Ayala Shapira tiene 13 años y a su corta edad dio un conmovedor testimonio como víctima del terrorismo frente al Parlamento Europeo en Bruselas. Con una máscara especial para proteger su rostro, de modo que sólo sus ojos y labios se mostraban, recordó el impacto del cóctel molotov que aterrizó en el asiento del auto en el que viajaba en diciembre de 2014. Así, instó ayer a la Unión Europea a que impida a la Autoridad Palestina financiar el terrorismo.

«La verdad es que en el momento en que sucedió no entendí realmente lo que estaba pasando», expresó en un acto en el edificio del Parlamento Europeo, que fue promovido por el Consejo Regional de Samaria y un recién formado caucus pro-asentamientos de 15 diputados llamados “Amigos de Judea y Samaria”.

«Vi una bola de luz que venía hacia nosotros. Mi padre rápidamente pisó los frenos. La bola de luz rompió mi ventana y aterrizó entre nosotros. Era un cóctel Molotov. Recuerdo que todo lo que nos rodeaba estaba ardiendo. Pensé que iba a morir», recordó Ayala.

En ese momento, su padre la conducía de un club de matemáticas para niños superdotados en Kfar Saba a la casa de la familia en el puesto fronterizo de El Matan, cerca del asentamiento de Ma’aleh Shomron en Samaria.

“Traté de abrir mi puerta, pero no pude. Estaba segura de que la cerradura de la puerta central se había derretido con el calor, pero entonces, mi padre abrió la puerta desde el otro lado. Todo mi lado izquierdo estaba en llamas y no podía liberar mi cinturón de seguridad con mi mano izquierda, así que puse mi mano derecha en las llamas, también. Entonces, empecé a correr. Mi padre me dijo que rodara por el camino para apagar el fuego que me quemaba «, dijo Ayala.

«Sólo entonces comencé a sentir dolor. Le dije a mi padre que su camisa también estaba en llamas y le pedí que también rodara por el camino, pero no se detuvo. Él quería salvarme primero», agregó.

«Estuve hospitalizado durante ocho meses; Ahí es donde entendí que mi vida estaba a punto de cambiar drásticamente. A veces, realmente echo de menos estar afuera y sentir el sol y hacer todas las cosas que quiero hacer.”

La UE otorga a la Autoridad Palestina unos 300 millones de euros anuales, de los cuales 80 millones de euros apoyan al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas y otros 150 millones se destinan a sueldos y pensiones. El resto se destina al desarrollo.