Agencia AJN.- El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel anunció ayer que adopta una de las medidas más severas en el libro de procedimientos diplomáticos y cierra su embajada en Irlanda. Es la primera vez que Israel cierra una embajada de un Estado miembro de la UE, el mayor socio comercial de Israel. La razón para tomar medidas fue una «política antiisraelí extrema» y «cruzar líneas rojas» en su apoyo a los palestinos en las instituciones internacionales, incluyendo unirse al bando palestino contra Israel en el proceso judicial de La Haya. Tanto Israel como Irlanda tienen en las industrias tecnológicas sus principales motores de crecimiento económico y se encuentran claramente en rumbo de colisión diplomática. «Globes» examina los últimos acontecimientos.

¿Cuál es el trasfondo del cierre de la embajada de Israel?

Irlanda está considerado el país más propalestino de la UE, con una opinión pública profundamente identificada con los palestinos como pueblo ocupado. Después del 7 de octubre de 2023, la opinión pública y los políticos se unieron para expresar su apoyo a los palestinos, no a los israelíes. «Vemos nuestra historia a través de los ojos (de los palestinos)», dijo entonces el primer ministro Leo Varadkar. El 79% cree que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza, según encuestas recientes, y el 71% cree que los palestinos viven bajo un régimen de apartheid.

Irlanda ha iniciado en los últimos meses un intento de suspender las relaciones comerciales entre Israel y la UE, alegando que Israel viola el derecho internacional. De forma independiente, anunció una ley para boicotear los productos procedentes de los asentamientos, contraria a la política de la UE. El fondo soberano irlandés ha desinvertido en todas las empresas israelíes de su cartera. Irlanda también reconoció un Estado palestino en mayo, en una medida coordinada con España y Noruega. El presidente irlandés acusó a la embajada israelí de filtrar una halagadora carta de felicitación que había escrito al nuevo presidente iraní, y el primer ministro Simon Harris anunció la semana pasada que Irlanda se sumaría a una petición sudafricana que denuncia un genocidio en la Franja de Gaza. Irlanda, que fue el último país de la UE en abrir una embajada israelí, en 1996, podría convertirse ahora en el primero en cerrarla.

¿Qué tipo de relaciones comerciales existen entre Israel e Irlanda?

Según el Instituto de Exportación de Israel, el comercio anual combinado entre Israel e Irlanda ascendía a 5.900 millones de dólares en 2023. La mitad de esta cantidad corresponde a bienes y la otra mitad a servicios. En el sector de bienes, Israel exportó bienes por valor de 2.500 millones de dólares (principalmente electrónica y equipos industriales), mientras que importó bienes por valor de 500 millones de dólares de Irlanda (equipos electrónicos y productos farmacéuticos). En el sector servicios, Irlanda se ha convertido, con la ayuda de una política fiscal favorable, en un destino para las empresas tecnológicas israelíes que buscan un acceso fácil al mercado europeo, por lo que se trata principalmente de propiedad intelectual.

Según Ofir Angel, Presidente de la Cámara de Comercio Israel-Irlanda y Presidente de la consultora internacional Auren en Israel, «cientos de israelíes se han trasladado a Irlanda» en los últimos años, en el marco de la apertura de oficinas europeas o del traslado de empresas tecnológicas israelíes a Irlanda. Una de las más notables es Wix, que abrió una oficina en Dublín.

Angel afirma: «Antes de la guerra de Gaza, varias empresas irlandesas visitaron Israel para estudiar su participación en proyectos de infraestructuras de transporte, comunicaciones y ferrocarriles, y hubo proyectos conjuntos de Intel, (que opera en ambos países)». Pero desde el comienzo de la guerra, afirma, «las consultas procedentes de Irlanda han descendido un 80%. Es como si a las empresas irlandesas no les interesara tener ninguna relación con Israel, o que se las etiquetara con una».

Desde el lado israelí, dice, el interés en los últimos años ha sido principalmente de empresas tecnológicas. «Los irlandeses siguen teniendo una política de fiscalidad indulgente con las empresas tecnológicas, y es un país europeo de habla inglesa que utiliza el euro, por lo que es un destino de éxito para las empresas que intentan entrar en el mercado europeo. Pero desde el comienzo de la guerra, es mucho más difícil ser israelí en Irlanda. El ambiente está en nuestra contra. Todos los que viven allí ocultan que son israelíes».

¿Cuáles son las implicaciones económicas del cierre de la embajada?

Angel dice: «Desde el punto de vista empresarial, es una pena, porque hay gente en la embajada de Dublín que ha sido de gran ayuda para las empresas israelíes que han entrado en el mercado irlandés en los últimos años. Allí hay un equipo experimentado que incluso ayuda informalmente a abrir las puertas adecuadas. Estas conexiones desaparecerán».

Desde un punto de vista estratégico, añade, se trata de un desarrollo desdichado, «porque todos estos años Israel no ha invertido mucho en diplomacia o en cambiar la opinión pública en Irlanda. En realidad podríamos ser un país cercano a los irlandeses, no un país rival. Tenemos características similares y competimos por los inversores tecnológicos estadounidenses. Tenemos que decidir estratégicamente cómo proceder, y ahora mismo ambas partes se han visto arrastradas a ser rivales. Actualmente competimos tanto por los inversores como por la opinión pública mundial».

¿Cuáles son las implicaciones diplomáticas del cierre de la embajada?

«Hay aquí un mensaje muy agudo de abandono de un país desde una perspectiva diplomática», dice la doctora Maya Sion-Tzidkiyahu, directora del Programa de Relaciones Israel-Europa del Instituto Mitvim. «Es cierto que Irlanda es un país pequeño, pero no es marginal. Económicamente es importante porque es un centro para muchas empresas tecnológicas internacionales. Nuestro mensaje al cerrar la embajada es que no vemos sentido a mantener relaciones con ellos. Hagamos lo que hagamos, no verán el lado israelí, lo cual es irreversible».

El Dr. Sion-Tzidkiyahu afirma que el caso irlandés es excepcional y que las posiciones contra Israel son especialmente fuertes, «por lo que es difícil que el panorama cambie. A veces es precisamente cuando se rompen las reglas cuando se transmite bien el mensaje. Cuando los propios irlandeses piden el cierre de la embajada en Israel y la ruptura de relaciones diplomáticas, cuando se publican fotos de la embajadora israelí con ilustraciones de sangre y se pide su destitución, quizá sea bueno pensar hasta dónde se puede llegar dándose cabezazos contra la pared».

¿Cómo se verá en Irlanda la medida de Israel?

Los periódicos irlandeses informaron de la medida israelí en sus portadas el lunes por la mañana. El Primer Ministro Simon Harris dijo que no se esperaba que Irlanda cerrara su embajada en Israel en un futuro próximo como respuesta, «Porque hace un trabajo importante». El ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Micheal Martin, afirmó que Irlanda «no es hostil» a Israel, pero que la situación en Gaza «supera cualquier medida de humanidad». También reiteró la intención de Irlanda de llevar a la cumbre de la UE el acuerdo de asociación de la UE con Israel, que sirve de base para las relaciones comerciales.

El presidente del Consejo Representativo Judío de Irlanda, Maurice Cohen, se declaró «profundamente preocupado». Criticó la política del gobierno irlandés de unirse a Sudáfrica en el caso de La Haya, y dijo que el cierre de la embajada no era sólo un «golpe simbólico» para israelíes y judíos, sino también una desventaja por la pérdida de los servicios de la embajada. En las redes sociales, muchos israelíes residentes en Irlanda expresaron su preocupación por seguir recibiendo servicios consulares en la embajada de Dublín.