Agencia AJN.- El portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rudeineh, aseguró que Abu Mazen condenó ayer, jueves, el atentado en el que fueron asesinados dos agentes de seguridad y un policía de fronteras israelí, en Har Adar.

El funcionario palestino hizo así referencia a los dichos del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien pidió que el presidente de la AP condenara los hechos. “Abu Mazen condena el atentado y todos los hechos de violencia, sean quien fuere que los ejecute”, indicó.

Netanyahu cargó contra la Autoridad Palestina, según dijo: “El atentado es resultado de la campaña de incitación del gobierno palestino”. “Espero que Abu Mazen condene el ataque y no intente justificarlo”, agregó.

Por su parte, Jason Greenblatt, enviado especial de los Estados Unidos para Medio Oriente, visitó a las tres familias de las víctimas del ataque.

El ataque terrorista tuvo lugar este martes a la mañana cuando un terrorista disparó y mató a dos guardias de seguridad y un policía israelí en la entrada del asentamiento de Har Adar, a pocos kilómetros de Jerusalem. El terrorista fue baleado por las fuerzas de seguridad.

El palestino de 37 años, oriundo del pueblo cercano de Beit Surik, fue abatido por efectivos de seguridad en una zona situada en la Ribera Occidental. Según varios testimonios, se aprovechó del permiso laboral en el acceso destinado a los trabajadores palestinos en la colonia. Cuando se acercó, varios miembros de seguridad sospecharon de él y le pidieron que se detuviera y mostrará la documentación. No obstante, en ese momento, sacó la pistola y disparó a corta distancia.

El policía fronterizo fue identificado como el sargento Solomon Gavriya, 20, de Be’er Yaakov. Gavriya se habia unido a la Policía Fronteriza hacía 18 meses.

Uno de los guardias de seguridad muertos en el ataque fue identificado como Youssef Ottman de Abu Ghosh. El segundo guardia muerto fue identificado más tarde como Or Arish, de 25 años, de Har Adar.

Otro hombre de 32 años fue gravemente herido y llevado al Centro Médico Hadassah en Ein Karem, en Jerusalem. Más tarde, los médicos informaron que las heridas no amenazaban su vida.
FO