Agencia AJN.- A petición del primer ministro etíope Abiy Ahmed, un equipo de israelíes a principios de este mes a Etiopía, en medio de una feroz guerra, de tormentas y de hambruna para ayudar en su lucha contra otra plaga: la langosta del desierto.

Actualmente, la delegación de Start-Up Nation que viajó a África se encuentra en la región somalí oriental del país, donde está ensayando una técnica innovadora de vigilancia mediante drones y de fumigación nocturna selectiva, que reducirá la cantidad de plaguicidas.

Mientras el país se enfrenta a la guerra civil en el norte y a las inundaciones masivas del ciclón Gati, las nubes de langostas han invadido el país y están afectando a más de 70.000 hogares.

Para combatir la propagación de la amenaza de las nubes de langostas, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gabi Ashkenazi, envió un equipo de cuatro personas, encabezado por el Dr. Yoav Motro, experto en langostas del Ministerio de Agricultura israelí.

El equipo israelí que viajó a Etiopía a combatir las langostas.

«Es la peor que ha ocurrido en 75 años. Y un ciclón tropical que golpeó la parte oriental de la región en los últimos días sólo hará que las cosas sean más complejas», dijo Motro a The Times of Israel. «Hay que tener en cuenta que estas regiones no se enfrentan a las langostas de forma regular, lo que dificulta su preparación y su capacidad de recuperación».

Según los medios de comunicación etíopes, el equipo llegó con dos toneladas de equipo, incluyendo 27 aviones teledirigidos, 2 generadores y un gran suministro de pesticidas de pulverización.

Keith Cressman, Oficial Superior de Previsión de Langostas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), dijo al diario The Times of Israel: «A medida que el ciclón Gati se desarrolló durante el fin de semana, la situación actual es similar a la de hace un año, cuando otro ciclón, Pawan, trajo fuertes lluvias a la zona. Tales lluvias permiten que la langosta del desierto se reproduzca y aumente rápidamente en número».

Si no se toman medidas drásticas, es probable que la situación de la langosta empeore, según el informe del 19 de noviembre de la FAO sobre Etiopía, ya que se prevé que la eclosión de los huevos y la formación de nuevos enjambres continúen en noviembre y más adelante.

En parte, la misión del equipo israelí -que incluye un oficial de logística, un piloto y explorador de drones y un experto en fumigación- consiste en enseñar a hasta 300 etíopes locales a utilizar el equipo donado para continuar la guerra contra los invasores alados.

Motro, el jefe de vertebrados y caracoles del Ministerio de Agricultura, está usando el cerebro y la fuerza muscular para luchar contra las langostas: su equipo las rastrea durante el día y las rocía por la noche mientras los insectos duermen.

En una conferencia de prensa a su llegada a Etiopía, el 11 de noviembre, Motro dijo: «Descubrimos en Israel que durante la noche, las langostas apenas se mueven y ese es nuestro momento. Usaremos su punto débil para nuestra ventaja en este combate contra la langosta; es como una guerra».

«Esta es una nueva técnica que se está probando, aprovechando las actuales infestaciones de langostas en la región somalí del este de Etiopía», dijo Cressman, de la FAO.

La embajada de Israel en Etiopía describe la langosta del desierto como «una de las plagas más destructivas, ya que es muy móvil y se alimenta de grandes cantidades de cualquier tipo de vegetación verde, incluyendo cultivos, pastos y forraje». El último gran enjambre en Israel tuvo lugar en 2013.

Según el pronóstico del Servicio de Información sobre la Langosta del Desierto de Cressman, a principios de diciembre se formará una nueva generación de enjambres inmaduros en el Cuerno de África. «Si no se controla, la langosta del desierto se desplazará hacia el sur y amenazará el sudeste de Etiopía, el sur de Somalia y el noreste de Kenya», se lee en el informe.

Sin embargo, no todo está perdido. «Esta vez los países están ahora mucho mejor preparados y equipados, los recursos están en su lugar, y los equipos ya están llevando a cabo operaciones terrestres y aéreas en las zonas de cría de Etiopía y Somalia para reducir la escala de una posible invasión de enjambres a Kenia el próximo mes», dijo Cressman.

El mapa de riesgo de la propagación de enjambres de langostas.

Al mismo tiempo, para combatir el doble problema de los insectos y la destrucción que dejan a su paso, las Naciones Unidas estiman que se necesitan unos 79 millones de dólares sólo en Etiopía, de los cuales la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ha recibido hasta ahora 30,9 millones de dólares para la lucha contra las plagas y 16,4 millones de dólares para garantizar los medios de subsistencia de los agricultores más afectados.

«Hasta ahora, la respuesta de la comunidad internacional ha sido muy generosa, teniendo en cuenta otras crisis en este momento», dijo Cressman. «Sin embargo, será absolutamente necesario mantener los esfuerzos y las operaciones vitales de vigilancia y control necesarias para que la situación vuelva a la normalidad. Pero para que esto ocurra, también será necesario que haya una interrupción de las lluvias que no se ha producido hasta ahora en los dos últimos años».

El método más común de control de langostas es la fumigación aérea. Según la FAO de la ONU, las pruebas de ocho días de pulverización con el biopesticida Novacrid han demostrado una disminución del 50 por ciento en las poblaciones de langostas.

Uno de los problemas más problemáticos a los que se enfrentan quienes están rastreando e intentando erradicar los enjambres son los datos fiables y oportunos sobre sus movimientos. «Las perturbaciones de seguridad y la falta de disponibilidad de comunicación siguen afectando a la recopilación y transmisión de datos en algunas zonas», escribe el informe de las Naciones Unidas.

Deseando al equipo israelí mucho éxito, el Ministro de Agricultura israelí, Alon Schuster, dijo: «Junto con nuestro papel de proporcionar seguridad alimentaria a los ciudadanos del Estado de Israel y [fortalecer] la agricultura local, también tenemos la responsabilidad de reparar el mundo». Nos comprometemos a ayudar en la producción de alimentos para los seres humanos dondequiera que estén, y a participar en la lucha mundial para mejorar el nivel de vida en el mundo en desarrollo».