Agencia AJN.- El presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Isaac Querub, afirmó hoy que la pandemia del COVID-19 es «terrible y asesina» al tiempo que estimó que «en ninguna parte del mundo la esperaban ni estaban preparados» para una epidemia que en el país europeo dejó casi 24 mil muertos y más de 210 mil infectados.

En una entrevista exclusiva con la Agencia de Noticias AJN, el dirigente indicó que «la comunidad judía en España está perfectamente integrada» y advirtió que «al igual que el resto de la sociedad vamos a sufrir las consecuencias socioeconómicas, personales y familiares de esta pandemia».

Querub indicó que se creo una red entre la federación conjuntamente con el comité de emergencia de Madrid y Barcelona que mantiene contacto con las distintas comunidades judías del país, así también con la Embajada de Israel en España.

«La pandemia es terrible, es asesina y creo que en ninguna parte del mundo la esperábamos, ni estábamos preparados para una cosa así que ha afectado al mundo entero, lo que llama la atención e invita a la reflexión. Y desde luego España no ha sido una excepción», expresó el presidente de la FCJE en el comienzo de la entrevista.

En este sentido, Querub explicó que «a las comunidades judías también nos ha afectado de varias maneras (la pandemia) pero a nivel personal tenemos ocho muertos y algo más de 100 infectados».

«Como en el resto del mundo se han paralizado todas las actividades empezando por las escolares y siguiendo por las religiosas, toda la actividad comunitaria está paralizada. Además afecta y afectará enormemente a nivel económico.
La comunidad judía en España está perfectamente integrada, compartimos ilusiones, inquietudes y al igual que el resto de la sociedad vamos a sufrir las consecuencias socioeconómicas, personales y familiares de esta pandemia», transmitió.

Sobre las medidas dispuestas para atender la emergencia, el dirigente indicó que «desde la Federación de Comunidades Judías de España, conjuntamente con el comité de emergencia tanto en Madrid como en Barcelona, estamos en contacto a diario con todas las comunidades». «Hemos creado un canal de comunicación que coordina Perla Salama, que está haciendo un trabajo excelente y estimo que no hay una sola persona de la comunidad que se haya sentido sola o desatendida», sostuvo.

Querub señaló que desde la federación se puso «el foco en las personas más vulnerables que en este caso eran las personas mayores». «Teniendo censadas y registradas a todas aquellas personas mayores que no estaban residiendo en este momento con sus familias o que estaban en algún centro o geriátrico o en residencia para mayores, tanto a nivel personal, médico y hasta económico todas estas personas están siendo atendidas», aseguró.

Además, el presidente de la FCJE aseguró que brindan «muchísimas actividades online». «Incluso recientemente tuvimos una visita virtual por el Madrid judío y estuvimos conectadas al Zoom video unas 55 personas», comentó.

De acuerdo a lo explicado por Querub, «las escuelas (de la comunidad) están funcionando online como la mayoría de los colegios en España». «Se está haciendo un esfuerzo titánico y veremos después las consecuencias a nivel económico», indicó.

«El pueblo judío de alguna manera está habituado a sufrir contratiempos y a veces catástrofes y tenemos ese carácter que nos hace sacar fuerzas de donde no las hay e intentar solventar la catástrofe, preocupándonos y ocupándonos de la gente que más necesita. Vamos a sufrir pero vamos asalir adelante», manifestó.

Respecto de la relación con la Embajada de Israel en España, Querub la describió como «excelente» y aseguró que mantiene contacto «todos los días» con la embajadora Rodica Radian-Gordon, que encabeza la misión. En este punto, el dirigente comentó que la propia representación diplomática resultó afectada por la epidemia aunque aclaró que «están todos bien».

En cuanto a los entierros, Querub dijo que «afortunadamente Jebre Kedishe ha sido capaz de poder negociar con las autoridades que han sido flexibles y amables y hemos enterrados a nuestros muertos siguiendo nuestros ritos pero sin la asistencia de los familiares más cercanos».