El gabinete de seguridad se reunió ayer en una sesión nocturna para discutir formas de lidiar con la creciente tensión en el Monte del Templo, en medio de los esfuerzos de Estados Unidos, Jordania y Egipto para encontrar una salida a la crisis. Mientras tanto, en el frente diplomático, Channel 2 informó que se están realizando esfuerzos para lograr que Estados Unidos prepare una reunión conjunta israelí-jordana para alivianar las tensiones.

Según el informe, el embajador estadounidense David Friedman fue a la residencia del primer ministro Benjamín Netanyahu el sábado por la noche para discutir el tema. Sin embargo, Netanyahu no abordó el tema de los detectores de metales durante las declaraciones iniciales que hizo en la reunión semanal del gabinete del domingo.

Por su parte, el ministro de Seguridad Pública Gilad Erdan manifestó en un post de Facebook antes de la reunión que Israel no debería ceder ante «amenazas y violencia».

Pese a la furia de los palestinos y gran parte del mundo musulmás, Erdan expresó que Israel no debería quitar los detectores de metales instalados en el Monte del Templo la semana pasada hasta que la policía apruebe otro plan para garantizar la seguridad en el sitio.

«Desde el comienzo de los acontecimientos he celebrado una serie de reuniones y evaluaciones de la situación con todos los funcionarios de seguridad pertinentes, incluidos los que están en el terreno. Estamos recibiendo actualizaciones y también recomendaciones, y estamos actuando de acuerdo a estas. Actuamos con calma, determinación y responsabilidad, y continuaremos así para mantener la seguridad», resaltó el primer ministro israelí en la reunión.

Por otra parte, Netanyahu expresó las condolencias del gabinete a la familia Salomon por el asesinato de Yosef, Chaya y Elad, asesinados por una «bestia incitada por el odio de los judíos». El primer ministro aseguró que las fuerzas de seguridad estaban operando según las necesidades en el terreno, y que la casa del terrorista sería destruida «tan pronto como sea posible».

La reunión del gabinete de seguridad no sólo se produjo con el telón de fondo de la tensión en el Monte del Templo y el ataque terrorista en Halamish que terminó con la vida de tres israelíes, sino también en el contexto de la decisión del presidente palestino, Mahmoud Abbas, de suspender la coordinación de seguridad con Israel hasta que invierta su decisión con respecto a los detectores de metales.

«Esta decisión no es nada fácil, pero los israelíes deben saber que van a ser los que en última instancia perderán, porque hacemos mucho para defender su seguridad y la nuestra. Estamos convencidos de que el terrorismo debe combatirse en todas partes, pero los detectores de metales deben ser removidos», subrayó Abbas.

En una convención de científicos en Ramalá, Abbas reiteró: «No permitiremos que las puertas electrónicas continúen allí. La soberanía es nuestro pleno derecho, y tenemos que supervisar la Mezquita Al-Aqsa y vigilar sus puertas. No tienen derecho a colocar los detectores».

El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, respondió a la decisión palestina resaltando que Israel se ha manejado durante muchos años sin la cooperación de seguridad de la Autoridad Palestina, «y ahora también nos encargaremos». También añadió que la cooperación en materia de seguridad es «ante todo» un interés palestino, y que si quieren la desean, continuará, pero si no lo hacen, entonces terminará.

Mientras tanto, la policía instaló el domingo cámaras de seguridad en la Puerta de los Leones, donde la mayoría de los musulmanes entran al Monte del Templo para orar. Según los informes, las cámaras pueden detectar si los individuos están portan armas, cuchillos o algún otro tipo de armamento cuando se aproximan, lo que permite al personal de seguridad identificarlos y detenerlos antes de que tengan la oportunidad de atacar.