Agencia AJN.- Hace ocho años, Fernando Flint, su hermano Adrián y su amigo Ignacio Peña, especialista en innovación y estrategia, comenzaron a trabajar para construir y enriquecer puentes entre los ecosistemas de innovación de Israel y Argentina. Organizaron y/o impulsaron la visita de empresarios, universidades y académicos para explorar el Start Up Nation y para que se empiece a crear una masa crítica de gente que piense como crear nuevas avenidas y como enriquecerlas.

Tres meses atrás, de una reunión entre Peña y Virginia Sarria, vicerrectora de Escuela de Negocios de la Universidad Austral, surgió la idea de conformar la primera delegación de estudiantes de una universidad argentina en hacer un programa en Israel. La Universidad, que ya ofrecía a sus alumnos experiencias en Silicón Valley, China y otros destinos, consideraba fundamental incluir Israel en su oferta. Ambos concluyeron que Israel, como epicentro de la innovación global, debía ser incluido en el currículum de estudio de un programa de alto nivel.

“Nuestro objetivo es que el programa se convierta en recurrente y que capte alumnos, profesores y alumni de otras universidades. Creemos que una clave para la construcción de puentes productivos es que se genere una masa crítica y constante de profesionales que entiendan a Israel y que lo coloquen en su mapa mental. Recíprocamente, que Argentina empiece a instalarse en el mapa mental de los Israelíes”, añadió Fernando Flint.

En el proceso de diseño del programa, Peña y Flint se reunieron con un miembro del board del Israel Advanced Technology Industries (IATI). De esta reunión surgió la posibilidad de crear una agenda “back to back” para una delegación selecta de líderes de organismos gubernamentales para encontrarse con sus pares israelíes.

El director nacional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Héctor Espina; el jefe de Gabinete del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología de Buenos Aires, Andrés Larre; el gerente de Comercialización del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, ingeniero Juan Pedro Córica; el CEO de FRONTEC Guillermo Salvatierra participaron en una segunda delegación que se visitó a diversas autoridades en la Oficina del primer ministro, la Autoridad de innovación, la Agencia Aeroespacial Israelí, la Universidad Hebrea, diversas startups y aceleradoras y el mundialmente reconocido centro de simulación MSR del Sheeba Hospital, “una de experiencias más inspiradoras que Israel ha desarrollado y que debería ser incorporado en Argentina” según el testimonio de Flint.

Consultado acerca de qué significado tenía este programa para el intercambio entre Argentina e Israel, Flint destacó: «Estoy convencido de que hay una afinidad natural entre ambos países. Uno de los integrantes de la delegación Senior lo resumió bien. De Silicón Valley volvés impresionado, de aquí volvés impresionado y con ganas y oportunidades concretas de hacer”.

«Cada vez hay un flujo mayor de personas que está viajando y que vuelve enamorada de Israel. Es un buen comienzo. Sin embargo, para capturar parte del inmenso potencial deben generarse experiencias que trasciendan la observación. Incubación e inversiones cruzadas son solo un ejemplo de las herramientas que se pueden explorar.

“La clave está en que los tres ingredientes clave de ambos ecosistemas: capital, talento y mercados interactúen con más intensidad. Los resultados serán inventados por los emprendedores. Esa al final y al principio del día es su función» por último destacó.

V.C