Agencia AJN.- En el día en que cumple 5 años su sobrino Ariel Bibas –el niño secuestrado por Hamás el 7 de octubre y que se encuentra desde entonces en la Franja de Gaza junto a su familia–, Sandra Miasnik afirmó a la Agencia AJN que no puede dejar de compararlo con la repercusión que tuvo la desaparición del nene correntino Loan Peña.

“Todos estamos viendo desde hace casi dos meses que todo el mundo está revolucionado hablando de Loan, que también tiene 5 años igual que Ariel, y está muy bien que así sea, pero de mi sobrino Ariel ya nadie habla”, expresó la prima de Shiri Bibas, la argentina-israelí que continúa secuestrada junto a sus hijos Ariel y Kfir en la Franja de Gaza.

Ariel Bibas, el niño de origen argentino conocido por ser fanático de Batman, fue visto por última vez el 7 de octubre en Israel aferrándose desesperadamente a su madre, Shiri, de 33 años, junto a su hermano que en ese entonces tenía nueve meses, Kfir, mientras los terroristas de Hamás se los llevaban.

“Ariel también tiene 5 años y fue secuestrado de la forma más violenta. Y tampoco conocemos su paradero ni su estatus de vida. Así que yo apelo a que esa movilización de toda la sociedad argentina, que en este momento está reclamando por Loan, recuerden que también hay otro chiquito secuestrado”, manifestó la tía de Ariel y Kfir.

“Cada vez que veo los reclamos por Loan, no puedo dejar de pensar en que falta el reclamo también por Ariel y por Kfir”, agregó.

-Todos los días son especiales cuando hablamos de rehenes y secuestros por Hamás, pero hoy es un día especial por el hecho de que Ariel Bibas cumple hoy 5 años. ¿Qué significa esta situación absolutamente anormal de que un niño va a festejar un cumpleaños en cautiverio?
-Estamos a pocos días de los 10 meses de que secuestraron a Ariel, Kfir, a mi prima Shiri y el papá de los chicos, Yarden. Parece mentira que ya vamos por los dos dígitos en meses y, así como recordamos el cumpleaños de Kfir en enero, cuando cumplió un año, nos toca ahora increíblemente, tantos meses después, estar hablando también el cumpleaños en cautiverio de Ariel, del cual no sabemos absolutamente nada a partir del video que todos vimos de aquel 7 de octubre.
No sabemos si está cumpliendo sus añitos, porque aún no sabemos acerca de su estado.

-A esta altura, después de 10 meses, sentimos que todos los que están secuestrados son casi parte de nuestra familia, y realmente el dolor es brutal. El hecho de ser familia directa, ¿cómo convivís con eso?
-Yo estuve en Israel con mi familia hace dos meses. Es muy difícil que conviva la vida como la conocíamos antes del 7 de octubre, con lo que tratamos de hacer ahora, que es tratar de seguir con lo cotidiano, con ocuparnos de los hijos, de los padres, del trabajo, del día a día normal, y acostumbrarnos, entre comillas, a esta situación. Uno va teniendo vaivenes emocionales, desde la resignación a la impotencia, a la acción, a no querer bajar los brazos. Las fuerzas honestamente fluctúan permanentemente. Justamente en este momento la energía está bajísima, porque está como agotada después de tanto tiempo. Entonces, uno a veces trata de tomarse algún receso mental como para poder renovar esa energía y retomar fuerzas para seguir clamando por ellos y por tener noticias y su regreso lo más inminentemente posible. La realidad es que se escuchan noticias con todo lo que está pasando actualmente, de los líderes más importantes terroristas muertos, que la verdad, que desde la visión de la familia, se siente como que se está más lejos ahora. Esta gente no quiere negociar de ninguna manera y en este momento está con el foco viendo cómo recuperar el liderazgo y temiendo por las represalias contra los secuestrados.

-Cuán importante es que una sociedad como la nuestra, lo has hecho vos poniendo el cuerpo en el Congreso, participe de esto, hable de esto, se comprometa en esto.
-Todos estamos viendo desde hace casi dos meses que todo el mundo está revolucionado hablando de Loan, que también tiene 5 años igual que Ariel, y está muy bien que así sea, pero de mi sobrino Ariel nadie habla ya. Y también tiene 5 años y fue secuestrado de la forma más violenta. Y tampoco conocemos su paradero ni como dije antes, su estatus de vida. Así que yo apelo a que esa movilización de toda la sociedad argentina, que en este momento está reclamando por Loan, recuerden que también hay otro chiquito secuestrado, que inevitablemente nos lleva a decir “hay que clamar por él también”. Esas energías tienen que multiplicarse, pero parecería ser que como esto pasó lejos, en un país judío, por Ariel se clama con una voz mucho más baja, no tan popular como se clama por otros chicos, que por supuesto está muy bien que así sea. Pero cada vez que veo los reclamos por Loan, no puedo dejar de pensar en que falta el reclamo también por Ariel y por Kfir.

-Tal vez es un aprendizaje y al hacer la analogía, posiblemente la gente lo entienda un poco mejor.
-Absolutamente estamos hablando de lo mismo. Es increíble que hayan pasado 10 meses de que la familia desconozca acerca de cómo están dos chiquitos como Kfir y Ariel, que fueron secuestrados cuando tenían 9 meses y 4 años. Ya pasaron sus dos cumpleaños en cautiverio. Entonces, es inevitable la analogía. A mí me aparece todo el tiempo y yo calculo que la gente que nos acompaña en este tema también, cada vez que aparece Loan en la pantalla de la tele, horas y horas y horas dedicadas a este tema con justa razón, por supuesto, sin embargo de los secuestrados del 7 de octubre ya nadie habla, y la verdad que eso es tan doloroso, que realmente no sé describirlo.

-¿Qué te trajiste del viaje que pudiste hacer y cruzarte con tu familia?
-Yo tenía una cuenta pendiente con mi familia, porque hacía muchísimos años que no nos veíamos. Al fallecer mi tío José Luis, el papá de Shiri, necesité conectar con su hermana Edith. En la casa de ella estuve esos días en Israel, con Dana, la hermana de Shiri, que la última vez que la vi personalmente era muy chiquita. Así que traté de conectar desde eso, desde el amor de la familia, desde el cotidiano, desde poder compartir con ellos su día a día, sus cosas, la familia desde el amor. No pude realmente conectar yendo al sur ni al kibutz. Preferí aprovechar a los que todos estos años no pude abrazar, y en nombre de ese abrazo que les pude dar a ellos, abrazar también a José Luis y a Shiri.

-¿Esto ocurrió dentro de una misión de una institución?
-Sí, fue el Keren Hayesod que me ayudó a viajar. Yo hacía rato que quería viajar pero no estaba siendo posible, así que con la ayuda de ellos eso se pudo concretar. Ellos están haciendo mucho por la gente que fue desplazada, tanto emocionalmente como económicamente los está ayudando muchísimo. Y también en cuanto a la reconstrucción. Mi tío José Luis era artista plástico y muchos de sus cuadros y de sus obras se quemaron en la casa donde fueron asesinados. Es mi sueño que en esa reconstrucción en algún momento podamos tener un centro de ayuda a los chicos del Sur en conmemoración de su nombre y con la temática de las artes plásticas. De su obra solamente quedaron algunos cuadros que él regaló y que por supuesto no estaban en su casa, pero mayormente solamente nos quedan fotos.