Agencia AJN.- Los ministros de Relaciones Exteriores de Egipto, Jordania, Francia y Alemania manifestaron hoy en forma conjunta su vehemente oposición al plan de Israel de anexar unilateralmente partes de Cisjordania, advirtiendo que tal medida podría desestabilizar la región y afectar negativamente las relaciones bilaterales con Jerusalem.

“Estamos de acuerdo en que cualquier anexión de territorios palestinos ocupados en 1967 sería una violación del derecho internacional y pondría en peligro los cimientos del proceso de paz. No reconoceríamos ningún cambio en las fronteras de 1967 que no hayan sido acordados por ambas partes en el conflicto», transmitieron Sameh Shoukry, Ayman al-Safadi, Jean-Yves Le Drian y Heiko Maas en un comunicado emitido después de discutir el asunto por videoconferencia.

Asimismo agregaron en el documento: “También coincidimos en que tal paso tendría graves consecuencias para la seguridad y la estabilidad de la región, y constituiría un obstáculo importante para los esfuerzos encaminados a lograr una paz integral y justa. También podría tener consecuencias para la relación con Israel”.

La declaración es la primera amenaza formal de El Cairo contra el plan de anexión de Israel y que según su interpretación podría afectar sus relaciones con Jerusalem.

Shoukry se ha manifestado en contra del plan del primer ministro Benjamin Netanyahu de aplicar la soberanía israelí a todos los asentamientos en Cisjordania y el Valle del Jordán. Pero Egipto hasta ahora ha sido notablemente reservado en su crítica pública de la medida planeada.

En tanto, Jordania, Francia y Alemania manifestaron en forma reiterada sus cuestionamientos al plan de anexión.

“Subrayamos nuestro firme compromiso con una solución negociada de dos estados basada en el derecho internacional y las resoluciones relevantes de la ONU. Discutimos cómo reiniciar un fructífero compromiso entre la parte israelí y palestina, y ofrecer nuestro apoyo para facilitar un camino hacia las negociaciones ”, concluyó la declaración conjunta.

El Reino Hachemita es quizás el crítico más fuerte del plan de anexión de Israel, con el Rey Abdullah diciendo que «conduciría a un conflicto masivo» con su país.

También el martes, al-Safadi sostuvo una reunión virtual con altos funcionarios de Omán, Kuwait, Túnez, Egipto, Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos, y el secretario general de la Liga Árabe, para discutir «los últimos desarrollos en la cuestión palestina».

Según consignó el diario The Times of Israel, Le Drian declaró el mes pasado a los legisladores franceses que París estaría preparada para considerar medidas punitivas, especialmente en las esferas económica y comercial, en respuesta a una anexión israelí.

Maas, quien el 10 de junio estuvo en Jerusalem para expresar las «preocupaciones serias y honestas» de Berlín sobre la anexión , hasta ahora se ha abstenido de discutir públicamente las sanciones, argumentando que ahora no es el momento de las amenazas.

El lunes por la noche, Netanyahu habló con el primer ministro británico, Boris Johnson, y reiteró su disposición a «realizar negociaciones sobre la base del plan de paz del presidente (Donald) Trump, que es creativo y realista, y no volverá a las fórmulas fallidas del pasado», según una lectura proporcionada por la oficina de Netanyahu.

Los dos líderes acordaron reforzar los lazos entre sus países en todos los campos y, en particular, profundizar la cooperación en la lucha contra el brote de coronavirus.

Netanyahu ha aceptado el plan Trump, que ha sido rechazado por completo por los palestinos.

El primer ministro ha estado presionando para avanzar con un aspecto clave del plan que le permite a Israel extender la soberanía a sus asentamientos en Cisjordania y el Valle del Jordán, que comprenden alrededor del 30% del territorio de Cisjordania. Según el plan de EE.UU., el 70% restante se asignaría a los palestinos para un futuro estado.

Aunque Netanyahu había establecido el 1 de julio como fecha para aplicar unilateralmente la soberanía, se ha abstenido de tomar medidas en medio de una amplia oposición en la comunidad internacional e incluso en Washington, y entre sus aliados políticos. Las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos están congeladas desde 2014.

En contra del plan de Trump, los palestinos presentaron el mes pasado su propia propuesta y ofrecieron reiniciar las negociaciones directas sobre la base de una retirada israelí a las líneas anteriores a 1967, con pequeños ajustes fronterizos.