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Medio Oriente

No culpes a Israel: es Hamás quien ha puesto en peligro todos los hospitales de Gaza

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Agencia AJN.- En la última semana ha habido un intenso debate centrado en el hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza, al parecer uno de los últimos hospitales en funcionamiento de la zona. Esto ha formado parte de un debate más amplio en curso en la guerra entre Hamás e Israel, sobre el estatuto de los hospitales en tiempo de guerra y en qué circunstancias podrían convertirse en objetos de operaciones militares legítimas.

Según el Derecho Internacional Humanitario, es un principio fundamental que los hospitales reciban una protección especial. Por ejemplo, el artículo 8.2 del Estatuto de Roma prohíbe «dirigir intencionadamente ataques contra» hospitales siempre que «no sean objetivos militares». El artículo 11 del Segundo Protocolo de los Convenios de Ginebra establece que las unidades médicas estarán «protegidas en todo momento».

Sin embargo, esta protección cesa si son «utilizadas para cometer actos hostiles».

Estas normas del derecho internacional son reconocidas por Israel y aplicadas durante su conflicto con Hamás en Gaza.

Hamás, organización terrorista despiadada, actúa sin tener en cuenta las normas del derecho internacional ni el valor de la vida humana, con una práctica arraigada de incrustar sistemáticamente sus operaciones en hospitales, utilizar a civiles como escudos humanos y construir túneles militares bajo los hospitales.

Quince meses después de iniciada la guerra por Hamás, apenas hay un hospital o instalación médica en Gaza que el grupo terrorista no haya convertido en un centro de mando militar, incluido el hospital Kamal Adwan. Allí, Israel ha detenido a más de 240 terroristas de Hamás, algunos de ellos disfrazados de pacientes, y ha encontrado alijos de armas, incluidas pistolas y explosivos. Cada uno de estos actos constituye una violación indiscutible del derecho de los conflictos armados.

Entre los sospechosos detenidos para ser interrogados se encontraba el director del hospital Kamal Adwan, Hussam Abu Safiya, sospechoso de ser un dirigente terrorista de Hamás, además de unos 15 terroristas que se infiltraron en Israel durante la masacre del 7 de octubre. En estas circunstancias, durante las cuales Hamás convirtió el Hospital Kamal Adwan en un lugar de concentración de terroristas, el hospital perdió su condición de lugar protegido por el derecho internacional y se convirtió en un objetivo legítimo de operaciones militares.

El objetivo militar de Israel es claro y definido: eliminar las capacidades militares de Hamás, que sigue utilizando hospitales y otras zonas civiles de Gaza para planear y ejecutar actos de terror contra Israel, así como el rescate de los 100 rehenes restantes que el grupo terrorista mantiene cautivos.

Sin embargo, el mero hecho de que Hamás se haya apoderado de hospitales como plataformas de lanzamiento personales y centros de mando terroristas no supone una carta blanca para llevar a cabo operaciones militares. Tampoco significa que los pacientes y el personal del hospital pierdan inmediatamente su condición de civiles. Según el derecho humanitario, Israel debe seguir respetando normas fundamentales como la distinción, la proporcionalidad y la precaución. En cada caso, ha actuado de conformidad con su obligación.

Basándose en información de inteligencia clara, Israel atacó un objetivo militar utilizado por terroristas de Hamás, como demuestran los aproximadamente 240 operativos detenidos. Apenas hubo civiles heridos en la operación, lo que indica que los daños incidentales previstos no eran excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa que se esperaba obtener de la operación.

Israel también tomó amplias precauciones, como avisar con antelación, evacuar a los civiles y proporcionar suministros médicos adicionales al hospital. Antes del comienzo de la operación selectiva, así como durante el proceso, se evacuó a unos 450 pacientes, así como a cuidadores y personal médico, mientras que decenas de miles de litros de combustible, alimentos y suministros médicos para el funcionamiento esencial del hospital también se entregaron a Kamal Adwan durante este período.

En pocas palabras, Israel ha hecho un esfuerzo sin precedentes para cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho de los conflictos armados, mientras que Hamás está haciendo todo lo posible para aumentar al máximo el número de víctimas.

Tras la operación antiterrorista selectiva en el hospital Kamal Adwan, la Organización Mundial de la Salud declaró que «el desmantelamiento sistemático del sistema sanitario en Gaza es una sentencia de muerte para decenas de miles de palestinos que necesitan asistencia sanitaria».

Hasta la fecha, la Organización Mundial de la Salud no ha condenado a Hamás por el uso sistemático de los hospitales de Gaza con fines militares. El llamamiento mundial a Hamás debería ser que deje de poner en peligro los hospitales. Muchos ignoran que Hamás ha desmantelado sistemáticamente el sistema sanitario de Gaza, con la aquiescencia de una comunidad internacional que se niega a llamarle la atención.

La Organización Mundial de la Salud tampoco reconoce que Israel está intentando reforzar el sistema sanitario de Gaza, colaborando con numerosos grupos para abastecer a los cinco hospitales activos en el norte de Gaza y a casi 20 hospitales de campaña.

Aquellos que realmente se preocupan por el bienestar de los civiles en Gaza y que están legítimamente horrorizados por las escenas que salen del Hospital Kamal Adwan harían bien en dirigir su indignación contra Hamás, que sigue convirtiendo de forma desmedida e ilegal los hospitales en sus centros de control y mando personales y arriesgando gravemente la vida de civiles inocentes.

Arsen Ostrovsky es abogado especializado en derechos humanos, director general del Foro Jurídico Internacional y miembro del Instituto Misgav para la Seguridad Nacional. John Spencer es catedrático de estudios sobre guerra urbana en el Modern War Institute de West Point, codirector del Urban Warfare Project del MWI y presentador del «Urban Warfare Project Podcast».  Brian L. Cox es profesor adjunto de Derecho en la Facultad de Derecho de Cornell, auditor retirado del Ejército de EE.UU. y estudiante de periodismo en la Universidad de Carleton. Las opiniones aquí expresadas no son necesariamente las de The Hill ni las de ninguna de estas organizaciones.

Medio Oriente

Irán dispara misiles más avanzados a medida que Israel suaviza las restricciones

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Agencia AJN.- Los últimos lanzamientos de misiles iraníes no fueron inusual por la cantidad —alrededor de 30 misiles—, sino por el momento del día en que se produjo. Esta ofensiva fue una respuesta directa de la Guardia Revolucionaria al anuncio israelí de flexibilizar las directrices del Comando del Frente Interno, medida adoptada mientras Teherán se convertía en una ciudad fantasma, con centros comerciales desiertos y farmacias cerradas.

Los líderes iraníes comprenden que su imagen, especialmente en el plano interno, está en uno de sus puntos más bajos. No están dispuestos a permitir que el mundo vea a los israelíes paseando tranquilamente por centros comerciales mientras Teherán está paralizada. Esto coloca al gobierno israelí ante un dilema: por un lado, mantener directrices estrictas sería lo más seguro desde el punto de vista militar; por otro, endurecer las restricciones nuevamente —especialmente tras el ataque al Hospital Soroka— podría ser presentado por Irán como una victoria propagandística.

La Guardia Revolucionaria iraní anunció anoche el primer lanzamiento del misil balístico “Fatah 1”, presentado por Teherán hace dos años. A diferencia de los misiles convencionales, el Fatah 1 es un misil balístico de dos etapas, un diseño avanzado que utiliza un motor adicional que se activa en pleno vuelo, separando su cabeza de guerra y guiándola de forma más precisa al objetivo. Las estelas vistas en el cielo israelí confirmaron el uso de este nuevo tipo de misil. Si bien existen misiles aún más avanzados en el mundo, se trata de un salto tecnológico significativo por parte de Irán.

Todo esto ocurre mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece desplegar una “cortina de humo” respecto a sus intenciones a futuro, utilizando a Israel como un “proxy”. Tradicionalmente, Israel conocía el término proxy por su uso por parte de Irán a través de milicias como Hezbollah o las fuerzas chiitas en Siria. Ahora, es Estados Unidos quien aplica la lógica proxy, pero a escala estatal y con armamento de élite. Israel es quien recibe los misiles, mientras Washington conserva capacidades como la bomba antibúnker GBU-57, capaz de destruir instalaciones nucleares fortificadas como Fordow.

Trump, en su segundo y último mandato, piensa en su legado. Primero aspiraba a lograr una normalización rápida entre Israel y Arabia Saudita, pero la guerra alteró esos planes. Con los golpes que Israel está propinando al régimen iraní, Trump no tiene prisa. Israel desea que Estados Unidos se sume rápidamente al enfrentamiento, pero para el presidente estadounidense, cada día que pasa debilita más al régimen de los ayatolás, y prefiere asegurarse de que, cuando actúe, el golpe sea definitivo.

Cualquier acción estadounidense sobre instalaciones nucleares iraníes generará inevitablemente represalias directas contra objetivos de Estados Unidos. Mientras Israel enfrenta ataques desde una distancia considerable, las bases estadounidenses en Irak, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin están mucho más cerca del alcance de los misiles iraníes.

El resultado sería una escalada regional sin precedentes. Y aunque Jerusalem desea que parte de la presión iraní se desvíe hacia Estados Unidos, el riesgo de una guerra a gran escala en todo Oriente Medio es inminente si Washington decide intervenir directamente.

Fuente: Globes.

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Medio Oriente

Las autoridades sanitarias controladas por Hamás afirman que los ataques israelíes abatieron a 44 palestinos

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Agencia AJN.- El fuego israelí ha alcanzado hoy al menos a 44 palestinos en Gaza, muchos de los cuales intentaban conseguir alimentos, según informan las autoridades locales.

Al menos 25 personas que esperaban camiones de ayuda murieron por fuego israelí al sur de Netzarim, en el centro de la Franja de Gaza, según la autoridad sanitaria local dirigida por Hamás.

Las Fuerzas de Defensa de Israel afirman que sus tropas habían efectuado disparos de advertencia contra presuntos militantes que avanzaban en tropel hacia ellas.

A continuación, un avión israelí «atacó y eliminó a los sospechosos», afirma en un comunicado, en el que añade que tenía constancia de que otras personas habían resultado heridas en el incidente y que estaba llevando a cabo una revisión.

Por otra parte, médicos gazatíes dijeron que al menos otras 19 personas murieron en otros ataques militares israelíes en el enclave, entre ellas 12 personas en una casa de Deir Al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, lo que eleva el número total de víctimas mortales del viernes a al menos 44.

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