Agencia AJN.- El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE) en Luxemburgo dictaminará el próximo el 12 de noviembre sobre si se deben marcar las exportaciones de bienes producidos en asentamientos israelíes en la Margen Occidental y los Altos del Golán a países de la Unión Europea.

Esta decisión se tomará luego de una petición presentada por la firma Psagot Winery, el principal productor de vino de Israel, ante el Tribunal Administrativo de Francia contra la directiva de la UE de 2015 para marcar los productos fabricados en la Margen Occidental, los Altos del Golán y Jerusalem Oriental con una etiqueta especial.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel teme que un precedente del TJCE, que requeriría etiquetar los productos de los asentamientos, se impondría a los 28 países de la UE y envalentonará el movimiento BDS (boicot, desinversión y sanciones a Israel) y otras organizaciones de deslegitimación del Estado hebreo.

Además, a Israel le preocupa que el movimiento BDS aproveche el precedente y exija a los países fuera de Europa que marquen el producto de los asentamientos.

Esta decisión es un seguimiento de las directrices de la Unión Europea aprobadas en noviembre de 2015 para etiquetar productos de los asentamientos, una medida que ha sido criticada por Israel como «discriminatoria» y perjudicial para los esfuerzos de paz con los palestinos.

Gracias a los esfuerzos realizados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y representantes israelíes en toda Europa, la implementación de las nuevas directrices fue bloqueada con éxito en la mayoría de los países europeos.

Francia se convirtió en uno de los primeros países en adoptar estas pautas, y en 2016 el Ministerio de Economía francés incluso emitió sus propias medidas que requieren el marcado de los productos de los asentamientos.

Posteriormente, el Tribunal Administrativo de Francia anuló la decisión hasta nuevo aviso después de que Psagot Winery, entre otros, presentó una petición contra el marcado de sus productos, alegando que la directiva contraviene la constitución francesa.

Como se trata de una regulación europea, el tribunal francés remitió el asunto al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas en Luxemburgo, un tribunal supremo cuyas decisiones no pueden ser apeladas.

El fallo podría proporcionar efectivamente herramientas prácticas para atacar a Israel y las exportaciones israelíes a Europa.

Su impacto público será grande, como se dijo, no solo por las implicaciones para la exportación sino también en los esfuerzos de deslegitimación contra el Estado de Israel.

El fallo permitirá a los activistas de BDS apelar ante sus tribunales locales en toda la UE, que estarán obligados a implementarlo sin celebrar audiencias sobre el asunto.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel se está preparando para la decisión. En el caso de un fallo desfavorable para Israel, la mayoría de las actividades de las embajadas israelíes se dirigirán a los ministerios locales de Economía y Agricultura para convencerlos de que no apliquen el fallo o lo interpreten a la ligera.