Agencia AJN.- Los iraníes reaccionaron con ira y miedo a los ataques israelíes. Algunos instaron a represalias, mientras que a otros les preocupa que el conflicto pueda acarrear más dificultades para una nación agobiada por la crisis.

Con Teherán y otras ciudades sacudidas durante la madrugada, algunos planean partir hacia la vecina Turquía, preparándose para una escalada después de que Israel señalara que su operación continuaría «tantos días como fuera necesario».

En una ola inicial de pánico, algunos iraníes corrieron a los bancos para retirar efectivo por la mañana.

Algunos opositores a los clérigos gobernantes expresaron su esperanza de que el ataque israelí pueda conducir a su caída, pero otros apoyan represalias iraníes, a pesar de no ser partidarios de la República Islámica.

Muchos iraníes creen en su derecho a tener un programa nuclear civil, pero algunos dijeron que ahora le está costando demasiado al país.

Los gobernantes se enfrentan a innumerables crisis, desde la escasez de energía y agua hasta el colapso de su moneda y la creciente indignación pública por las dificultades económicas, causadas en gran medida por las sanciones estadounidenses a su programa nuclear y la mala gestión económica.

Sin embargo, el liderazgo clerical aún mantiene un férreo control sobre el país, respaldado por fuerzas de seguridad leales. Así, agentes de civil y fuerzas policiales se desplegaron hoy en las calles de varias ciudades, incluida Teherán.