Agencia AJN.- Los manifestantes del grupo Run for Their Lives, que viene organizando eventos globales desde 2023 pidiendo a Hamás que libere a los rehenes israelíes, anunciaron que el domingo se retomarán las marchas en Boulder, Colorado, tras el violento ataque en el cual 12 personas resultaron heridas al ser atacadas con un lanzallamas casero y bombas molotov.

“No nos van a frenar ni detener con este tipo de acciones”, afirmó Bruce Shaffer, uno de los coordinadores del capítulo local de Run For Their Lives, una iniciativa global con 230 grupos que busca visibilizar la situación de los rehenes israelíes retenidos por Hamas. “Cancelar la marcha sería darle la victoria a quienes perpetraron este ataque”.

El pasado domingo, un atacante identificado como Mohammed Sabry Soliman —ciudadano egipcio en EE.UU. en situación irregular— hirió a 12 personas utilizando un lanzallamas casero y cócteles Molotov, mientras gritaba “Free Palestine”. Tres de las víctimas, incluida una mujer de 88 años, permanecen hospitalizadas con quemaduras graves. Soliman enfrentará cargos estatales y federales, y podría ser condenado a cadena perpetua, según el fiscal interino J. Bishop Grewell.

Tras el ataque, la organización internacional Run For Their Lives canceló temporalmente todos los eventos por temor a réplicas. Sin embargo, el lunes se actualizó la directiva, permitiendo que cada capítulo decida de forma autónoma, en coordinación con las autoridades locales. En Boulder, la marcha de este domingo se realizará en el paseo peatonal central de Pearl Street y contará con una importante presencia policial.

“El ataque nos causó muchísimo dolor, miedo y trauma”, dijo Shaffer, quien reveló que dos miembros de su familia fueron alcanzados por las llamas. Rachel Amaru, otra líder del grupo local, agregó que las víctimas necesitan privacidad y que la comunidad judía de Boulder —de unas 10.000 personas— está profundamente afectada.

Desde noviembre de 2023, el grupo se reúne cada domingo para marchar en silencio desde la intersección de Pearl y 8th hasta la corte del condado y de regreso. Allí entonan el himno nacional israelí, ven un breve video y leen en voz alta los nombres de los rehenes. Tras cada nombre, el grupo responde en coro: “Déjenlos ir”.

Si bien en los primeros meses participaban unas 50 personas, hoy el número ronda las 30. En ocasiones puntuales, como cuando se encontraron los cuerpos de seis rehenes en Gaza, la cifra se elevó a varios cientos.

Amaru afirmó que la marcha se ha convertido en un espacio seguro para los residentes pro-Israel de Boulder, en una ciudad donde —según Shaffer— “el clima se ha vuelto un caldo de cultivo de odio violento hacia los judíos y hacia Israel, alentado en parte por funcionarios locales”.

La municipalidad de Boulder emitió un comunicado el lunes condenando el ataque y expresando solidaridad con la comunidad judía local. No obstante, la concejal Taishya Adams —frecuentemente acusada de antisemitismo— se negó a firmarlo. En su lugar, escribió en la página de Facebook de la ciudad: “No puedo apoyar una carta que equipara los llamados a ‘Free Palestine’ con antisemitismo”.

El ataque en Boulder se suma a una preocupante escalada de violencia antisemita en Estados Unidos desde el inicio de la guerra de Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023. Según la Liga Antidifamación (ADL), en 2024 se registraron más de 9.300 incidentes antisemitas en el país, un promedio de más de uno por hora.

Amaru concluyó con una reflexión personal: “Este ataque nos rompió por dentro. Nunca había sentido tantas ganas de hacer aliá e irme a vivir a Israel como ahora”.