Agencia AJN.- Israel llevó a cabo una compleja maniobra mediática para engañar a Irán antes de lanzar un ataque militar dentro de su territorio.

El informe reveló algunos detalles sobre esta estrategia, que pretendía aumentar el elemento sorpresa y retrasar la respuesta de Irán.

El reporte señala que en una noche de silencio artificial, mientras el mundo esperaba una ronda de negociaciones nucleares y los medios informaban sobre las vacaciones del primer ministro Binyamin Netanyahu, la boda de su hijo y la visita del presidente argentino Javier Milei, Israel dio los toques finales a una de sus operaciones más secretas y engañosas.

A puerta cerrada, en los pasillos del Consejo de Seguridad de Israel, se tomó la decisión de atacar el interior de Irán.

Según el reporte, «Israel presentó deliberadamente la reunión del Consejo de Seguridad Nacional como una sesión sobre las negociaciones por los rehenes retenidos en Gaza para apaciguar a Teherán y dar luz verde a un ataque dentro de Irán antes del amanecer. Tras convocar la reunión, el gabinete aprobó por unanimidad la operación militar».

La maniobra mediática israelí, que precedió al ataque a Teherán, comenzó con una reunión del Consejo de Seguridad Nacional con el pretexto de discutir las negociaciones sobre los prisioneros de Gaza.

También afirmó enviar funcionarios a Washington antes de una nueva ronda de conversaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán programada para el domingo.

Israel también filtró noticias engañosas sobre una disputa entre Netanyahu y el presidente estadounidense Donald Trump, y sobre los planes personales de Netanyahu, incluyendo su intención de cerrar el espacio aéreo israelí para preparar la boda de su hijo.

Todo esto tenía como objetivo engañar a los observadores, según entrevistas y citas de fuentes citadas por el periódico.

La exageración mediática tenía como objetivo aumentar el elemento sorpresa y retrasar los preparativos iraníes para los ataques israelíes.

Los ataques provocaron la muerte de importantes figuras de las fuerzas de seguridad y militares de Teherán, incluidos funcionarios del programa nuclear.