Agencia AJN.- Cuando el nuevo régimen tomó el poder en Siria, Israel impuso un ultimátum para que no despliegue combatientes al sur de Damasco, por temor de que «yihadistas de todo el mundo lleguen a las fronteras y comiencen a causar problemas».

El nuevo régimen de Damasco cumple con este pedido.

Entonces quedó claro que el nuevo régimen no podía imponer su dominio sobre todo el sur de Siria, lo que sumió a la región en un caos casi imposible.

A raíz de esto, Damasco se dirigió a Estados Unidos para que exhiba comprensión y convenza a Israel de que les permita (a Siria) desplegar tropas en todo el sur de la República Árabe, incluido en fronteras con el Estado hebreo, para permitir al nuevo gobierno sobrevivir.

El enviado de Estados Unidos, Tom Barrack, dijo que su país dio luz verde a los planes del liderazgo sirio para integrar a miles de ex combatientes yihadistas al nuevo ejército sirio.

El enviado explicó a la agencia de noticias Reuters que Washington apoya este plan, a condición de que la implementación sea clara y transparente.

Tres factores oficiales del ejército sirio informaron que el plan incluye la integración de alrededor de 3500 combatientes extranjeros, la mayoría digures de China y de países vecinos, en una nueva unidad militar llamada «División 84», dentro del ejército sirio.

Esta división incluirá soldados sirios.

Osman Burga, político del Partido Islámico Turco, dijo a Reuters que la milicia fue desarticulada oficialmente e integrada el ejército sirio.

Añadió en este marco, «actualmente, la milicia actúa bajo cobertura del Ministerio de Defensa, se adhiere a la política nacional, y no está vinculada a factores o grupos extremistas».

Barrack optimista

Al ser consultado por Reuters en Damasco, si Estados Unidos acuerda con la integración de combatientes extranjeros al nuevo ejército sirio, Barrack contestó: «Diría que hay entendimiento y una demanda de transparencia».

En este sentido, Barrack añadió que prefiere retener estos combatientes, muchos de los cuales describió como «extremadamente leales» al nuevo gobierno sirio, en el marco del proyecto estatal, a que excluirlos.

Dos fuentes vinculadas al Ministerio de Defensa sirio señalaron a la agencia citada que al-Sharaa y su entorno debatieron con sus aliados occidentales que la inclusión de combatientes extranjeros al ejército representará menos amenaza que abandonarlos, lo que podría impulsarlos a unirse a grupos extremistas como al-Qaeda o Daesh.