Agencia AJN.- Tres funcionarios iraníes dijeron a The New York Times en la noche del sábado al domingo que la destrucción de los sistemas de defensa aérea por parte de Israel en un ataque la noche anterior «causó una profunda preocupación en Irán» porque los vitales centros energéticos y económicos están ahora expuestos a futuros ataques si continúan las respuestas mutuas entre Israel e Irán.

En el artículo, firmado también por el periodista de Yediot Ahronoth Ronen Bergman, se revelan los graves daños sufridos por los sistemas de defensa aérea S-300 que los iraníes recibieron de manos de los rusos y, de hecho, en el trasfondo de la declaración de las FDI después del ataque queda claro que «la Fuerza Aérea ya tiene una mayor libertad de acción». A las 20 hs., el gabinete político y de seguridad se reunió en la Kiria para discutir el ataque a Irán y sus consecuencias, así como los preparativos para una represalia iraní. Los ministros también recibieron una visión general de los contactos para un acuerdo por los rehenes.

Según Hamid Hosseini, experto en la industria del petróleo y el gas de Irán y miembro de la Cámara de Comercio Irán-Irak, «Israel nos está enviando un mensaje claro». Explicó que «esto podría tener consecuencias económicas muy graves para Irán. Y ahora que entendemos el riesgo, debemos actuar sabiamente y no continuar con las tensiones».

Según funcionarios iraníes e israelíes que hablaron con el periódico, los ataques israelíes destruyeron cuatro sistemas de defensa aérea S-300 que Irán compró a Rusia. Esto se suma a otro sistema S-300 que fue destruido en el ataque israelí a Teherán en abril, después de que Irán lanzara misiles y drones contra Israel. Una fuente israelí dijo a The Wall Street Journal que en realidad todos los sistemas S-300 que Irán tenía antes del ataque… fueron destruidos.

«Esto parece un posible preludio de un ataque mucho más efectivo contra la infraestructura iraní, e incluso contra sitios nucleares», dijo Ali Vaez, director del International Crisis Group de Irán, a The New York Times. «Teherán no tiene la capacidad de reemplazar estos sistemas a tiempo, lo que lo hace mucho más vulnerable».

Además de los sistemas de defensa aérea, dijeron fuentes iraníes e israelíes, también fueron atacadas tres grandes bases de producción de misiles: Falah, Shaid Ghadiri y Abdul Fatah, pertenecientes a la Guardia Revolucionaria. Los sitios militares de Perchin y Friend también fueron atacados por vehículos aéreos no tripulados, señalaron. Además, mientras los funcionarios israelíes dijeron que los ataques interrumpieron la capacidad de Teherán para producir misiles, los funcionarios iraníes negaron las afirmaciones y anunciaron que el daño fue menor y que la interrupción del sistema de producción de misiles continuaría solo por un tiempo.

En el ataque israelí fueron destruidos los sistemas de defensa aérea que estaban colocados para proteger un complejo petroquímico y un sistema de tratamiento de petróleo crudo ubicado en refinerías, y también fueron destruidos los sistemas que protegían un gran yacimiento de gas y un importante puerto en el sur de Irán, según las tres fuentes oficiales iraníes y las tres fuentes de alto nivel de seguridad israelíes.

Los sitios atacados por Israel, dijeron las fuentes, incluyeron defensas en el complejo petroquímico «Bander Imam Khomeini» en la provincia de Juzestán; defensas en el gran puerto económico de Bandar Imam Khomeini, adyacente a él; y defensas en la refinería de petróleo «Avden». Los sistemas de defensa aérea también fueron atacados en la provincia de Ilam, en una refinería de un yacimiento de gas llamada «Tange Bijar», añadieron las fuentes, incluida una del Ministerio del Petróleo de Irán.

El ejército iraní anunció que cuatro soldados que trabajaban con sistemas de defensa aérea murieron en el ataque israelí. Los medios del país afirmaron que probablemente el número de víctimas aumentará. Dos de los soldados que murieron fueron identificados como residentes de la ciudad de Mashahar, en el sur de Irán, que es la residencia más cercana al complejo petroquímico «Bander Imam Khomeini».

Dos funcionarios israelíes dijeron que los planes iniciales para el ataque, preparados inmediatamente después del ataque con misiles balísticos de Irán contra Israel a principios de octubre, incluían bombardear objetivos relacionados con la industria energética y el programa nuclear.

Pero mientras Israel planeaba el ataque, Washington lo instó a no bombardear sitios petroleros o instalaciones nucleares, temiendo que llevarían a una mayor respuesta iraní, lo que a su vez desestabilizaría la economía mundial y desencadenaría una guerra regional total que pudiera atraer a Estados Unidos. En sus ataques de la noche del viernes al sábado, Israel decidió finalmente bombardear los sistemas de defensa aérea desplegados alrededor de varias instalaciones energéticas, pero no apuntó a las instalaciones en sí, añadieron las fuentes israelíes.

Funcionarios iraníes, incluido el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Arakchi, han dicho repetidamente a los medios de comunicación y a sus homólogos árabes en reuniones diplomáticas que la infraestructura energética de Teherán es una «bandera roja» y que si es atacada, Irán responderá con firmeza. Al mismo tiempo, Arakchi envió el sábado una carta a la ONU instándola a condenar a Israel y calificar el ataque que llevó a cabo de «ilegal y agresivo» y «contra la soberanía y la integridad territorial» de Irán.

En un comunicado publicado el sábado por el ejército iraní se afirmó que los ataques israelíes estaban dirigidos contra radares de sistemas de defensa aérea en las provincias de Juzestán e Ilam, así como en la capital Teherán, y causaron pocos daños, según el informe. En su declaración, los sistemas de defensa aérea iraníes lograron neutralizar la mayoría de los misiles y vehículos aéreos no tripulados israelíes y ya están trabajando en el país para reparar los daños.

Las tres fuentes israelíes que hablaron con The New York Times agregaron que entre los objetivos atacados en Irán se encontraban vehículos de mando y control, así como un sistema de radar. Según estimaciones en Jerusalem, los sistemas resultaron gravemente dañados e inutilizados. Las fuentes también dijeron que en las imágenes de satélite después del ataque se verá que Israel solo atacó las baterías del sistema de defensa aérea del complejo petroquímico «Bander Imam Khomeini» y evitó atacar la instalación misma.

El ejército iraní añadió en un comunicado que los aviones de combate israelíes no penetraron el espacio aéreo de la República Islámica y lanzaron misiles y vehículos aéreos no tripulados desde el espacio aéreo de Irak. El ejército iraní acusó a Estados Unidos de permitir el uso del espacio aéreo iraquí y la delegación de Irán ante las Naciones Unidas culpó a Washington de «complicidad en el crimen». Por otro lado, funcionarios estadounidenses dijeron que Estados Unidos no tuvo ningún papel en el ataque israelí contra Irán.

El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán convocó a una reunión de emergencia el sábado y los comandantes militares les informaron a los participantes sobre la magnitud de los daños y los objetivos atacados, según los tres funcionarios iraníes que hablaron con el periódico. El consejo discutió cómo debería responder Irán, pero según ellos no se tomó ninguna decisión al respecto.

El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, tiene la autoridad para ordenar un ataque contra Israel en virtud de su posición como comandante en jefe del Ejército iraní.