Agencia AJN.- El principal diplomático chino dijo el martes a uno de los aliados más cercanos del presidente Vladimir Putin que la relación de Pekín con Moscú era «sólida como una roca» y que resistiría cualquier prueba en una situación internacional cambiante.

La asociación «sin límites» de China con Rusia ha sido objeto de escrutinio en Occidente después de que Estados Unidos dijera que le preocupaba que Pekín pudiera estar considerando suministrar armas a Rusia un año después de la invasión de Ucrania.

En una reunión en Moscú, Wang Yi dijo a Nikolai Patrushev, secretario del poderoso Consejo de Seguridad ruso, que esperaba con interés las conversaciones sobre seguridad.

«Las relaciones chino-rusas tienen un carácter maduro: son sólidas como una roca y resistirán cualquier prueba en una situación internacional cambiante», dijo Wang al «camarada» Patrushev a través de un intérprete ruso en unas declaraciones emitidas por la televisión estatal.

Wang dijo que Rusia y China deberían elaborar nuevas medidas conjuntas para garantizar la seguridad de ambos países, sin dar más detalles.

Patrushev, cercano a Putin, dijo al «camarada» Wang que Pekín era una prioridad absoluta de la política exterior rusa y que los dos países debían permanecer unidos frente a Occidente.

«En el contexto de la campaña emprendida por el Occidente colectivo para contener tanto a Rusia como a China, la profundización de la cooperación e interacción ruso-chinas en la arena internacional reviste una importancia particular», citó RIA a Patrushev.

El presidente chino, Xi Jinping, está preparando una visita a Moscú para celebrar una cumbre con Putin en los próximos meses, según informó el martes el Wall Street Journal, citando a personas familiarizadas con el plan.

Los preparativos para el viaje están en una etapa temprana y el calendario no se ha finalizado, dijo el WSJ, añadiendo que Xi podría visitar en abril o principios de mayo, cuando Rusia celebra su victoria de la Segunda Guerra Mundial sobre Alemania.

La invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero ha desencadenado uno de los conflictos europeos más mortíferos desde la Segunda Guerra Mundial y el mayor enfrentamiento entre Moscú y Occidente desde la crisis de los misiles cubanos de 1962.

La guerra comenzó pocas semanas después de que Putin y Xi declararan una asociación «sin límites».

Xi se ha mantenido al lado de Putin, resistiendo la presión occidental para aislar a Rusia. El comercio chino-ruso se ha disparado desde la invasión de Ucrania, y Rusia ha vendido a las potencias asiáticas, incluida China, mayores volúmenes de petróleo.

Putin y Xi comparten una amplia visión del mundo que considera a Occidente decadente y en declive, al igual que China desafía la supremacía estadounidense en todos los ámbitos, desde la tecnología al espionaje y el poder militar.

Estados Unidos considera a China y Rusia las dos mayores amenazas para su seguridad. Washington considera a China el «competidor estratégico» más grave a largo plazo y a Rusia una «amenaza aguda».

«Quiero confirmar nuestro continuo apoyo a Pekín en las cuestiones de Taiwán, Xinjiang, Tíbet y Hong Kong», declaró Patrushev.

Wang tenía previsto reunirse el miércoles con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, en el marco de su visita a Moscú. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha dicho que no descarta una reunión entre Wang y Putin, afirmando que «hay mucho de qué hablar».