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AMIA/Encubrimiento. Mañana declarará el ex juez Galeano y habrá un careo entre Beraja y Kollmann

AJN (Por Lic. Claudio Gustavo Goldman).- Mañana, jueves, se reanudará el juicio oral y público por encubrimiento de autores o cómplices del atentado a la AMIA con dos hechos tan significativos como inaugurales: la pedida indagatoria del destituido juez Juan José Galeano, quien hasta ahora se había negado a exponer, y el primer careo, que será entre el imputado Rubén Beraja y el testigo Raúl Kollmann.

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AMIA/Encubrimiento. Gran expectativa a la espera de la declaración de Fernández de Kirchner el lunes

Este contrapunto, pedido por el ex presidente de la DAIA, estaba previsto para la semana pasada, pero fue postergado porque el periodista no estaba en Buenos Aires.

¿Qué dijo Kollmann sobre Beraja?

La 50ª audiencia, el 1º de septiembre, consistió en su excluyente declaración y si bien las referencias a la colectividad judía estuvieron muy lejos de ocupar el centro de su testimonio, el impacto de las mismas -sobre todo, las últimas- las convirtió en el aspecto más resonante del día.

“Tuve una reunión con Beraja en su oficina del Banco Mayo (que también encabezaba hasta su liquidación, en 1998) y me dijo que la comunidad debía disculparse con (el Presidente de la época, Carlos) Menem porque le había hecho mucho daño, pero no lo publiqué para protegerlo porque era muy ‘en falsa escuadra’ y le tenía cariño”, aseguró el colega ante los constantes cuestionamientos de la defensora del primero, Valeria Corbacho, quien acto seguido reclamó confrontar a ambos cuando los jueces lo determinasen.

“Siempre me pareció que había una alianza entre la DAIA, los fiscales (Eamon Mullen y José Barbaccia) y el juzgado, donde se mezclaban las cosas, y por eso hicieron un viaje juntos a Brasil y (la letrada querellante Marta) Nercellas habló con un imputado, (el policía bonaerense Bautista) Huici, con un equipo de grabación”, afirmó a poco de empezar su extensa alocución.

En ese sentido y si bien “había un gran clima de disconformidad antes del acto por el aniversario de 1997, me sorprendió el discurso de Laura Ginsberg en nombre de los familiares (de víctimas), que denunció lo que se veía desde el primer día: que los dirigentes de la AMIA y la DAIA tenían una posición blanda y condescendiente y no eran firmes a la hora de exigir respuestas”, e incluso “por la tarde fueron a pedir disculpas a la Casa Rosada; eso ya fue demasiado”, recordó Kollmann con evidente molestia.

En tanto, el último poseedor conocido de la Trafic usada como coche-bomba, Carlos “Telleldín dijo que declararía si la DAIA garantizaba la seguridad de su familia y (su entonces abogado y hoy juzgado en este debate oral, Víctor) Stinfale se reunió con Beraja en el Banco Mayo, pero no sé si hubo acuerdo” entre ellos, admitió.

El ex líder comunitario “tenía mucha personalidad y una posición muy fuerte como para que alguien polemizara con él”; no obstante, “nunca nos dijo que él o el banco tuvieran que ver con el libro para que (el principal imputado) contara a quién le había dado la camioneta”, reconoció el periodista.

La decepción de la defensa de Beraja con el testigo venía de antes, cuando dijo no recordar varias de sus críticas al Gobierno y la investigación, incluso en una entrevista que él le habría hecho, o cuando calificó a la denuncia de irregularidades y obstrucciones efectuada por la AMIA y la DAIA en 1997 como “una evaluación de cuatro juristas -(Raúl) Zaffaroni, (Ricardo) Gil Lavedra, (León Arslanián y Andrés D’Alessio)- que pidieron las autoridades comunitarias, con 50 ó 70 páginas de suaves críticas”.

¿Qué dijo Beraja sobre Kollmann?

El ex presidente de la DAIA ya compareció en tres audiencias y en la primera de ellas, el 15 de octubre del año pasado, recordó que la “pista policial” había surgido a comienzos de 1995, por parte de este periodista y de su colega Román Lejtman -está pendiente un pedido de careo entre ellos, formulado por la querella de los ex efectivos bonaerenses-, quienes anticipaban que escribirían un libro con Telleldín.

Beraja volvió al estrado el 29 de septiembre de este año, tras el testimonio de Kollmann, y aseguró: “Es falso y con total alevosía que le hayamos pedido disculpas al gobierno o que lo haya propuesto no sé por qué, como aseguró con mala fe el periodista”.

“La obstinación por presentarme como connivente e indiferente al dolor es muy grave porque quieren reemplazar con una telaraña la falta de pruebas de una imputación con una invisibilidad notoria, y me rebelo contra eso”, acotó.

“Con esta descabellada imputación buscan borrar la historia, que está grabada a fuego: quieren crear el mito de que estaba todo el tiempo con Galeano y los fiscales como si nada hubiese tenido que hacer en mi vida, y dos o tres días después del atentado dije delante del presidente (de entonces Carlos) Menem que nada hicieron después del atentado a la Embajada; la Argentina siguió durmiendo la siesta, con inacción e indiferencia como si fuese un tema de unos pocos”, se defendió el ex titular de la DAIA.

“Lo más grave es la traición a la historia, mintiendo sin medir las consecuencias: Kollmann habló de ‘un librito’ en referencia a la única denuncia contra funcionarios públicos que se hizo antes de este juicio, y dijo que era suave porque usa los parámetros de los medios y no los jurídicos; la hicieron prestigiosos juristas, con más de 170 pedidos de medidas de prueba”, destacó.

El periodista “creó una figura que es mentira: un entramado de dirigentes comunitarios y funcionarios judiciales; debería medir cuál fue su papel en estos hechos: pareció sincero cuando dijo que se involucró en el libro con Lejtman -seguramente llevados por la buena fe- para hacer un aporte a la investigación y sacar su tajada; así descubrí que Telleldín tenía un interés económico y que ése fue el germen del pago” de los 400.000 dólares de fondos reservados de la desaparecida Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) para que acusara -se presume que falsamente- a policías bonaerenses, alegó Beraja.

“Fue una decisión imprudente e inoportuna por iniciativa de ellos”, insistió.

“Con todo lo que le veníamos diciendo al Gobierno desde 1994, ¿cómo alguien puede pensar que podíamos pedirle disculpas? Esto me irrita: exigíamos respuestas”, afirmó el presidente de la DAIA entre 1991 y 1998.

“Esa versión surgió después de una reunión con (el entonces ministro del Interior, Carlos) Corach en la tarde de ese 18 de julio: nos citó por teléfono a los titulares de la AMIA y la DAIA por instrucción presidencial y no tenía sentido negarnos”, relató.

“En su despacho recibimos el enojo del Gobierno por el discurso de Laura Ginsberg y también por la denuncia” presentada en la Justicia contra algunos funcionarios públicos, cuyos nombres reclamaba el público en el acto, pero “no identifiqué para no conspirar contra el factor sorpresa y no recibir presiones extras”, justificó el ex líder comunitario.

“Cuando salimos ya estaba instalado en los zócalos de las pantallas que habíamos pedido disculpas; fue una clara operación de prensa que desmentí inmediatamente”, rescató.

“Kollmann nada le creía al Gobierno, pero eso sí”, deslizó Beraja con perspicacia.

“No sé por qué afirmó que me tenía cariño si siempre tuvimos una relación profesional, y me habría gustado que declarase delante mío (que le dije que la comunidad judía debía pedirle perdón a Menem porque le había hecho daño) y no cuando me había retirado porque tiene que ver con mi persona”, lo desafió.

Primera indagatoria de Galeano

El ex magistrado ya se había sentado en el banquillo de los acusados el 3 de septiembre del año pasado: en esa ocasión empezó a hablar, pero cuando el presidente del Tribunal Oral Federal Nº 2, Jorge Gorini, le preguntó si sus dichos implicaban que se prestaba a declarar, Galeano lo negó “por ahora”.

Entonces se leyeron sus indagatorias, la primera por escrito y las otras tres verbales, en las cuales deslindó toda responsabilidad en hechos ilícitos, defendió su actuación e insistió con que el pago de 400.000 dólares de la entonces Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) al imputado Carlos Telleldín, último poseedor conocido de la camioneta-bomba Trafic, para que acusara a un grupo de policías bonaerenses había sido una “operación de compra de información” de la cual no quiso ser ajeno, pero que éste había dicho la verdad, la misma que ya había adelantado a la prensa, su ex compañero de celda Jorge Damonte y la fallecida titular de la Cámara Federal, Luisa Riva Aramayo, entre otros.

El ex juez también negó haber extorsionado a los testigos Miriam Salinas y Gustavo Semorile, vinculados con Telleldín; justificó su investigación contra los ex policías bonaerenses acusados del atentado; y rechazó haber recibido órdenes de Menem, su hermano Munir o Corach para dejar de investigar al sospechoso empresario descendiente de sirios Alberto Jacinto Kanoore Edul.

En sus declaraciones anteriores fustigó especialmente al fallecido fiscal Alberto Nisman, a quien le achacó haber conocido la investigación que después cuestionó y actuar en virtud de “motivos políticos”; a su ex subsecretario Claudio Lifschitz, que lo denunció y a quien acusó de haber robado y vendido el video que lo mostraba negociando con Telleldín y de haber cobrado para mentir en el juicio anterior y escribir un libro, y lo vinculó con Memoria Activa porque compartían abogado, el extinto Pablo Jacoby; y a la entonces mandataria nacional, Cristina Fernández de Kirchner.

Sobre ésta, Galeano recordó que había recomendado que él se hiciera cargo también del atentado a la Embajada de Israel, pero después cambió de opinión al adscribir a la teoría de que la bomba estaba en un volquete y creerle ciegamente a Lifschitz, sobre todo para acusar a “su enemigo político”: Menem.

Transcurridos quince meses de debate, habrá que ver qué dice ahora y si responderá preguntas, y en tal caso, si las aceptará de todas las partes y el tribunal o solo de algunas de ellas o únicamente de su defensa.

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Entrevista con Marcos Aguinis: su nuevo libro y la amenaza del antisemitismo

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Agencia AJN.- Con sus 90 años, Marcos Aguinis acaba de publicar “Intimidades del Che”, una obra de ficción que explora la vida de Ernesto “Che” Guevara. En el marco de un ciclo de entrevistas conducido por Daniel Berliner, director de la Agencia AJN, el escritor reflexionó sobre su nuevo trabajo y sobre fuerte aumento del antisemitismo a nivel mundial.

“El 7 de octubre es un acontecimiento muy reciente. Y que aparentemente era imposible que ocurriera. Uno tiene que pensar que lo fundamental es que los judíos no nos convirtamos en fanáticos. Que no imitemos a nuestros enemigos. Y odian a Israel sin saber qué son los judíos. A muchos antisemitas se les pregunta ¿usted sabe dónde queda el río Jordán? Ni idea, responden. Nos encontramos con una fuerte ignorancia a la que tenemos que enfrentar mediante la paz, el diálogo, que lleve a que este enfrentamiento desaparezca. Al desaparecer este motivo de odio, desaparecerán otros motivos de odio”, destacó Aguinis.

“Es más fácil odiar que amar, y esto tiene que ser combatido. Y es combatido por las mentes más lúcidas. El antisemitismo que ahora se propaga en las universidades es algo que tiene poco a poco producir la vergüenza de los universitarios. No saben qué odian”, agregó.

La entrevista fue transmitida por Dnews en el ciclo “Diálogos”, una entrega semanal que propone un espacio de conversación inteligente, plural y comprometido con la actualidad.

En cada emisión, personalidades relevantes del ámbito político, social, cultural y comunitario se sientan a dialogar sobre los temas que marcan la agenda nacional e internacional.

“Hace unos años Jorge Fernández Díaz me tituló a mí ‘hombre del renacimiento’, porque quedó impresionado por la cantidad de actividad que hago. Según él, eso me hermanaba con la gente del renacimiento, que tenía varias profesiones y en todas ellas tuvo algún tipo de brillo”, expresó Aguinis al principio de la entrevista.

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Rafael Grossi: “El conflicto entre Israel e Irán está tomando una dimensión mucho más amplia”

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Agencia AJN.- El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, destacó que los ataques israelíes “en un primer momento fueron orientados exclusivamente a ciertas instalaciones nucleares y ahora el conflicto está tomando una dimensión mucho más amplia, incluyendo otros objetivos que no son nucleares”.

“La historia ha tomado un giro más dramático a partir del momento en que Israel, la semana pasada, inició una serie de ataques, que en un primer momento fueron orientados exclusivamente a ciertas instalaciones nucleares y ahora el conflicto está tomando una dimensión mucho más amplia, incluyendo otros objetivos que no son nucleares. La parte nuestra obviamente tiene que ver con las instalaciones nucleares y por eso ha habido una serie de reuniones en la Junta de Gobernadores del OIEA. El día viernes estuve hablando al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para informar a todos los países acerca de la situación y cuáles son los peligros que pueden derivarse”, afirmó Grossi en diálogo con el periodista Eduardo Feinmann en Radio Mitre.

-¿Hay riesgo químico cuando un misil ataca a una de estas plantas nucleares?

-Hay un riesgo nuclear en primer lugar, aunque también puede haber un riesgo químico. Trato de diferenciar las dos cosas. Hay distintas instalaciones. En estas instalaciones que tienen distintas funciones, algunas son para enriquecimiento de uranio, otras son para fabricación de combustible, otros son laboratorios. Y en esos lugares entonces lógicamente hay material nuclear. Si el material nuclear, a raíz de una explosión o del impacto de un proyectil de distinta naturaleza, es liberado al medio ambiente, puede haber entonces un impacto ambiental, como radiación en la atmósfera. Esto es lo que se está tratando de determinar. Por el momento, han sido muy graves, pero si usted quiere que nos detengamos en la cuestión de la radiación, han tenido un efecto muy limitado en ese aspecto, y no me refiero al impacto o a la destrucción que han causado, se han limitado a instalaciones que tenían una cantidad relativamente limitada de material nuclear y por eso la contaminación ha sido muy limitada al lugar donde se produjo el impacto. Esto es obviamente por el momento.

-¿Usted está al tanto de una planta nuclear que está bajo tierra que tienen los iraníes y que podría llegar a ser bombardeada por Trump?

-Sí, claro, la inspeccionamos, yo la he visitado particularmente. Hay fundamentalmente dos instalaciones en las que Irán justamente ha puesto material y equipo nuclear bajo tierra a raíz de ataques anteriores que han habido en Irán, de tipo sabotaje, nunca atribuidos a ningún país. Pero el hecho es que Irán había sufrido ya en alguna de sus instalaciones sabotajes internos o ataques con drones, entonces en ese momento los iraníes decidieron, hace dos o tres años, comenzar a poner bajo tierra ciertos equipos e instalaciones.

-Para la bomba atómica, la clave está en el uranio enriquecido. ¿A qué porcentaje ya lo tenían o lo tienen preparado los iraníes?

– Para tener un arma nuclear hace falta uranio enriquecido, también puede ser plutonio, pero en el caso de Irán, lo que ellos han estado acumulando es uranio enriquecido. El uranio tiene que estar enriquecido a un grado de 90% de un isotopo, que es una variedad de la partícula de uranio, al 90%, y ellos están acumulando al 60%. No han llegado a acumular al 90%, pero de querer hacerlo es un pasito más. Ellos tienen el material, y ese material sería suficiente para 6, 7, 8 armas nucleares, pero esto no quiere decir que tengan hoy un arma nuclear.

-Israel y Estados Unidos denuncian que estaban a punto de tener 15, y entonces hicieron ese ataque preventivo para que no las terminen de fabricar.

-Eso es lo que dicen ellos, correcto. Lo que nosotros decimos, es que es inquietante esto, lo hemos informado, hemos inclusive, tenido una evaluación bastante crítica con relación a la manera en que Irán nos respondía o nos daba información necesaria sobre este tema, que ha sido bastante fragmentaria, pero no podemos decir que hoy tenga un arma nuclear. Para eso hace falta más material.

-¿Esto usted lo habló con Trump y con Netanyahu?

-No directamente con ellos, pero con gente muy cercana a ellos, sí, muy cercana.

-¿Y usted cuando los iraníes, el Ayatolá o quien sea, le cuentan lo que tienen, usted les cree?

-En cuanto a lo que tienen, nosotros sabemos lo que tienen, el tema es lo que tienen y no sabemos. O lo que no informan, esto lo he estado denunciando mucho y hace tiempo en el sentido que Irán, siempre decían o dicen que ellos no tienen nada que ocultar. Entonces nosotros, como Organismo Internacional de Energía Atómica, les decimos a ellos, si no tienen nada que ocultar, entonces tienen que mostrarnos mucho más. Ellos siempre han evadido un poco esto y bueno, estamos en esta situación en la que estamos.

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