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Cultura

Se realizará por primera vez en Argentina el Festival Internacional de Cine Israelí “SERET”

Agencia AJN.- La gala de apertura será el jueves 24 de febrero a las 19 en Cinépolis Recoleta, con la proyección del film Voces Doradas.

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Agencia AJN.- Con el apoyo de la Embajada de Israel, se realizará por primera vez en Argentina el Festival Internacional de Cine Israelí “SERET”, con una selección de las mejores películas del Estado hebreo de los últimos años.

La gala de apertura será el jueves 24 de febrero a las 19 en Cinépolis Recoleta, con la proyección del film Voces Doradas.

Este año el festival de cine es híbrido, debido a que se podran ver las películas en el cine en Buenos Aires, Mendoza y Rosario, y también de manera online en toda la Argentina.

Entre los títulos que podrán disfrutarse se encuentran “100 Metros de Distancia”,
“El Repostero de Berlin”, “Entre Dos Mundos”, los documentales “Menachem Begin: Paz & Guerra” y “Amor, No Fue”, “La Esposa Prometida”, “Sub Arriendo”
“El Perdón”, “Asuntos de Familia”, “Un Novio Para Mi Boda”, “El Acoso”, “El Testamento”, “Voces Doradas” y “Asia”.

La palabra Seret significa “película” en español, y este es un festival internacional de cine y TV israelí que empezó hace 10 años en Inglaterra, fundado por tres mujeres israelíes: Anat Koren, Odelia Haroush y Patty Hochmann. Hoy en día el festival se realiza también en Alemania, Holanda y Chile.

Más información: https://seret-argentina-2022.eventive.org/

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Cultura

La reconocida serie israelí Fauda se prepara para su quinta temporada

La última temporada de Fauda se situó entre las 10 más vistas de Netflix tras su estreno en más de 20 países de todo el mundo.

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Agencia AJN.- A pesar de que se esperaba que la cuarta temporada de la serie israelí de acción y suspenso «Fauda» iba a ser la última, la cadena israelí YES y el equipo de producción de la serie llegaron a un acuerdo a principios de septiembre para realizar otra temporada, la quinta.

Aquellos que vieron la cuarta temporada de «Fauda» cuando aterrizó en Netflix en enero, probablemente la mejor hasta el momento del thriller israelí sobre una unidad encubierta de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), y creyeron que era la última, no estaban equivocados.

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El cocreador y protagonista de la serie, Lior Raz, afirmó que escribieron »la cuarta temporada de Fauda como una última temporada», refiriéndose a sí mismo y a su compañero Avi Issacharoff, en una reciente entrevista.

Sin embargo, habrá una próxima emisión, que estará coescrita, al igual que las cuatro anteriores, por Raz e Issacharoff.

Israeli TV Hit Drama Fauda Returns For Season 5

Más allá de eso, no hay más información sobre lo que le ocurrirá a Doron (Raz) en la próxima temporada de la serie, aunque algunos especulan con que la quinta podría no ser ni siquiera la última.

Se trata de un movimiento inteligente para todos los implicados, teniendo en cuenta que Fauda es un gran éxito internacional.

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La última temporada de la serie israelí se situó entre las 10 más vistas de Netflix tras su estreno en más de 20 países de todo el mundo. Además, el dramático final de la cuarta temporada apenas dejó cabos sueltos.

Se espera que la quinta temporada sea aún más caótica, sorprendente y adictiva que la anterior.

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Cultura

50.000 judíos celebran la fiesta religiosa más desconocida en España: «No nos vemos restringidos por nada ni por nadie»

Comenzando con el Rosh Hashaná o año nuevo, el camino del «arrepentimiento» culminará con un singular Yom Kipur

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El presidente de Bet-El en Madrid, Gastón Roife, mostrando las escrituras sagaradas.Javier Barbancho

Agencia AJN.- (Nicolás Cook – El Mundo.es) Es un viernes del año 5784. Mientras el sol se pone cuando el estío más tardío le marca, el cielo, ya ligeramente anaranjado, se prepara para recibir a la noche y emerger así la primera estrella. Todo aparenta mantenerse como si un sólo día hubiera pasado desde ayer, un jueves de 2023. Aunque, paradójicamente, así es. La clave: leerlo desde una perspectiva judía, cuya comunidad da la bienvenida al Rosh Hashaná o cabeza del año en español. Un primer día del mes Tishri -15 de septiembre- que difiere de la fecha marcada el año pasado debido al calendario lunar, cuya variación proporciona un rasgo único e inmemorable a cada celebración.

Precisamente, la aparición del astro prístino marca el comienzo de la festividad que se inaugura con una cena muy íntima. En ella, familiares y amigos atienden cuestiones culinarias, además de iniciar un profundo periodo introspectivo culminado por el Yom Kipur -el décimo día de Tishri o 25 de septiembre-. Cuando el almanaque lo marque, como señala el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Benzaquén, «será el día más sagrado. Será el día del perdón». Asimismo, en esta fecha le pedirán a Dios que les inscriba en el Libro de la vida.

El ayer, tan presente en la comunidad judía, también se refleja en la madrileña casa de Emilio Abraham, donde las pretéritas tradiciones permanecen. A pesar de declararse «no creyente», el anfitrión sigue, al pie de la letra, el ritual que caracteriza a la cena. En este sentido, señala que su postura sobre la religión «no cambia la cuestión» para celebrar la festividad, y es por ello que llega a bendecir el pan en hebreo o ponerse la kipá durante el proceso.

El banquete se dispone de manera simbólica, una palabra muy importante en esta cultura. La mesa se llena de platos típicos y se emulsionan así los dos principales mundos judíos: el ashkenazí y sefardí. El primero se caracteriza por una cocina sobria, pues su procedencia del este de Europa prioriza el consumo de pescado o tubérculos sin añadidos. Por su parte, el sefardí rezuma melosidad debido a la adopción de los sabores magrebíes y turcos. Granadas, manzana o dátiles provocan que la dulzura sea la principal característica de dicha cocina.

Emilio celebrando el año nuevo judío.

Emilio celebrando el año nuevo judío.EL MUNDO

Simultáneamente en Torremolinos, Isaac se regocija con la llegada del nuevo año. Él focaliza su discurso en el aspecto religioso. Y es que como representante oficial de los 50.000 judíos en España indica que la celebración «nos recuerda la creación del mundo y que hoy seamos un pueblo con las tradiciones prácticamente iguales». A lo que añade: «Te hace sentirte muy orgulloso de quién eres». Una honra que se incrementa al describir la libertad de culto con la que cuentan en el país. «Nosotros no nos vemos restringidos por nada ni por nadie. Hay un respeto total hacia el pueblo judío por parte de la sociedad en la que vivimos». Además, denota que, «felizmente», la época en la sí estaban coartados «ya pasó». Una alusión sin un destinatario concreto, pues admite «no haber vivido ningún episodio de antisemitismo»; más bien es una referencia a la historia de su gente.

Sin desviarse de esa línea, y profundizando en su fe, razona: «Estos dos días son de oraciones intensas para pedirle perdón a Dios por ese comportamiento incorrecto que hemos tenido». No solo de cara a lo eterno, sino para la sociedad, recalca. «Porque si hay algo importante para el judío es la sociedad: cómo te comportas y qué valores aportas a ella».

El sábado llega y las ceremonias prosiguen. Cerca de las 20:00, en la discreta y madrileña sinagoga masortí de Bet-El (Casa de Dios), los cantos litúrgicos en hebreo dan comienzo al tercer servicio del día. El acto lo oficia el rabino Mario Karpuj, un argentino llegado desde la mismísima Tierra Prometida. Simbólicamente, él custodia los cuatro objetos que los fieles ven durante el rito: empezando por su derecha, e izquierda de los adeptos, la silla del profeta Elías; una corona que representa la Torá; en el centro, un armario acristalado que refugia las escrituras sagradas tapadas por un velo y, por último, un candelabro encendido para recordar la santidad del sabbat a su izquierda. En momentos puntuales, Gastón Roife, también argentino y presidente de Bet-El, ayuda al líder religioso con la lectura. Para él, todo aquello que rodea a la celebración del Rosh Hashaná «es un momento especial estés donde estés». Aunque, de manera paradójica, considera que el «mundo exterior no lo conoce y, probablemente, no lo entienda».

El rabino Mario Karpuj abrazando a una persona antes del servicio religioso.Javier Barbancho

Una hora más tarde las luces del templo se apagan. Al terminar, muchos ya piensan en la abundante cena que prosigue. Aunque para llegar hasta la casa de Hernán Dobry, el anfitrión, hay que caminar. Un acto característico debido a que durante el sábado y las festividades les está prohibido viajar, bien sea en coche, bicicleta, moto, tren o avión. Curiosamente, es durante el camino cuando el rabino y sus dos acompañantes regresan al mundo terrenal, pues el fútbol se erige como tema de conversación con el que amenizar los 60 minutos que dura la travesía.

Al llegar a la casa de Hernán se dispone, al igual que el viernes, un gran banquete para los comensales. Estos se cifran en 20, y su origen argentino hace que estos días sea cuando «más en falta echen a los seres queridos». «Por eso nos reunimos entre amigos, que, en cierta forma, son nuestra nueva familia», confiesa. La cena, estando rodeada por un ambiente religioso, termina entrada la madrugada del domingo y se enlaza, con una breve interrupción de sueño, con el servicio de la mañana. Un momento muy esperado por los fieles pues suena el shofar, un cuerno que actúa como instrumento de viento cuyo sonido llama a los sentimientos más humanos y «produce mucha emotividad», explica Isaac. Su función es la de despertar o levantar al pueblo judío y encarar el año despiertos.

Es a partir de entonces cuando más se propagan las plegarias. Hoy, sábado 23 de septiembre, y tras poco más de una semana recorriendo el camino del perdón, quedan dos días para que, de manera simbólica, el Yom Kipur cierre tres Libros: el de la vida -todos los que Dios incluya en él vivirán ese año-, el de los fallecidos -que perecerán- y el que acoge a las personas que a su deidad aún piden remisión. Junto a esta última, «arrepentimiento y reconciliación», subraya Isaac, son las palabras que liderarán sus acciones para continuar el ciclo vital 5784 años después.

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