Después de la caída del quinto cohete lanzado desde la Franja de Gaza hacia Israel en el último mes, cada una de las partes parece haber expuesto su propio límite. Por una parte, Israel no respondió al lanzamiento del último cohete, que impactó en el Consejo Regional de la Costa de Ashkelon.

En los días previos, tanto el primer ministro Netanyahu como el ministro de Defensa, Avigdor Liberman, habían dejado en claro que Israel no tolerará lo que definen como “goteo” de misiles y que la nueva ecuación – una dura y amplia respuesta contra objetivos de Hamás ante cada cohete que cae en territorio israelí – sigue vigente.

Por su parte, Hamás detuvo a varios activistas radicales de grupos salafistas, que al parecer están relacionados con los últimos disparos de cohetes y, además, intentan socavar el dominio de la organización en la Franja de Gaza.

El diario árabe Asharq al Awsat indicó hace unas horas que Hamás detuvo a 550 personas y las trasladó a una corte militar, bajo la acusación de haber lanzado cohetes contra Israel o haberlos fabricado. Según el periódico, las familias de los detenidos se quejaron de que el juicio sumario era sólo un “trámite” para tener una excusa y mantener detenidos por más tiempo a activistas que habían sido liberados y a los que Hamás no logra controlar.

El ministerio del Interior del gobierno de Hamás en Gaza desmintió esa cifra, pero advirtió que “todo aquel que perjudique la estabilidad y la seguridad de la Franja de Gaza será sometido a juicio militar”. En Israel este mensaje fue interpretado como una señal de Hamás de que no tiene intenciones de permitir que los grupos salafistas o afiliados a Isis sean quienes decidan cuándo comenzará la próxima guerra contra Israel.

“Cuando la resistencia lo decida”

El hecho de que Hamás no permita a sus rivales provocar una guerra contra Israel no significa que haya renunciado a la propia.

Fuentes de la Franja de Gaza aseguran que las distintas agrupaciones recompusieron su capacidad militar hace más de un año y que, desde entonces, están listos para una nueva guerra, pero no la inician debido a la situación de los pobladores de la Franja.

Las fuentes indicaron al diario libanés Al Akhbar que la “resistencia” ya definió cuáles son los objetivos israelíes que atacará si el enemigo “cruza la línea roja en sus reacciones”.

También dijeron que activistas salfistas radicales están intentando arrastrar a la Franja de Gaza a una nueva guerra para que, durante los combates, se abran las puertas de las cárceles y sean liberados sus compañeros detenidos por Hamás.

Más de una vez Hamás eligió salir de sus propios conflictos políticos mediante un enfrentamiento con Israel, pero también es posible que el nuevo líder de la organización – Yahya Sinwar – ponga orden sin necesidad de demostrar que él es quien tiene el poder, porque realmente lo tiene.

En este sentido, el informe del diario libanés indica que Ismail Haniyeh saldrá de Gaza y se dirigirá a Qatar a fin de mes, para completar el proceso de elección del nuevo liderazgo de la organización. Se estima que Haniyeh reemplazará a Khaled Mashaal en el cargo de jefe de la oficina política de Hamás y, de hecho, líder de la organización.