Agencia AJN.- Al igual que los israelíes están desechando las máscaras faciales en cantidades cada vez mayores, las pruebas de su eficacia son cada vez más numerosas y la Organización Mundial de la Salud está cambiando su consejo para fomentar su uso.

Los resultados están a la vista del mayor estudio del mundo sobre las máscaras faciales para defenderse del nuevo coronavirus, y apuntan a una importante reducción del riesgo. El uso de cubiertas faciales reduce las posibilidades de infección por COVID-19 en un 85 por ciento al encontrarse con alguien con el virus, según un equipo dirigido por canadienses que publicó un meta-análisis de la investigación mundial sobre máscaras en The Lancet, una revista médica revisada por pares, a principios de este mes.

Israel está experimentando un pico en los casos de coronavirus, y el gobierno dijo el lunes por la noche que había 179 nuevas infecciones confirmadas en las 24 horas anteriores. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha aplicado del «freno de emergencia» para reducir las restricciones del virus.

El domingo, Netanyahu reprendió a la nación por la reducida adherencia a las precauciones, incluyendo el cubrimiento de la cara. Dirigiéndose al gabinete, dijo que parte del reciente aumento de casos es resultado de la apertura del país «pero parte de ello también se deriva claramente de una relajación en el estricto cumplimiento de las normas relativas a las máscaras, el distanciamiento y la higiene». En Israel se han producido 300 muertes por el virus y actualmente hay casi 3.000 infecciones activas.

El equipo financiado por la Organización Mundial de la Salud, que publicó sus conclusiones en The Lancet, descubrió que las personas sanas que están cerca de una persona infectada reducen sus posibilidades de contraer el coronavirus del 17,4% al 3,1%, mediante el uso de una máscara. Mantener una distancia de un metro (3 pies) o más reduce las tasas de infección del 12,8% al 2,6% – y el distanciamiento social se hace aún más eficaz a medida que la distancia aumenta a dos o tres metros.

Mientras que las autoridades sanitarias de todo el mundo se apresuraron a pedir el distanciamiento social durante la pandemia, muchos han sido más reticentes a pedir a la gente que use máscaras. La OMS dijo inicialmente que no había pruebas que apoyaran el pedir a las personas sanas que usaran máscaras. Pero en los últimos días, desde que se publicó el nuevo estudio, ha cambiado su posición y ahora alienta el uso de máscaras en muchos entornos públicos. La OMS actualmente considera que las máscaras pueden ser «una barrera para las gotas potencialmente infecciosas».

«Las máscaras realmente salvan vidas»
En Israel, se dijo al público que llevara máscaras en público el 1 de abril, antes que en muchos otros países, y su uso se consagró entonces en la ley, pero los funcionarios dicen que ahora muchas personas no siguen la instrucción. Algunos expertos dicen que el nuevo estudio podría ser justo lo que necesitan en su ardua lucha por convencer a la gente de que use máscaras y observe el distanciamiento social.

«Es una demostración científica objetiva de que las máscaras realmente salvan vidas», dijo el inmunólogo Cyrille Cohen a The Times of Israel. «Es importante porque respalda con estadísticas lo que pensamos y creímos que era correcto».

Cohen, jefe del laboratorio de inmunoterapia de la Universidad de Bar-Ilan, añadió: «La conclusión es que el uso de máscaras puede limitar la infección y la contaminación, y esto es muy importante cuando estamos en un período después del confinamiento, cuando la gente sale, y cuando ves que en las calles de Israel la gente a menudo no lleva máscaras».

El experto en sistemas inmunológicos Tomer Hertz dijo que el nuevo estudio ayuda a desafiar la percepción común sobre las máscaras. «Esto demuestra que las máscaras son buenas para proteger a la persona que las usa, y no sólo para proteger a los demás», dijo.

Hertz, miembro de la facultad de Microbiología, Inmunología y Genética de la Universidad Ben-Gurion del Neguev, agregó: «El estudio muestra que las máscaras son una buena estrategia a largo plazo para el público».

El estudio de The Lancet viene como otra revista retractó un artículo que había puesto en duda la utilidad de las máscaras.

Hace un mes, Annals of Internal Medicine publicó un artículo afirmando que las máscaras usadas por personas infectadas no impiden que transmitan el COVID-19 al toser. Las mascarillas «parecen ser ineficaces para prevenir la diseminación del SARS-CoV-2 a partir de la tos de los pacientes», escribió un equipo de la Universidad de Ulsan, Corea del Sur. El martes pasado los investigadores escribieron que los editores les habían pedido que se retractaran de su artículo, y admitieron que sus resultados eran «ininterpretables».

La investigación de The Lancet, dirigida por Derek Chu, de la Universidad McMaster del Canadá, fue un meta-análisis de unos 172 estudios que se han realizado en 16 países y seis continentes para hacer un seguimiento de la salud de las personas que siguieron las prácticas recomendadas. Se centraron en el COVID-19 y en otras infecciones causadas por la misma familia de virus: el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS).