Agencia AJN.- En la sesión plenaria de la Knesset aprobó anoche en primera,s segunda y tercera la Ley de Disolución de la Knesset, por una mayoría de 102  a favor y 2 en contra, los diputados Yaron Mazuz y Yehuda Glick, que votaron en contra por error.

Al comienzo de la sesión, el diputado Miki Zohar, del partido Likud, intentó postergar la votación de la disolución del Parlamento para que fueran aprobadas algunas propuestas suyas de ley que quedaron pendientes, entre ellas la regulación de la pornografía en Internet. Pero el presidente de la Knesset, Yuli Edelstein, dejó en claro que no habría suspensión alguna y advirtió que no daría por finalizada la sesión hasta que fuera votada la Ley de Disolución del Parlamento.

El debate que precedió a la aprobación del proyecto de ley fue extenso y para algunos de los legisladores la alocución ante el pleno fue la última, ya que no todos los diputados formarán parte del próximo Parlamento.

La legisladora Sheli Yejimovich, del Movimiento Sionista, respondió desde el estrado de la Knesset a las declaraciones del primer ministro Binyamin Netanyahu, que advirtió que “en estas elecciones veremos un intento de la izquierda de hacer una revolución en el gobierno con ayuda de los medios de comunicación y otras instituciones”.

“Están todos dedicados a ello en forma completa. No podemos permitir que lo logren, eso será un claro peligro para nuestro hogar”, agregó Netanyahu.

Yejimovich respondió con tono por momentos sarcástico, por momentos combativo: “Señor primer ministro, en democracia, se realizan elecciones y existe algo que se llama izquierda, centro y derecha. Resulta que, más allá de las declaraciones, las palabras y la instigación, hay algo que se llama democracia y se ve así. ¿Cómo la democracia se convierte en algo sucio y conspirativo?”.

“¿Qué es absurdo? ¿Por qué estamos realizando estas elecciones?”, preguntó Yejimovich. Y respondió de inmediato: “Vamos a elecciones debido a las recomendaciones de la Policía y la Fiscalía de enjuiciar a Netanyahu bajo las más graves acusaciones que se pueden imputar a un funcionario público: soborno, el delito que traiciona la confianza mucho más que cualquier otra transgresión que un funcionario público puede cometer”.

Otros diputados aprovecharon la ocasión para destacar los logros de sus partidos, en una especie de comienzo adelantado de la campaña electoral. “Hemos logrado aprobar la Ley del Estado Nacional”, dijo la diputada Shuli Mualem Rafaeli, del partido Habait Haiehudi, que lidera Naftali Bennett. ”Si alguien tenía dudas de que éste es el Estado nacional del pueblo judío, esa duda se ha terminado. Éste es el Estado nacional del pueblo judío, un Estado judío y democrático. Aquí hay ciudadanos que tienen igualdad de derechos”.

Finalmente, tras largas horas de debate, la Knesset votó su propia disolución y, oficialmente, comenzó la cuenta regresiva hacia las próximas elecciones generales.