Agencia AJN.- Se espera que 120.000 afiliados al partido Likud – que preside el primer ministro Binyamin Netanayhu – depositen su voto en una de las 113 urnas establecidas en distintos puntos del país. Estos afiliados definirán, de entre 142 candidatos, la lista que presentará el Likud en las elecciones del próximo 9 de abril.

Cada afiliado puede marcar en su boleta hasta 12 nombres. Además, unos 3.800 integrantes del Centro del Likud elegirán hoy a los representantes de los distritos,  que tienen diferentes lugares reservados en la lista final. También las mujeres tienen representación asegurada, como los nuevos inmigrantes y los jóvenes. A ello se suman los lugares reservados que pidió el primer ministro en estos días, que considera que el Likud debe guardar esos sitios en su lista para el caso de que el bloque de izquierda haga coaliciones de última hora y el Likud deba buscar también socios externos.

Todas estas reservas pueden hacer que entre 8 a 10 legisladores que actualmente se encuentran en la Knesset queden afuera en la próxima.

En el catálogo de posibilidades que encontrarán hoy los votantes del Likud hay un total de 30 legisladores y ministros en funciones actualmente, a los que se suman destacados candidatos externos: el exministro de Educación Gideon Saar, el exalcalde de Jerusalem, Nir Barkat, y el ministro Yoav Galant. Todos ellos se presentan en lo que se conoce como “lista nacional”.

La guerra de las listas

La elección que hagan hoy los afiliados del Likud definirá también en gran medida cuáles serán las leyes que se presentarán y aprobarán en el próximo período parlamentario, quién tiene más posibilidades de acceder a un ministerio en caso de formar Gobierno y qué legisladores quedarán afuera de la próxima Knesset.

Estos comicios internos dirimirán varias cuestiones a futuro, pero también servirán para cerrar cuentas pendientes del pasado, con mejor o peor resultado para los diferentes candidatos.

Los candidatos y sus seguidores han pasado las horas previas a los comicios cerrando acuerdos, alianzas y tratando de mejorar su situación. También circulan lo que se conoce como “listas de exterminio político”, algunas incluso difundidas por el primer ministro Netanyahu y las más polémicas por el ministro de Transporte, Israel Katz, que dejó afuera a quienes solía calificar de amigos.

El diario Yediot Ajaronot asegura hoy que muchos votantes del Likud pasan hoy el día con el teléfono celular en “modo avión”, porque ya no toleran la tremenda presión de los distintos candidatos para que modifiquen su lista a la hora de la votación.

¿Todos contra Saar?

Más allá de todo lo descripto hasta aquí, la confrontación más estridente se ha dado entre el primer ministro Netanyahu y el exministro de Educación Gideon Saar.

Saar – que se había tomado un descanso de la política – desea volver al ruedo e incluso encabezar la lista de candidatos del Likud, por supuesto después de Netanyahu.

El primer ministro desenterró en las últimas horas una vieja acusación contra Saar, que según él conspiró para que el Likud gane las elecciones gracias a Netanyahu y después impedir que sea el encargado de formar Gobierno, con la excusa de las causas en las que se lo investiga y la audiencia previa a juicio.

Yair Netanyahu, el hijo del primer ministro, volvió a difundir anoche esta acusación en las redes sociales del partido, asegurando que Gideon Saar y el presidente Reuven Rivlin quieren “sacar del medio” a su padre. “No es casual que la prensa de izquierda los halague, ellos saben quién está de su lado”, escribió Netanyahu Junior.

Mientras Gideon Saar se defiende y asegura que el primer ministro sigue siendo “su candidato” y que no permitirá que ensucien su buen nombre, resulta llamativo el silencio de la gran mayoría de miembros y candidatos del Likud en este enfrentamiento. Algunas fuentes del partido aseguraron a medios locales que, como es sabido, cuando atacan a Netanyahu y supuestamente lo persiguen la gente del Likud reacciona defendiéndolo a toda costa. Pero no les gusta verlo en el lugar de quien ataca y denuncia conspiraciones.

Por eso, aseguran en el partido, Netanyahu ha convertido estas internas en un voto de confianza a su persona y su liderazgo. En esta misión, su éxito será inversamente proporcional al de Gideon Saar.