Agencia AJN.- Mazen al-Qadi es el palestino sospechoso de tener relaciones con cinco soldados femeninos guardias de la prisión de Ramon, se informó este lunes en la prensa israelí.

Al-Qadi, de 43 años, es miembro de la organización Fatah y estuvo implicado en un atentado contra un restaurante de Tel Aviv en 2002, en el que perdieron la vida tres israelíes y otros 35 personas resultaron heridas.

Como parte del caso que investiga la Unidad de Investigación de Prisioneros, cinco mujeres soldados que sirven como guardias penitenciarias son sospechosas de tener contacto con el terrorista al-Qadi, que fue condenado a cadena perpetua.

Al-Qadi, según la investigación, poseía un teléfono móvil en su celda con el que solía escribirse con las guardias de la prisión e intercambiar fotografías. En al menos uno de los casos hubo contacto físico e íntimo, aparentemente consensuado, entre una de las guardias penitenciarias y el prisionero.

El ataque en el restaurante «Sea Food Market» en la calle Menajem Begin en Tel Aviv fue llevado a cabo por un terrorista palestino de los Batallones de Mártires de Al-Aqsa de Fatah en marzo de 2002.

Al-Qadi condujo al terrorista Ibrahim Hasuna desde Ramallah hasta ese lugar, ya que lo conocía y lo eligió como lugar estratégico para llevar a cabo el ataque.

Inmediatamente después de dejar al terrorista en el lugar junto con su compañero de transporte del norte de Jerusalén, huyó con él.

Funcionarios de seguridad israelíes criticaron este viernes al Ministerio de Seguridad Nacional y al Servicio Penitenciario (SP) tras la explosión del caso de una efectivo del SP que mantuvo relaciones sexuales con un prisionero palestino.

A raíz de este caso informaron ayer en un comunicado conjunto la jefa del Servicio Penitenciario de Israel, Katy Perry, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir: «Todas las mujeres soldados del Ejército israelí dejarán inmediatamente de servir como guardias en las prisiones de alta seguridad en las que haya terroristas palestinos».

El comunicado llegó poco después de que se filtrara que una soldado del Ejército israelí, que servía como guardia de prisión durante su servicio militar obligatorio, fue suspendida por mantener relaciones íntimas y sexuales con un prisionero de alta seguridad palestino, según medios hebreos.

Los funcionarios señalaron que se enteraron del caso por los medios y que ya en el pasado solicitaron «retirar al personal femenino de las alas donde se hospedan los prisioneros palestinos», pero que este pedido fue rechazado.

Aseguran que el Servicio Penitenciario suplicó que permanecieran las efectivos.

Según dijeron los funcionarios citados por el portal de noticias israelí Walla, el Ministerio de Defensa y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se enteraron del caso por primera vez en la prensa y fueron informados por los canales habituales. Además, acusaron al SP de intentar desentenderse del caso.

«No solo que no informaron al Ministerio de Defensa y las FDI como corresponde, sino que presentan a las guardias penitenciarias como soldados. Ellas están bajo responsabilidad del Servicio Penitenciario, y no las FDI», emitieron.

Además señalaron que en el período del ex ministro de Defensa, Benny Gantz, una comisión decidió posponer el fin de servicio obligatorio de mujeres para diciembre de 2024, en base a una solicitud del SP.