Agencia AJN.- El Director General de la OIEA, Rafael Grossi, comunicó el lunes a la Junta de Directores del OIEA que ha llegado a la conclusión de que Irán había ocultado anteriormente material nuclear ilícito en al menos tres emplazamientos: Los emplazamientos de Varamin, Marivan y Turquzabad.

Grossi también informó de un enorme salto de Irán a más de 400 kilogramos de uranio altamente enriquecido al 60%, un problema que se filtró ampliamente a los medios de comunicación la semana pasada.

Este dato era muy significativo porque demostraba que las avanzadas centrifugadoras de la República Islámica podían enriquecer uranio suficiente para múltiples armas nucleares en cuestión de sólo unos tres meses.

A pesar de estos problemas, Grossi reiteró su apoyo a un acuerdo diplomático entre Estados Unidos e Irán para resolver el estancamiento nuclear, en lugar de que la cuestión se resuelva con un ataque israelí a las instalaciones nucleares de Teherán, algo a lo que se ha opuesto sistemáticamente.

Grossi dijo a la Junta que la semana pasada se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, en El Cairo para tratar de promover la cooperación en relación con un posible nuevo acuerdo nuclear después de que el acuerdo nuclear JCPOA de 2015 se haya desmoronado en su mayor parte en los últimos años.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, dijo el lunes a la Junta de Directores del OIEA que ha llegado a la conclusión de que Irán había ocultado previamente material nuclear ilícito en al menos tres lugares: Los emplazamientos de Varamin, Marivan y Turquzabad.

Grossi también informó de un enorme salto de Irán a más de 400 kilogramos de uranio altamente enriquecido al 60%, un problema que se filtró ampliamente a los medios de comunicación la semana pasada.

Este dato era muy significativo porque demostraba que las avanzadas centrifugadoras de la República Islámica podían enriquecer uranio suficiente para varias armas nucleares en cuestión de sólo unos tres meses.

Además, dijo a la Junta que les había proporcionado «una evaluación exhaustiva y actualizada en relación con las cuestiones pendientes pasadas y presentes relativas al programa nuclear de Irán».

«Como saben, la Agencia encontró partículas de uranio artificiales en cada uno de los tres emplazamientos no declarados de Irán —en Varamin, Marivan y Turquzabad— a los que accedimos de forma complementaria en 2019 y 2020. Desde entonces, hemos estado solicitando explicaciones y aclaraciones a Irán sobre la presencia de estas partículas de uranio, incluso a través de una serie de reuniones y consultas de alto nivel en las que he participado personalmente», afirmó Grossi.

Añadió: «Lamentablemente, Irán ha repetidamente no respondido o no ha proporcionado respuestas técnicamente creíbles a las preguntas del Organismo. También ha tratado de limpiar los emplazamientos, lo que ha impedido las actividades de verificación del Organismo».

El informe de Grossi ofrece nuevos detalles significativos sobre cómo y cuándo Irán procedió a limpiar —o borrar los rastros nucleares de— sus diversas instalaciones nucleares.

«La evaluación exhaustiva de la Agencia sobre lo ocurrido, basada en nuestra evaluación técnica de toda la información disponible relevante para las salvaguardias, nos ha llevado a concluir que estos tres emplazamientos, y otros posibles emplazamientos relacionados, formaban parte de un programa nuclear estructurado no declarado llevado a cabo por Irán hasta principios de la década de 2000 y que en algunas actividades se utilizó material nuclear no declarado», afirmó.

Además, advirtió que «la decisión unilateral de Irán de dejar de aplicar el Código 3.1 modificado ha reducido considerablemente la capacidad del Organismo para verificar si el programa nuclear de Irán es totalmente pacífico y también es contraria a sus obligaciones legales establecidas en el artículo 39 del Acuerdo de Salvaguardias de Irán y en los Acuerdos Subsidiarios».

Desde 2021, la República Islámica ha apagado sucesivamente las cámaras de vigilancia del OIEA y ha expulsado a determinados inspectores del OIEA para frustrar su capacidad de seguir los avances nucleares.
Además, dijo: «La rápida acumulación de uranio altamente enriquecido, como se detalla en mi otro informe que tienen ante ustedes: Verificación y supervisión en la República Islámica del Irán a la luz de la resolución 2231 (2015) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es motivo de grave preocupación y se suma a la complejidad de las cuestiones que he descrito».

Por último, declaró: «Estoy convencido de que la única forma de avanzar es mediante una solución diplomática, respaldada firmemente por un acuerdo de verificación del OIEA. Seguiré apoyando y animando a los Estados Unidos y a Irán a que no escatimen esfuerzos y actúen con sabiduría y valentía política para llevar esto a buen término. El efecto de una situación estabilizada en Irán con respecto a su programa nuclear será inmediato y acercará al Medio Oriente un gran paso más hacia la paz y la prosperidad».