Agencia AJN.- El Congreso estadounidense aprobó por unanimidad en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes un proyecto de ley bipartidista que exige al Secretario de Estado que presente informes anuales sobre el material educativo palestino incitador y antisemita.

El proyecto de ley se anunció mientras la Autoridad Palestina (AP) y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), siguen imprimiendo libros de texto para las escuelas palestinas que incluyen antisemitismo e incitación contra Israel y los judíos, cuestión por la que la Unión Europea (UE) aprobó una resolución de condena la semana pasada.

El objetivo del proyecto de ley es que el Departamento de Estado informe al Congreso si se utiliza alguna ayuda exterior estadounidense en la creación de libros de texto utilizados por las escuelas palestinas que incluyan contenidos incitadores y antisemitas.

El congresista Brad Sherman aseguró que «durante décadas, los Estados Unidos y el pueblo estadounidense fueron el principal donante al pueblo palestino, incluida la AP y la UNRWA, pero esto no es un cheque en blanco. Los dólares estadounidenses deben gastarse de forma que reflejen los valores estadounidenses de tolerancia y consolidación de la paz».

»Lamentablemente, en lugar de imaginar un Estado palestino junto a Israel, el actual plan de estudios palestino borra a Israel de los mapas, se refiere a Israel sólo como ‘el enemigo’ y pide a los niños que sacrifiquen sus vidas para ‘liberar’ toda la tierra entre el río Jordán y el mar Mediterráneo», agregó Sherman.

Sherman concluyó que «acabar con la incitación y la violencia en los planes de estudio que se imparten a los alumnos palestinos no es sólo una cuestión de seguridad de Israel: es una obligación que la AP y la UNRWA tienen con sus beneficiarios, niños que merecen una educación de calidad que alimente su futuro en lugar de manipularlos para que trunquen ese futuro dedicándose a una violencia sin sentido».

Por otro lado, el congresista Brian Mast señaló que «los niños no nacen discriminando a sus compañeros. El odio y la intolerancia son comportamientos aprendidos, y no hay absolutamente ninguna razón para que los contribuyentes estadounidenses financien ese tipo de instrucción. Este proyecto de ley puede ayudar a romper un ciclo generacional de odio, y avanzar hacia un Israel pacífico y seguro».

Alumnas palestinas leen libros en una biblioteca de la escuela gestionada por la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo) en Silwan, en Jerusalem Este, el 10 de octubre de 2018 (crédito: AMMAR AWAD/REUTERS)

En la misma línea, el congresista David Trone afirmó que «con el antisemitismo en aumento en todo el mundo, debemos asegurarnos de que nunca empiece en las aulas. Todos deberíamos esperar que a los estudiantes de hoy -los líderes del mañana- se les enseñen los valores de la paz por encima del odio y la intolerancia. Este proyecto de ley trabaja para hacer precisamente eso».

El CEO del Instituto para el Monitoreo de la Paz y la Tolerancia Cultural en la Educación Escolar (IMPACT-se), Marcus Sheff, destacó que «el compromiso del congresista Sherman y sus colegas, a ambos lados del pasillo, para poner fin a la incitación de los escolares palestinos es loable.

«Mientras el mundo árabe mejora sus libros de texto, EE.UU. da 350 millones de dólares al año a la UNRWA, la mayor parte de los cuales se destina a un sector educativo que enseña el odio. Está claro que eso debe acabar», añadió Sheff.

Un informe de IMPACT-se del año pasado descubrió que los libros de texto palestinos contenían una gran cantidad de material antisemita y antiisraelí. Según el informe, los libros presentaban a los judíos como impuros y animaban a los niños a inmolarse y matar israelíes.

Los libros también borraban la existencia y legitimidad de Israel, refiriéndose a todo el país como Palestina.

Otro informe publicado en noviembre concluyó que los libros de texto publicados para el curso escolar 2022-23 no habían mejorado y seguían difundiendo teorías conspirativas antisemitas y alentando a los niños a crecer para ser terroristas.

Al parecer, esta forma de educación está afectando fuertemente a la juventud árabe, ya que en los primeros meses de 2023 se produjo un número relativamente elevado de atentados terroristas perpetrados por adolescentes de tan sólo 13 años.