Agencia AJN.- Israel e Irán llevan años preparándose para el momento en que ambos adversarios entren en conflicto directo. Enemigos acérrimos, los ejércitos de ambos países se han entrenado para tal escenario. Los asesinatos gemelos de dos destacados líderes terroristas antiisraelíes con apenas unas horas de diferencia a principios de esta semana han llevado este escenario a lo más cerca que ha estado nunca.

Ambos dirigentes, Fuad Shukur, de Hezbollah, con sede en Líbano, e Ismail Haniyeh, líder político de Hamás, fueron asesinados con menos de 12 horas de diferencia. Israel asumió la responsabilidad de la muerte de Shukur en Beirut y no lo ha hecho en el caso de Haniyeh, pero es probable que esté detrás del asesinato que tuvo lugar en suelo iraní.

Los dirigentes iraníes prometieron inmediatamente vengarse.

Las tensiones han ido en aumento desde entonces. Horas después del asesinato, las compañías aéreas empezaron a cancelar sus vuelos tanto a Israel como a Líbano. Los gobiernos extranjeros están instando a sus ciudadanos a abandonar la región inmediatamente.

Israel lleva casi 10 meses librando una guerra contra Hamás, desde que el grupo perpetró un ataque sorpresa contra el Estado judío el 7 de octubre. Inmediatamente después, otros apoderados de Irán se sumaron a la ofensiva contra Israel. Desde entonces ha sufrido los ataques de Hezbollah en su frontera con Líbano, de los rebeldes Houthi en Yemen, de las milicias chiíes respaldadas por Irán en Irak y Siria, así como los crecientes disturbios en los territorios de Cisjordania controlados por los palestinos. Todos ellos están instigados por Irán, que lleva décadas financiando y entrenando a estos grupos, preparándolos para el día en que Teherán lance un ataque total contra Israel.

«Desde el comienzo de la guerra, he dejado claro que luchamos contra el eje del mal de Irán. Se trata de una guerra existencial contra un cerco de ejércitos terroristas y misiles que Irán quisiera estrechar alrededor de nuestro cuello», dijo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una sesión informativa celebrada el miércoles desde el cuartel general militar de Tel Aviv. «Tenemos ante nosotros días difíciles. Desde el atentado de Beirut, hemos escuchado amenazas de todas partes. Estamos preparados para cualquier escenario, y nos mantendremos unidos y decididos contra cualquier amenaza. Israel cobrará un precio muy alto por la agresión contra nosotros venga de donde venga».

El Mando del Frente Interior del ejército, encargado de esbozar las directrices de defensa para los civiles, aún no ha modificado sus directrices animando a los israelíes a mantener sus rutinas.

«Irán tiene una amplia gama de opciones para sus represalias», dijo el general de brigada (res.) Yossi Kuperwasser, del Instituto Misgav para la Seguridad Nacional y ex jefe de la División de Investigación de la inteligencia militar israelí. «Todas las partes entienden que las posibilidades de que este conflicto se deteriore hasta convertirse en una guerra regional a gran escala no son pequeñas, a pesar de que todos digan que no tienen interés en ello».

Israel e Irán se han enzarzado en una guerra en la sombra el uno contra el otro. Se cree que el ejército israelí está detrás de cientos de ataques aéreos contra objetivos iraníes en Oriente Próximo, además de ciberataques contra importantes infraestructuras de la República Islámica. Se cree que Irán está detrás de los ataques contra petroleros operados por Israel, los intentos de secuestro y asesinato de israelíes en países como Chipre y Turquía en los últimos meses y el suministro constante de armas a sus apoderados.

La guerra en la sombra se transformó a principios de este año, en abril, cuando Irán lanzó un ataque directo sin precedentes contra Israel. Disparando más de 300 misiles y aviones no tripulados suicidas contra el país, se desmarcó de su doctrina de atacar indirectamente a Israel a través de sus numerosos apoderados situados en las fronteras del Estado judío. El ataque de Irán fue una represalia por un ataque israelí contra el consulado iraní en Siria. Fue lo más cerca que han estado ambos países de un enfrentamiento directo tras décadas de tensiones y acusaciones.

«Esto marcó una nueva fase en el conflicto entre Israel e Irán con el ataque directo a Israel desde suelo iraní», dijo a The Media Line el Dr. Raz Zimmt, experto en Irán, del Centro de la Alianza para Estudios Iraníes de la Universidad de Tel Aviv. «Desde el momento en que esta opción se añadió a la caja de herramientas de las respuestas, es mucho más fácil volver a utilizarla».