Agencia AJN.- La población de Gaza enfrenta altos niveles de desempleo y devastación económica. Impotentes ante esta situación se les dificulta también ver una luz al final del túnel.

Decenas de miles de jóvenes en Gaza, de entre 18 y 30 años, eligen abandonar el enclave costero, solo que el camino de salida, es más difícil de lo que podemos imaginar. Es además, muy costoso en términos económicos.

El circuito que debe atravesar cada joven que decide abandonar su territorio natal está compuesto de varios pasos.

Primero deben cruzar desde la Franja de Gaza hacia Egipto, a través del cruce de Rafiah (su pronunciación en español es Rafiaj). Posteriormente viajan a Turquía. De allí parten vía marítima a Grecia en balsas de inmigrantes. La mayoría de los inmigrantes viajan a pie y a menudo escapan parcialmente de Grecia a Europa, otros llegan a Canadá.

El costo del viaje desde Gaza a Egipto por el cruce de Rafiah sale unos 200 shekels (52 dólares estadounidenses) valor alto para la frágil economía del enclave costero. No obstante, a raíz de la gran demanda, el hecho de que muchos no cumplen con los requisitos y el gran número de residentes que quieren priorizar sus viajes a expensas de otros, en los últimos años ha surgido un fenómeno de pagos de sobornos para obtener una visa, por un monto de entre 3.000 y 2.000 dólares.

Organizaciones de derechos humanos en Gaza resaltaron que más de 18 mil jóvenes de ese territorio solicitaron una visa para viajar a Turquía, a fin de llegar a Grecia, y desde allí a Europa.

Las organizaciones explican que la falta de esperanzas entre los jóvenes, el desempleo, incluso en aquellos que tienen título universitario, y la inflación son los principales factores por los que toman la iniciativa de buscar mejores horizontes.

Desde el momento en que los emigrantes de Gaza llegan a Grecia, hacen su camino a los campamentos de detención en los que encuentran un refugio temporal, esto previo a su viaje a Europa. Allí no sólo se reúnen, sino que cuentan con comida accesible y hasta una cancha de baloncesto para pasar el rato.

Para miles de jóvenes emigrantes de Gaza, Grecia se convirtió en la «puerta de entrada» a Europa. En la mayoría de los casos, reciben ayuda de contrabandistas que les ofrecen sus servicios para cruzar ilegalmente.

Ibrahim Abdallah, joven que vivía al sur de la Franja de Gaza, dijo que planeó desde hace dos años emigrar, pero su familia le impedía concretar su sueño por miedo a su destino. Intentó complacerlos y buscó trabajo, pero no encontró. Por esto, contó, sintió que no le quedó otra alternativa.

Logró convencer a su familia y empezó el largo proceso para vivir fuera de la Franja de Gaza. Según dijo, presentó la solicitud para una visa, con el objetivo de llegar a Turquía, y de allí decidir su próximo destino será algún país europeo o Canadá. Lo más importante para Ibrahim es un sitio donde pueda construir su futuro después de siete años en Gaza sin poder sacar provecho alguno.