Agencia AJN.- Antes del Día Internacional del Holocausto, los líderes de la Agencia Judía para Israel y la Organización Sionista Mundial (OSM) presentaron al presidente Isaac Herzog el informe de antisemitismo 2024, que alerta sobre un peligroso y perturbador aumento de casos de odio contra los judíos en todo el mundo.

El año 2024 marcó un punto crítico significativo en el número de incidentes antisemitas en todo el mundo. Tras la masacre del 7 de octubre y la guerra en Gaza, se registró un aumento dramático en el número de incidentes antisemitas en campus universitarios, redes sociales y en las calles de las principales ciudades del mundo. Las comunidades judías en la diáspora experimentaron una ola sin precedentes de amenazas, acosos y agresiones físicas, donde las expresiones antisemitas cruzaron líneas rojas que no se habían traspasado en décadas.

En los últimos años, el antisemitismo ha proyectado una sombra preocupante sobre Sudamérica, un continente con un rico y diverso patrimonio judío. A pesar de una historia de relativa tolerancia e integración, las comunidades judías en países como Argentina, Brasil y Chile enfrentan un aumento en actitudes discriminatorias, incitación e incluso agresiones físicas.

Los acontecimientos del 7 de octubre de 2023 constituyeron un punto de inflexión significativo para el antisemitismo a nivel global y especialmente en América Latina. La situación en los países principales de la región presenta respuestas diversas y desafíos emergentes.

“El odio cruza las fronteras y se propaga en el escenario mundial a través de la violencia, la propaganda y la incitación”, destacó el presidente de la OSM, Yaakov Hagoel, que presentó el informe junto a la directora del Departamento para la Lucha contra el Antisemitismo y la Resiliencia Comunitaria de la OSM, Raheli Baratz-Rix; el presidente de la Agencia Judía para Israel, Doron Almog; y Yigal Palmor, director de Relaciones Internacionales de la Agencia Judía.

En Brasil, el presidente Lula generó controversia en febrero de 2024 al comparar las acciones militares de Israel con las de los nazis. Israel declaró a Lula persona non grata hasta que retractara su declaración, e invitó al embajador brasileño a visitar Yad Vashem. Lula se negó a corregir sus palabras y retiró al embajador brasileño de Israel. La comunidad judía se encontró en una situación compleja, entre la crítica a Lula y su percepción como simpatizante de Bolsonaro. El Centro Simon Wiesenthal promovió la adopción de la definición de antisemitismo de IHRA, con nueve estados brasileños adoptándola desde febrero. La región sur de Brasil continúa mostrando apoyo a movimientos de extrema derecha y neonazis.

En Chile existe una seria preocupación por identificarse como judío en público, con un aumento documentado del 325% en incidentes antisemitas en comparación con 2022. Tras la masacre del 7 de octubre, Israel es frecuentemente atacado en los medios de comunicación locales. Se aconseja a los judíos evitar ciertos lugares. Las instituciones judías han enfrentado amenazas colectivas, incluyendo un incidente donde una mujer embarazada fue acusada de «llevar un futuro asesino en masa». El gobierno del presidente Boric prohibió a las empresas israelíes participar en un foro central de defensa. Chile se unió a Sudáfrica en procedimientos contra Israel ante la Corte Penal Internacional.

En Colombia, el presidente Petro rompió relaciones con Israel y expulsó al embajador israelí. Petro frecuentemente publica contenido en redes sociales que ha sido criticado como antisemita.

En Uruguay, el gobierno anterior (hasta noviembre de 2024) expresó apoyo a Israel, pero las elecciones de noviembre llevaron al poder a partidos cuyo apoyo a Israel aún no está claramente definido.

En Argentina, desde el 7 de octubre de 2023, la mayoría de los partidos políticos reconocieron a Hamas como organización terrorista y aprobaron el derecho de Israel a la autodefensa. Los llamados para la liberación de los rehenes recibieron amplio apoyo. Aunque el partido de extrema izquierda promueve una retórica anti-israelí, su influencia es limitada. Se han tomado medidas legales contra líderes de extrema izquierda por discurso antisemita y es evidente que el nuevo gobierno demuestra un fuerte apoyo a Israel, lo que genera críticas de la oposición. El último informe anual sobre antisemitismo de DAIA señala actitudes preocupantes hacia los judíos entre los jóvenes, destacando la necesidad de iniciativas educativas. La comunidad judía en Argentina experimenta efectos cotidianos de las olas globales de antisemitismo, especialmente de simpatizantes de partidos de extrema izquierda. En las universidades públicas se ha observado un aumento del «nuevo antisemitismo» bajo el disfraz del antisionismo. Sin embargo, es importante señalar que en 2024 hay una ligera disminución en la cantidad de incidentes reportados en comparación con 2022. Esta disminución no es significativa pero muestra una tendencia de mano firme en la actitud del presidente – aunque cabe señalar que existe un sesgo institucional en la prensa argentina que destaca la cercanía del presidente Milei con su rabino. Esta cercanía se enfatiza y resalta ampliamente en contextos económicos y financieros, creando una asociación (incluso si es subconsciente) entre judíos y economía. Esta asociación podría conducir en el futuro a un aumento del antisemitismo y la creación de antagonismo contra los judíos.

La diversa situación en América Latina enfatiza la importancia de enfoques localmente adaptados para combatir el antisemitismo. Mientras los desafíos continúan, el espíritu resiliente de las comunidades judías en América Latina proporciona esperanza. Mediante el enfoque en el fortalecimiento de la identidad, el fomento de la resiliencia y la participación en un diálogo social más amplio, estas comunidades pueden no solo resistir las presiones actuales sino emerger más fuertes y unidas.

Mirando hacia el futuro, hay lugar para un optimismo cauteloso: la mayor conciencia sobre el antisemitismo ha provocado esfuerzos renovados para el diálogo interreligioso, la solidaridad comunitaria e iniciativas educativas, pavimentando el camino hacia una América Latina más tolerante e inclusiva. La firma de numerosos países y provincias del convenio IHRA en toda América Latina constituye una fuente de optimismo junto con la necesidad de continuar con una actividad extensa.

También cabe destacar que en el último año se registró una disminución del 12.5% en la cantidad de incidentes antisemitas en Argentina, una tendencia que indica cierta mejora en la lucha contra este fenómeno en el país. Varios factores sugieren que la disminución está relacionada con la política del presidente electo, quien ha puesto énfasis en la lucha contra el odio y los prejuicios hacia las minorías. Sin embargo, es importante señalar que las razones de la disminución no solo se deben a la política gubernamental sino también a la participación de organizaciones locales e internacionales que trabajan para aumentar la conciencia sobre el tema.

El éxito de Argentina en la reducción de incidentes antisemitas demuestra que es posible influir en las tendencias sociales mediante una regulación y legislación efectivas. En los últimos años se ha producido un avance significativo en la legislación argentina en la lucha contra el antisemitismo, incluyendo leyes contra los crímenes de odio y la imposición de severas sanciones a los involucrados en incidentes antisemitas. Junto a esta legislación, existe una firme aplicación por parte de las autoridades que garantiza la implementación efectiva de las leyes. Sin embargo, los expertos advierten que aún es necesario monitorear el discurso público y las narrativas que aparecen en la prensa local, que podrían reactivar tendencias antisemitas.

La reciente sentencia dictada por el tribunal argentino, que condenó a funcionarios locales por crímenes de odio, refuerza la tendencia positiva de reducción del antisemitismo en el país. Según un informe del Centro Wiesenthal, el tribunal argentino condenó a varios acusados por difundir odio y participar en eventos antisemitas. Esta es una sentencia significativa, ya que demuestra que las autoridades legales en Argentina no solo legislan contra el antisemitismo, sino que también aplican las leyes de manera decidida. Este progreso puede servir como modelo para otros países que buscan enfrentar fenómenos de odio y racismo.

Estos eventos destacan que mediante un esfuerzo internacional combinado y decidido, que integre la aplicación de la ley, la educación y la concientización, y la participación de factores económicos, será posible enfrentar la creciente ola de antisemitismo y garantizar la seguridad y el bienestar de los judíos en todo el mundo.