Agencia AJN.- El mandato récord de Benjamin Netanyahu como primer ministro terminó el domingo por la noche cuando la Knesset votó para aprobar el nuevo gobierno formado por el líder de Yamina Naftali Bennett y el presidente de Yesh Atid, Yair Lapid.

El nuevo gobierno pasó a las 8:55 con el apoyo de 60 diputados, mientras que 59 se opusieron. Ra’am (Lista Árabe Unida) el diputado Saeed Alharomi se abstuvo.

Los diputados de la nueva coalición y sus familiares en la galería de visitantes estallaron en aplausos cuando se anunciaron los resultados.

Bennett y Netanyahu se dieron la mano y, tras su juramento como primer ministro, Bennett se sentó en la silla de Netanyahu en el pleno de la Knesset. Pero cuando Bennett pasó junto a la nueva silla de Netanyahu luego de su juramento, Netanyahu se negó a tomar su mano nuevamente.

Luego, los ministros tomaron turnos para prestar juramento. Bennett prestó juramento como el decimotercer primer ministro de Israel y Lapid como el decimocuarto.

Naftali Bennet (izq.)y Yair Lapid (der.)

Bennett convocó al gobierno para su primera reunión en la Knesset. La foto histórica del 36 ° gobierno de Israel se tomará en la Residencia del Presidente el lunes.

Más temprano el lunes, Bennett presentó desafiante a los ministros y directrices de su nuevo gobierno en un discurso en el pleno de la Knesset, mientras que los diputados que estarán en la oposición lo interrumpieron constantemente.

En el momento en que Bennett comenzó su discurso de presentación de su gobierno, el líder del Partido Religioso Sionista Bezalel Smotrich y otros diputados gritaron «Vergüenza» mientras agitaban carteles de víctimas del terrorismo. Fueron sacados del pleno.

«Estoy orgulloso de poder sentarme en un gobierno con personas con opiniones muy diferentes», dijo Bennett a sus interlocutores en el pleno de la Knesset, y agregó que parecían tener un problema con perder el poder.

Bennett pidió a todos los lados del espectro político que muestren moderación. En los últimos años, Israel había dejado de ser administrado como país, dijo.

«El tono fuerte de los gritos es el mismo que el de no gobernar durante su mandato», respondió Bennett a los diputados del Likud.

Shas y los diputados del judaísmo de la Torá Unidos interrumpieron a Bennett, llamándolo mentiroso y tramposo. Pero Bennett prometió ayudar al sector haredi (ultraortodoxo), a pesar de que sus diputados no serían parte de su gobierno. Se comprometió a construir una nueva ciudad haredí para la creciente población del sector.

«Este no es un día de luto», dijo Bennett. “No hay ninguna desconexión aquí. No se está causando daño a nadie. Hay un cambio de gobierno en una democracia. Eso es. Y les aseguro que es un gobierno que trabajará por el bien de todo el pueblo.

“Haremos todo lo posible para que nadie tenga miedo. Estamos aquí en nombre del bien y para trabajar. Y les digo a aquellos que tienen la intención de celebrar esta noche, no bailen por el dolor de los demás. No somos enemigos; somos un solo pueblo».

En el discurso, Bennett dijo que su gobierno evitaría la nuclearización de Irán y no permitiría el lanzamiento de cohetes contra ciudadanos israelíes desde la Franja de Gaza. Bennett agradeció a la administración del presidente estadounidense Joe Biden por su apoyo durante la guerra en Gaza y se comprometió a mantener el apoyo bipartidista en Estados Unidos.

Bennett hizo hincapié en comenzar su discurso elogiando al primer ministro saliente, Benjamin Netanyahu, por su arduo trabajo a lo largo de los años para el Estado de Israel y su esposa, Sara, por su dedicación. Netanyahu merecía crédito por su acercamiento al jefe de Ra’am, Mansour Abbas, dijo. El nuevo gobierno tomaría medidas sin precedentes para llegar al sector árabe, prometió.

Benjamin Netanyahu y Mansour Abbas

Lapid canceló su discurso planeado y simplemente dijo que el comportamiento de los diputados en el gobierno saliente le recordó a él, a su madre y a todos los ciudadanos de Israel por qué era tan importante reemplazarlos.

Mientras Netanyahu hablaba, los diputados de la coalición que se estaba formando estaban completamente en silencio, haciendo un punto de mostrarle respeto. Los únicos diputados que lo interrumpieron fueron de la Lista Conjunta, hasta que el líder de Meretz, Nitzan Horowitz, mencionó los cargos criminales contra Netanyahu cerca del final del discurso.

Una crisis se evitó antes cuando Ra’am MK Saeed Alharomi dijo que no se opondría al nuevo gobierno, luego de una amenaza.

Nada podría interferir con la juramentación del nuevo gobierno el domingo por la noche, dijo Abbas a los periodistas en la Knesset, y agregó que «todos votaremos a favor del gobierno».

A cambio de su apoyo a la nueva coalición, Alharomi exigió que se cancelara una cláusula del acuerdo de la coalición con respecto a la construcción ilegal en el Negev.

Netanyahu y el ministro del Interior, Arye Deri, presionaron a Alharomi y le ofrecieron garantías, incluso sobre el tema de la Ley Kaminitz que aborda la construcción ilegal, en un intento de que votara en contra del gobierno.

Netanyahu permanecería en el poder si la escasa mayoría de la posible nueva coalición perdiera el apoyo de un solo diputado en un voto de confianza en la Knesset. Si Alharomi se abstiene en el voto de confianza, los diputados de la Lista Conjunta podrían acudir a su rescate y votar a favor.

El Likud respondió que sería vergonzoso que el gobierno se formara con el respaldo de diputados que apoyan a los terroristas y no reconocen a Israel como un estado judío-democrático.

En una votación separada, los diputados votaron para reemplazar al presidente de la Knesset, Yariv Levin, por el diputado de Yesh Atid, Mickey Levy.