Agencia AJN.-  Con motivo de la inauguración de la Casa de la Familia Abrahámica de Abu Dhabi, que contiene una sinagoga, una mezquita y una iglesia para las tres religiones abrahámicas, Houda Noono, que sirvió como embajadora de Bahréin ante los Estados Unidos de 2008 a 2013 -siendo la primera mujer bahreiní de origen judío en hacerlo-, pronunció el siguiente discurso de clausura:

»Excelencias, distinguidos líderes religiosos, damas y caballeros, Es un honor haber sido invitada a la inauguración de la Casa de la Familia Abrahamica y dirigirme a todos ustedes en este prestigioso foro. Me siento inspirada por las presentaciones y paneles de hoy y emocionada de ver el impacto de la Casa de la Familia Abrahamica en los EAU y, más ampliamente, en nuestra región.

El Reino de Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos siempre estuvieron a la vanguardia de la coexistencia en el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Como miembro de la comunidad judía autóctona de Bahréin, aprecio el impacto de crear una sociedad basada en el valor de la coexistencia. Es lo que permitió a mi familia y a nuestra comunidad formar parte del tejido de la sociedad bahreiní. Una sociedad basada en el respeto y la celebración de las religiones y creencias de los demás nos beneficia a todos. Mientras que muchas sociedades hablan de centrarse en este valor fundamental, nuestros dirigentes y países no se limitan a hablar, sino que lo hacen realidad. La sincera convicción de Su Majestad el Rey Hamad Bin Isa Al Jalifa de que la libertad religiosa es la clave no sólo de la coexistencia pacífica, sino también de una sociedad armoniosa y próspera en la que prevalezca el espíritu de «una familia», es algo que todos compartimos en Bahréin.

Es algo igualmente importante para los dirigentes de los EAU. El difunto jeque Zayed Bin Sultan Al Nahyan expresó: «El consejo más valioso para mis hijos es que se mantengan alejados de la arrogancia. Creo que las personas grandes y fuertes no pueden degradarse ni debilitarse tratando a la gente con modestia y tolerancia. La tolerancia entre los seres humanos engendra misericordia. Uno debe ser misericordioso y pacífico con sus hermanos humanos». El jeque Mohammed bin Zayed, presidente de los Emiratos Árabes Unidos, declaró en su momento: «Los EAU son un modelo único que une corazones y mentes a través de su enfoque basado en la apertura, la tolerancia y la coexistencia». Y añadió que «a través de sus políticas y su módulo regional, los EAU envían mensajes positivos sobre la necesidad de la tolerancia, la coexistencia y el trabajo conjunto de desarrollo para hacer frente a los numerosos retos que se nos presentan como parte de la comunidad internacional.»

La Casa de la Familia Abrahámica encarna a la perfección sus palabras. Un campus construido para que musulmanes, cristianos y judíos puedan rezar en casas de culto contiguas y aprender sobre las religiones de los demás. Aprendiendo y educándonos, ayudaremos a impulsar nuestra región. La coexistencia y la tolerancia son los mejores regalos que podemos hacer a nuestros hijos. Inculcándoles este valor, crecerán conociendo sólo la armonía.

En un kilómetro cuadrado a la redonda en Manama (capital de Bahréin) tenemos lugares de culto para todas las religiones, lo que fomenta el diálogo y la celebración interconfesionales. Cuando hago visitas guiadas a nuestra sinagoga a delegaciones judías de todo el mundo, también los acompaño al templo hindú cercano y a una mezquita y una iglesia aledañas. Esto genera conversaciones sobre lo mucho que nos une, más de lo que algunos pensaban en un principio.

Cuando crecí en Bahréin, todo el mundo sabía que éramos judíos. Yo iba a una escuela católica y recibía clases de monjas. Mis amigos eran de diferentes religiones y orígenes, y crecimos respetando las diferencias de los demás. Nunca sentí la necesidad de ocultar mi religión. Celebrábamos juntos las fiestas más importantes, como el Ramadán, Janucá, Diwali y Navidad.

Recuerdo que cuando se anunció que se construiría la Casa de la Familia Abrahámica, la emoción en el país y en la región era palpable. Mientras que en Bahréin teníamos casas de culto para todas las religiones en un radio de un kilómetro cuadrado, nuestros amigos de los EAU rezarían todos en un mismo complejo.

Como miembro de la comunidad judía del Golfo, me hace especial ilusión ver que se construye otra sinagoga. Hay algo muy especial en que se construyan una sinagoga y una iglesia en un país musulmán y envía un mensaje muy fuerte a otros países donde la gente vive con miedo a ser atacada por sus creencias religiosas.

En muchos países occidentales, el antisemitismo y la islamofobia están en su punto más alto. Sin embargo, en nuestros países no sólo garantizamos su seguridad, sino que fomentamos su práctica construyendo lugares de culto para ellos. Se trata de un poderoso mensaje para el resto del mundo y espero que, algún día no muy lejano, todas las personas de fe se sientan igualmente cómodas y apoyadas en los países donde residen. En un mundo en el que se ataca a la gente por sus creencias religiosas, los EAU -y nuestra región en general- son un faro de luz.

Nuestra región es en ocasiones el centro de atención de los medios de comunicación en lo que respecta a la economía, el sector inmobiliario y, más recientemente, los deportes, pero espero que la comunidad internacional destaque igualmente y preste atención a toda la actividad interreligiosa que se desarrolló en las últimas décadas.

A principios de la década de 2000, se puso en marcha el Centro Internacional Rey Abdullah bin Abdulaziz de Arabia Saudita para el Diálogo Interreligioso e Intercultural y, en la actualidad, casi todos los países del CCG realizaron importantes inversiones en programas y educación interconfesionales. Mi esperanza es que esto inspire a otros a llevar esta oportunidad a sus sociedades porque, en última instancia, todos nos beneficiamos de un mundo y una sociedad más tolerantes.

Después de este fantástico foro, ¿hacia dónde nos dirigimos, como individuos y como comunidad?

¿Cómo nos levantaremos mañana con la misma energía que hoy para mantener el impulso?

Creo que la clave está en el compromiso y la intención. Comprometámonos a que el día de hoy sea el impulso para que cada uno de nosotros se fije el objetivo de aprender sobre las religiones y culturas de los demás participando en actos y programas aquí en la Casa de la Familia Abrahámica.

Comprometámonos a llevar a alguien con nosotros a estos actos, ya sea un familiar, un amigo o un colega, ya que eso nos ayudará a difundir el mensaje de la inclusividad.

Comprometámonos a acercarnos a nuestros vecinos e invitarlos a los actos de nuestra comunidad, ya sea un bar mitzvah, una comida iftar o una celebración navideña.

Comprometámonos a enseñar a nuestros hijos que la coexistencia es esencial para nuestro éxito como pueblos de esta región y del mundo.

Mientras estamos hoy aquí sentados hablando de coexistencia e inclusión, no puedo evitar pensar en lo mucho que significaría este día para el difunto y gran rabino Lord Jonathan Sacks – que su memoria sea una bendición-. Poco antes de fallecer, el rabino Sacks intervino en el Zoom previo al Sabbat celebrado por la comunidad judía de los Emiratos. Fue un defensor del diálogo y las actividades interconfesionales y le habría encantado estar sentado hoy aquí. El rabino Sacks dijo una vez: ‘Dios nos dio muchos credos, pero un solo mundo en el que coexistir. Que su trabajo nos ayude a todos a apreciar nuestros puntos en común y a sentirnos engrandecidos por nuestras diferencias’.

Siguiendo el espíritu del comentario del rabino Sacks y mi esperanza de que el día de hoy sea el impulso para que cada uno de nosotros vuelva a comprometerse con el diálogo y la actividad interreligiosos, me gustaría invitarlos a todos a visitar la Sinagoga Moses Ben Maimon, aquí mismo, en la Casa de la Familia Abrahamica, para un kiddush (brindis) después de los servicios del sábado por la mañana o para un acontecimiento del ciclo vital, como un bar mitzvah. A su vez, espero poder unirme a ustedes en sus lugares de culto aquí en el complejo. Llevaré a familiares y amigos, y espero que ustedes hagan lo mismo».

Fuente: Times of Israel.