Agencia AJN.- La conocida como Causa 3000 volvió a ocupar titulares en las últimas horas debido a que uno de los testigos de cargo, Miki Ganor, se presentó repentinamente en sede policial y anunció que cambiaba su versión de los hechos y renunciaba al acuerdo que mantenía con la Fiscalía. Ganor fue arrestado, de testigo “estrella” pasó a ser sospechoso y todo parece indicar que le esperan varios años de cárcel.

De todos modos, Miki Ganor asegura ahora que – contrariamente a lo que había declarado – él no sobornó a nadie y que el dinero que entregó tenía “justificación legal”. También advierte que fue presionado y hasta instruido por la Policía en sus primeras declaraciones y careos con otros testigos.

De todos modos, en el marco de un acuerdo con la Fiscalía, Ganor proporcionó videos, grabaciones y documentación, y sus careos y testimonios llevaron a otros involucrados en la causa a ampliar declaraciones y confesiones. Todo ese material mantiene su validez y podrá ser utilizado.

La causa de los submarinos

La “Causa 3000” es el nombre con el que se conoce la investigación de una serie de acuerdos para operaciones de compra para la Marina de Israel, que se llevaron a cabo durante la última década y contaron con la intervención poco habitual de la Oficina del Primer Ministro. Estos acuerdos incluyen la compra de un sexto submarino de la compañía alemana Thyssenkrupp, la intención de pedir tres submarinos adicionales a los alemanes y la adquisición de cuatro embarcaciones para proteger el espacio marítimo comercial de Israel y las plataformas de gas.

Además, se examina la autorización que los alemanes recibieron de fuentes israelíes para vender submarinos similares al Ejército egipcio, con tecnología de avanzada idéntica a la que recibía Israel.

En noviembre del año pasado, la Policía anunció que hay “base probatoria” para presentar demandas penales contra seis involucrados en la causa, algunos de ellos muy allegados al primer ministro Netanyahu. Miki Ganor, representante de Thyssenkrupp en Israel, es sospechoso de haber manejado el sistema de sobornos que supuestamente se había establecido. El abogado David Shimron – primo y abogado personal de Binyamin y Sara Netanyahu – es sospechoso de haber recibido 270.000 shekels como mediador en el soborno, utilizando su cercanía al primer ministro como argumento.

El ex vicejefe del Consejo Nacional de Seguridad de Israel y candidato de Netanyahu para ocupar la jefatura del organismo, Abriel bar Yosef, es investigado por supuestamente haber ayudado a Ganor a convertirse en representante de Thyssenkrupp y por haber impulsado estas operaciones de compra para las Fuerzas de Defensa de Israel.

Los otros sospechosos investigados en esta causa son: David Sharan, ex jefe de la Oficina del Primer Ministro Netanyahu, Eliezer Zandberg, ex ministro, general de brigada (R) Shaike Brosh, mayor general de la Marina Eliezer Marom y el abogado Itzjak Molcho – enviado especial del primer ministro Netanayhu a diversas negociaciones – que finalmente no será procesado, por falta de pruebas.

Miki Ganor, de testigo de cargo a sospechoso

Las acciones de Netanyahu

En las últimas semanas, Binyamin Netanyahu viene llevando a cabo una lucha con la Contraloría del Estado para que se le permita recibir donaciones de dos acaudalados empresarios para pagar los servicios de los abogados que lo representan en las causas en las que se lo investiga. Uno de ellos es su primo, Nathan Milikowsky.

Por el momento esas donaciones no le fueron autorizadas, pero la información que surgió en este caso parece complicar aún más la situación del mandatario.

El Comité de Contraloría del Estado, que rechazó esta solicitud, informó que según datos que proporcionó el propio Binyamin Netanyahu, el primer ministro tuvo acciones en un conglomerado de empresas de aditivos para acero -Seadrift – junto con Milikowsky.

En noviembre de 2010, Netanyahu vendió sus acciones y el comprador fue el propio Milikowsky, a través de una de sus compañías. Al día siguiente, Seadrift se fusionó con la empresa Graftech, que ya era dueña del 19% de sus acciones y daba servicios a Thyssenkrupp.

De acuerdo con los reportes de la prensa israelí, durante los años en que mantuvo esas acciones, Binyamin Netanyahu era legislador, jefe de la oposición en el Parlamento.  Además, el primer ministro negó en el pasado cualquier conexión con esta compañía y afirmó que no había hablado con Milikowsky al respecto.

Según los informes, la Oficina del Fiscal del Estado está examinando cuándo recibió Netanyahu las acciones y a cambio de qué. Con respecto a la venta de dichas acciones, la pregunta que plantean es si Netanyahu recibió una compensación, y por qué debió pedir un préstamo al primo para pagar el impuesto correspondiente. También se estaría investigando cómo Binyamin Netanyahu vendió sus acciones tras un tiempo relativamente corto, con una ganancia excepcionalmente alta.