Agencia AJN.- La organización Stop antisemitism lanzó en su página web y redes sociales para elegir quién es “el antisemita del año 2023”.

“El año pasado, Kanye arrasó en la votación. Este año, 10 nuevos enemigos de los judíos se enfrentan al deshonor: ¡ayúdenos a elegir los 3 primeros (anunciados el 24 de diciembre), seguidos por la coronación del máximo enemigo de los judíos el 8 de enero de 2024!”, publicó la ONG en X (ex Twitter).

Los nominados de este año fueron:

-Ismail Haniyeh, líder de Hamás, el malvado cerebro de la masacre del 7 de octubre en Israel, que resultó en el brutal asesinato de más de 1200 vidas inocentes. Este horrible acontecimiento incluyó agresiones sexuales generalizadas contra hombres, mujeres y niñas de tan solo 13 años, además del secuestro de más de 200 personas en Gaza.

-Christopher Pohlhaus, también conocido como «The Hammer», lidera el grupo nacionalista blanco Blood Tribe. Blood Tribe irrumpió recientemente en un área cercana al campus de la Universidad de Wisconsin, coreando «Israel no es nuestro amigo», amenazando con «habrá sangre» y gritando insultos raciales a los transeúntes.

-El antisemitismo de la congresista Rashida Tlaib alcanzó un nuevo máximo desde que fue apodada «Antisemita de la semana» en 2019. Se opuso a proyectos de ley que combaten el BDS, promovió consignas genocidas y votó en contra del reconocimiento de Israel como no apartheid. También culpó falsamente a Israel de terrorismo, los acusó de atentados con bombas en hospitales y respaldó las acusaciones de genocidio.

-Roger Waters, cofundador de Pink Floyd, ha intensificado su comportamiento antisemita desde que fue presentado como «Antisemita de la semana» en 2019. Durante sus conciertos, Waters ha sido fotografiado vistiendo un traje tipo SS, volando un cerdo con la Estrella de David y comparando a Ana Frank con una periodista palestina. Waters apoya al BDS, equipara a Israel con la Alemania nazi y ha defendido a Hamás.
-Francesca Albanese, nombrada Relatora Especial de la ONU sobre Palestina, enfrentó críticas bipartidistas después de una década de antisemitismo. Sus declaraciones incluyen comparar el Holocausto con su Nakba y etiquetar a Israel como un régimen de apartheid colonial.

-Lauren Witzke, una narcotraficante condenada, difunde peligrosas teorías de conspiración antisemitas y se asocia con conocidos antisemitas como Nick Fuentes. En Twitter, promueve la negación del Holocausto y promueve tropos antisemitas sobre la doble lealtad. El desdén de Witzke por Israel es evidente en los tuits que apoyan el recorte de fondos federales y promueven la falsa teoría de los «israelíes bailando» sobre el 11 de septiembre.

-True-See Allah, Director de Participación Comunitaria en la oficina del fiscal del distrito de Boston, es un devoto seguidor del líder antisemita de la Nación del Islam, Louis Farrakhan. Fue grabado perpetuando un estereotipo dañino con respecto a la descripción de un hombre judío al afirmar: «Era un tipo judío que tiene brazos cortos y bolsillos llenos». A pesar de estos informes de antisemitismo, continúa ocupando un puesto destacado en la oficina del Fiscal de Distrito.

-Gigi Hadid, una supermodelo mundial con un enorme número de seguidores sólo en Instagram, se ha enfrentado recientemente a una reacción violenta por difundir afirmaciones antisemitas dañinas e infundadas. Hadid respaldó atroces libelos de sangre contra la nación judía, alegando falsamente que Israel se dedica al tráfico de órganos palestinos y encarcela y viola a niños.

-El congresista Paul Gosar se ha enfrentado a una controversia por sus opiniones antisemitas que llevaron a su destitución de los comités del Congreso. Gosar apoyó públicamente al nacionalista blanco Vincent James Foxx y compartió escenario con Foxx y el negador del Holocausto Nick Fuentes. Sus tuits en apoyo de las amenazas antisemitas de Kanye West y la promoción de un sitio web antisemita en el Día del Recuerdo del Holocausto generaron críticas a nivel nacional.

-Félix Matos Rodríguez fomenta activamente un ambiente antisemita en CUNY. Las acusaciones incluyen ignorar a los estudiantes y profesores judíos, nombrar líderes con vínculos con organizaciones conectadas con Hamás y apoyar resoluciones antiisraelíes. Los informes indican un aumento de los incidentes y controversias antisemitas en CUNY, particularmente asociados con la recepción de oradores notorios documentados por su explícito odio a los judíos.