasores se den cuenta de que el dueño de este país está aquí», añadió Ben-Gvir.

Goldknopf, por su parte, destacó que «en la primera reunión de trabajo con la Autoridad de Tierras de Israel, les di instrucciones para que actuaran sin compromisos ni concesiones, erradicaran el fenómeno y actuaran con decisión contra los ladrones de tierras».

El diputado de Hadash-Ta’al, Ahmad Tibi, respondió con indignación a la declaración conjunta, diciendo «Ministro Goldknopf: en lugar de ocuparse de los visados para [el delincuente sexual convicto Eliezer] Berland y demoler casas para la población perseguida en el Néguev, encuentre soluciones y planificación como ministro de vivienda responsable de la Autoridad de la Tierra de Israel y ocúpese de los residentes».

También se pronunció, Ofer Cassif, del mismo partido que tibi, advirtiendo: «El hombre que divide departamentos sin permiso y el delincuente convicto que vive en el absceso de terror de ‘Givat Avot’ vinieron a celebrar la destrucción de casas árabes mientras montan bastiones terroristas ilegales e impiden sus desalojos. ¡Apartheid!».