Agencia AJN.- El basquetbolista Juan Bergel nació en Vera, al norte de la provincia argentina de Santa Fé. A los catorce años, después de pasarse la infancia picando la pelota en el club Círculo Recreativo de su ciudad natal, decidió que quería dedicarse profesionalmente al deporte que amaba. Dejó su casa y se fue a Rafaela, donde vivió, entrenó y creció en un club de la liga nacional que lo reclutó durante varios años. Ya más grande jugó como juvenil en Sionista de Paraná y de ahí participó en varios equipos de la liga argentina. Jugó en Junín, Concepción del Uruguay, Entre Ríos, San Nicolás, Chaco, Santa Fé y Concordia, hasta que le llegó la oportunidad de cruzar el océano y fichar por primera vez fuera de Sudamérica. “La intención siempre fue poder dedicarme al básquet profesionalmente y gracias a Dios pude lograrlo”, afirma Bergel en conversación con la Agencia AJN, quien en agosto inmigró a Israel y fichó por una temporada en Maccabi Haifa, uno de los equipos más grandes del país. “Tener la posibilidad de venir a jugar y conocer el lugar de mis antepasados es un privilegio”, asegura.

¿Cómo surgió la propuesta para venir a jugar a Israel?
Lo de Maccabi Haifa surgió unos meses atrás, en junio. Fue un llamado inesperado para mí. Yo tenía intenciones de ir a jugar a Israel desde hacía un par de años pero nunca se pudo concretar. Al club lo conocía por nombre, porque desde antes de venir ya seguía la liga de Israel. Es un club grande en este país, y que me llame un club de estas características era un desafío para mí, una gran oportunidad y una experiencia enorme. Poder demostrar mi calidad en esta liga y también hacerme conocido era un sueño. No lo dudé, sentí que era una oportunidad única para mi crecimiento, estando en un club tan grande de Israel.

¿Por qué querías venir a jugar a Israel?
Más allá del buen nivel de juego de la liga israelí, mi papá y mi abuelo son judíos. Si bien yo personalmente tengo cero vínculo con todo lo que es religión, tener la posibilidad de venir a jugar y conocer el lugar de mis antepasados es un privilegio.

¿Cuáles son tus expectativas para la próxima temporada?
Mis expectativas son siempre las más altas. Me encantaría poder ayudar al equipo en lo que me necesite y lograr el objetivo, que es volver a donde no tenía que haberse ido Maccabi, que es la primera división. Creo que ese es el objetivo principal de todos y sería tremendo conseguir eso. Eso es lo que todos anhelamos.

¿Cuál será tu aporte al equipo?
Al equipo le puedo aportar goles de afuera de la zona de 3 puntos, defensa, carácter. Tengo experiencia en varias ligas jugadas en Argentina, que es bien competitiva. Obviamente que es una adaptación grande porque es un básquet distinto el de acá que el de allá, acá es más atlético, más físico. Estoy adaptándome de a poco en cada práctica y en cada amistoso, tratando de darles confianza a mi entrenador y a mi equipo para ayudarlos en lo que sea.

A nivel social, ¿cómo viene la adaptación al equipo?
Me estoy adaptando bastante bien y rápido. Tengo cuatro compañeros estadounidenses y después todos chicos de Israel, así que por ahora nos comunicamos en inglés. Vivir en Israel es bastante diferente a la Argentina, por la cultura, el Shabat, trabajar los domingos, la comida. No hay tanta carne de vaca ni pescado, no hay cerdo. Pero me estoy adaptando bien. Es una experiencia nueva así que acá estamos disfrutándola.

¿A dónde aspirás llegar con tu carrera?
Como jugador, siempre aspiro a lo máximo. Creo que esto es un pico en mi carrera, poder salir de Sudamérica en esta experiencia increíble de jugar en otro continente, en un equipo grande. Vivo el día a día, disfruto esta oportunidad y lo que vendrá será por mérito mío y los resultados del equipo. Por ahora estoy pensando en esto que me está pasando ahora, en esta excelente experiencia, en el lugar hermoso donde estoy, tratando de dar lo máximo para que el equipo esté en el mejor lugar posible.

¿Tuviste tiempo de recorrer el país?
Cuando tengo mis días libres salgo a pasear un poco. Haifa me encanta, es una ciudad muy linda, totalmente diferente a alguna ciudad argentina. Es una vida distinta, una cultura diferente. Todavía estoy adaptándome a las comidas, el cambio de horario. Pero estoy disfrutando de conocer los lugares que tiene esta ciudad que son maravillosos, los monumentos, los jardines, las playas, el centro de la ciudad es hermoso. Es increíble, me encanta la ciudad. Con el pasar del tiempo ya podré ir conociendo más lugares del país. Hay muchos lugares sagrados y turísticos que quiero conocer y no voy a dejar pasar la oportunidad de hacerlo, pero hasta ahora no tuve tiempo de salir de Haifa.

¿Recomendarías a tus colegas venir a jugar a la liga israelí?
Totalmente. El nivel de juego que llevo visto es muy bueno, tanto en mi equipo como en los amistosos que jugamos con clubes de primera y de segunda. El básquet de acá es de muy buen nivel, con buenos jugadores, muchos americanos. Creo que es muy recomendable. Maccabi es totalmente profesional en todo, tenemos todas las comodidades que nos brindan desde los utileros, la dirigencia, el cuerpo técnico, el cuerpo médico. Es muy recomendable y estoy muy contento con esta decisión.