Agencia AJN.- Los organizadores de una protesta masiva antigubernamental prevista para el sábado por la noche en Tel Aviv dijeron que la manifestación seguiría adelante como estaba previsto tras varios atentados terroristas mortales y actos de violencia, pero que habían accedido a la petición de la policía de cancelar una marcha posterior por las calles de la ciudad.

También están previstas manifestaciones en otros lugares, como frente a la Residencia del Presidente en Jerusalem, donde los organizadores han preparado una lista de oradores compuesta exclusivamente por mujeres.

La policía subrayó que, en medio de la actual oleada terrorista, era esencial mantener despejadas las principales carreteras, incluso para el acceso de los vehículos de emergencia.

Cientos de miles de personas han celebrado multitudinarias protestas en Tel Aviv y en todo el país contra los planes de reforma judicial del gobierno todos los sábados de las últimas 14 semanas, y las manifestaciones han continuado después de que la coalición pusiera en pausa la legislación para permitir un periodo de diálogo sobre sus esfuerzos altamente divisivos para debilitar el sistema judicial.

Sin embargo, la policía pidió a los organizadores de Tel Aviv que cancelaran una marcha prevista en la ciudad después de la manifestación del sábado por la noche, tras los dos atentados mortales del viernes, y en medio de una gran tensión en todo el país después de que se lanzaran cohetes contra el Estado judío desde Líbano y la Franja de Gaza, lo que provocó ataques aéreos de represalia por parte de Israel en Gaza e inusuales disparos de artillería contra Líbano.

En un comunicado, los organizadores de la protesta afirmaron que estaban «plenamente coordinados» con la policía y que, aunque la marcha se había cancelado, la protesta principal en la calle Kaplan de Tel Aviv seguiría adelante.

«El gobierno de Israel está fracasando en todos los ámbitos», afirmaron. «En lugar de desechar la legislación [de revisión judicial] y centrarse en la seguridad, sus ministros de alto rango están diciendo al público que continuarán con sus esfuerzos para convertir a Israel en una dictadura una vez que termine el receso de la Knesset [a finales de mes]».

Los organizadores afirmaron que la protesta del sábado se celebraría «al mismo tiempo que decenas de actos culturales y deportivos siguen adelante, al igual que la concentración en el Muro Occidental [para la bendición sacerdotal Birkat Kohanim] y las visitas al Monte del Templo durante la festividad [de Pascua]. No debe permitirse que triunfe el terrorismo».

Sin embargo, señalaron que la «protesta seguirá adelante con un programa especial, compartiendo el dolor de las familias [de las víctimas] y ofreciendo apoyo a los servicios de seguridad y a los residentes en las zonas de conflicto».

Los grupos de reservistas militares israelíes, incluidos pilotos y oficiales de las fuerzas especiales, han desempeñado un papel clave en las protestas, amenazando con negarse a presentarse al servicio de reserva si la revisión sigue adelante. Suspendieron sus amenazas mientras se celebran las conversaciones.

«Continuaremos nuestra protesta contra la dictadura como si no hubiera guerra contra el terrorismo y seguiremos presentándonos al servicio de reserva y apoyando a las IDF y a las fuerzas de seguridad como si no hubiera guerra contra la dictadura», decía el comunicado.

La policía, en un comunicado el sábado, dijo que miles de agentes se desplegarán en las protestas e instó a los manifestantes a no bloquear carreteras, alterar el orden público o interferir con la policía que intenta cumplir con su deber.

También hicieron un llamamiento a la población para que informara de cualquier cosa sospechosa.

«En estos días de máxima alerta en todo el país, es importante mantener las carreteras abiertas para el paso de los vehículos de emergencia», señala el comunicado.

El viernes, un turista italiano murió y otras siete personas resultaron heridas en un presunto atentado con coche bomba en el parque Charles Clore de Tel Aviv, junto al mar, cuando un árabe-israelí de 45 años de Kafr Qassem embistió con su vehículo a gran velocidad a un grupo de personas que paseaban por el paseo marítimo.

El viernes, dos hermanas israelíes de nacionalidad británica murieron y su madre resultó herida de gravedad en un tiroteo en Cisjordania. Las Fuerzas de Defensa de Israel iniciaron una persecución de los pistoleros y otros sospechosos que huyeron del lugar de los hechos.

El aumento de la violencia se ha producido en un momento en que las tensiones se han disparado en los últimos días tras las incursiones de la policía israelí en el recinto de la mezquita de Al Aqsa, en el Monte del Templo, para sofocar los disturbios; el jueves, terroristas de Hamás dispararon salvas de cohetes contra Israel desde Gaza y Líbano, según las autoridades. Israel, en respuesta, lanzó varios ataques aéreos contra objetivos de Hamás en Gaza y atacó la infraestructura del grupo en el sur del Líbano, donde tiene presencia entre los campos de refugiados palestinos.

También se han producido otros ataques en Cisjordania: tres soldados resultaron heridos el sábado en un atentado con coche bomba y otros dos en sendos tiroteos el miércoles y el jueves.

Al parecer, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo esta semana a su gabinete de seguridad que Israel estaba tratando de evitar una escalada de los conflictos en varios frentes, mientras el gobierno se veía lastrado por una oposición interna generalizada.

Netanyahu dijo que Israel debe evitar ser arrastrado a enfrentamientos y conflictos de mayor escala y presentar un frente unido, según un informe del viernes por el Canal 12, después de meses de intensa agitación interna provocada por el impulso de la revisión judicial de su gobierno y otras medidas controvertidas de la coalición de halcones.

«Hay suficientes disputas dentro de nosotros sobre otras cuestiones, estamos siendo desafiados de todas partes – en la oposición y en la calle», Netanyahu fue citado diciendo en la reunión por el Canal 12.

Las protestas no han dado señales de remitir desde que Netanyahu puso en pausa la reforma legislativa.

El sábado pasado, cientos de miles de personas salieron a la calle para exigir a la coalición que, en lugar de detener la legislación para debilitar los tribunales y politizar la selección de jueces, la archivara por completo.

Los medios de comunicación informaron de que al menos 170.000 y hasta unas 200.000 personas se manifestaron en Tel Aviv, mientras que decenas de miles más lo hicieron en numerosas ciudades de todo el país. Los organizadores de las protestas afirmaron que más de 400.000 personas se manifestaron en todo el país, aunque estas cifras no pudieron corroborarse.

«Seguiremos saliendo a la calle hasta que se nos prometa que el Estado de Israel seguirá siendo una democracia», afirmaron los organizadores.

La manifestación principal se celebró por decimotercer fin de semana consecutivo en la calle Kaplan de Tel Aviv y en Azrieli Junction, que se llenaron hasta los topes de manifestantes. También se celebraron concentraciones en unas 150 localidades de todo el país. Decenas de miles de personas protestaron en Haifa.

Los mensajes urgentes de los líderes de las protestas sobre la necesidad de seguir protestando en los días transcurridos desde que Netanyahu anunció un «retraso» en la legislación de los cambios judiciales radicales habían dado a entender que temían un descenso significativo de la asistencia a medida que la coalición aparcara sus planes. Pero la alta participación del sábado indica que el movimiento de protesta se ha vuelto resistente y no se apaciguará fácilmente.

Cientos de manifestantes bloquearon brevemente la autopista Ayalon en varios puntos a lo largo de la tarde, antes de ser desalojados por la policía. Diecinueve manifestantes fueron detenidos.

En un mitin celebrado en Jerusalem, el escritor de fama mundial David Grossman afirmó que los artífices de la reorganización habían «cometido el error de sus vidas» al despertar a los liberales israelíes para que pasaran a la acción.

Invocando una famosa cita de la Hagadá de la Pascua judía de esta semana, Grossman dijo: «¿Por qué esta noche es diferente de otras noches?».

«Hemos cambiado, nosotros los manifestantes, los que protestamos», dijo. «Nosotros mismos no imaginábamos el alcance del amor que se oculta en nuestro interior por la vida que hemos sido capaces de crear aquí en Israel».

Los partidos de la oposición llevan dos semanas manteniendo conversaciones con la coalición, con la mediación del presidente Isaac Herzog. Aunque las conversaciones continúan, pocos esperan que den lugar a un acuerdo y la confianza en que Netanyahu negocie de buena fe es muy escasa.

Netanyahu anunció que suspendía la legislación hace unas dos semanas, cuando se intensificó la oposición a la reforma judicial, con protestas masivas espontáneas en las que cientos de miles de personas salieron a las calles, seguidas de una huelga nacional, tras su despido del ministro de Defensa, Yoav Gallant, que había advertido de las implicaciones para la seguridad de las propuestas de la coalición y había pedido que se detuvieran para permitir las conversaciones.

El primer ministro indicó que el «tiempo muerto» duraría hasta la próxima sesión de la Knesset, que comienza el 30 de abril, lo que significa que la pausa tendrá lugar en su mayor parte cuando la Knesset esté en receso de todos modos.

Pero insistió en que la reforma acabará aprobándose «de un modo u otro» y se restablecerá el «equilibrio perdido» entre los poderes del Estado. «No abandonaremos el camino para el que fuimos elegidos», prometió.

El fiscal general ha advertido de que el actual paquete legislativo de la coalición -que le daría un control casi total sobre todos los nombramientos judiciales y limitaría radicalmente el Alto Tribunal- otorgaría al gobierno un poder prácticamente ilimitado, sin proporcionar ninguna protección institucional para los derechos individuales o para el carácter democrático de Israel.