Agencia AJN.- El Instituto Judío para la Seguridad Nacional de América (JINSA) pidió a Estados Unidos que reponga sus reservas de armas en Israel a medida que las amenazas planteadas por Irán y Hezbollah se mantienen en ascenso en las fronteras del norte del país.

Según un documento difundido por la organización, «el arsenal se está quedando peligrosamente corto» porque «Israel ha comprado decenas de miles de municiones guiadas con precisión (PGM) de los Estados Unidos en los últimos años, ha utilizado muchas de ellas en su campaña aérea en curso para hacer retroceder a Irán y sus representantes en Siria y en otros lugares».

El documento examinó la Reserva de Guerra de los Estados Unidos y la Reserva de Municiones de Israel (WRSA-I), un depósito de municiones y suministros fabricados en los Estados Unidos y en Israel cuya «intención oficial es servir como una póliza de seguro estratégico para que Israel obtenga municiones vitales en emergencias y asegurar su ‘ventaja militar cualitativa'».

Israel advirtió repetidamente sobre las ambiciones nucleares de Irán , así como sobre sus aspiraciones de hegemonía regional, y ha admitido cientos de ataques aéreos como parte de su campaña de «guerra entre guerras» (conocida en hebreo por sus siglas mabam ) para evitar la transferencia de armas avanzadas a Hezbollah en el Líbano y el afianzamiento de sus fuerzas en Siria, donde podrían actuar fácilmente contra Israel.

En abril, Irán dijo que había aumentado el alcance de sus misiles navales a 700 km. y el jueves dijo que su armada había disparado con éxito un nuevo misil de crucero de fabricación local con un alcance de 280 km. durante los juegos de guerra.

Según el documento, «la administración Trump, que ha expresado su preocupación compartida por la expansión regional de Irán, en su mayoría le ha dejado a Israel, que está más directamente amenazado, que aborde el problema en el terreno y se prepare para un conflicto importante con Irán».

«La QME (ventaja militar cualitativa) de Israel está siendo erosionada por la escasez de PGM, incluida la posible escasez de existencias de WRSA-I, en caso de que Israel tenga que recurrir a ellas en una emergencia», dijo el informe.

La organización indicó que, además de los misiles guiados con precisión utilizados por Israel en su campaña de guerra entre guerras, la «reserva de WRSA-I contiene principalmente bombas desactualizadas y no guiadas».
Mientras que las compañías de defensa israelíes pueden producir miles de bombas para los militares, Estados Unidos puede producir significativamente más en un tiempo mucho más corto.

El documento también recomienda que Israel firme contratos de compra de PGM a largo plazo y más grandes para mantener altos los niveles de producción, así como «reubicar y expandir WRSA-I de un arsenal estrictamente bilateral en un centro de reposicionamiento regional, para apoyar el tiempo de guerra proyectado de Israel requisitos, así como los del ejército de los EE.UU. y potencialmente otros aliados regionales «.

Washington e Israel han firmado un acuerdo que vería a los Estados Unidos venir a ayudar a Israel con la defensa antimisiles en tiempos de guerra.

Aunque Israel no cree que Hezbollah planee provocar una guerra con Israel en el futuro cercano, a las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) le preocupa que cualquier evento importante que amenace al régimen en Teherán, como un error de cálculo por parte de Washington contra Irán en el Golfo Pérsico o en Irak, podría llevar a Hezbollah a atacar a Israel.

Israel tiene un paraguas de defensas aéreas, incluido el sistema Cúpula de Hierro, diseñado para derribar cohetes de corto alcance; el sistema Arrow, que intercepta misiles balísticos fuera de la atmósfera de la Tierra; y el sistema de defensa antimisiles David’s Sling, diseñado para interceptar misiles balísticos tácticos, cohetes de mediano y largo alcance y misiles de crucero disparados a distancias entre 40 y 300 km. Pero estos no podrán detener todos los misiles y cohetes de Hezbollah que podrían disparar hacia el frente interno.