El profesor Aron Blachinsky, especialista en educación y en particular en educación judía laica, llegó a la Argentina invitado por la Escuela Scholem Aleijem para trabajar en forma intensiva con la Comisión Directiva y el plantel profesional de la institución, centrándose especialmente en el rol del judaísmo laico en el siglo XXI, la situación de la escuela hoy y propuestas de trabajo de cara al futuro.
El especialista recordó que la última vez que visitó la Argentina fue en 2003 cuando "había una crisis económica muy grande en el país y en la escuela, que influyó en los parámetros de trabajo en ella".
Luego, de cinco años, Blachinsky pudo evaluar que "la institución cambió radicalmente" y que "parece que la escuela es otra completamente distinta".
"Hoy en día esa crisis se superó, están en una situación de progreso y de adelanto en todos los campos de trabajo. Es de admirar ese progreso. Además, hay un aumento de los alumnos que es interesantísimo y emotivo", explicó el profesor.
Blachinsky agregó que por eso "hoy se pueden dar el gusto de trabajar sobre la ideología de la escuela, revalorizándola para adecuarla a los nuevos tiempos".
"Así como cambió el país, también cambió la idiosincrasia del pueblo judío dentro de esta comunidad y también hubo cambios en la forma de ver el judaísmo laico, y el Scholem Aleijem, como escuela también debe adaptarse, porque en ese ambiente también hubo cambios", explicó.
Para el profesor, en Scholem Aleijem "ahora hay un auge extraordinario y hay que canalizarlo a las nuevas circunstancias y nuevos parámetros ideológicos que caracterizan hoy al judaísmo laico".
Blachinsky, que nació en Argentina y se formó académica y profesionalmente en Israel, visitó el país en 1995 a pedido de la AMIA "para hacer un diagnóstico general de lo que acontecía en aquel entonces en todas las escuelas judías de la Argentina.
En ese momento, uno de los temas tratados por el experto fue el de la "excelencia educativa" en el contexto de que, "como las escuelas estaban en problemas porque acá había sucedido una tragedia terrible (el ataque terrorista a la AMIA), dejaron de concurrir alumnos de la colectividad a las escuelas por temor de atentados, entre otros problemas", explicó Blachinsky.
El proyecto, que el profesor evaluó como "exitoso", buscó dar una cierta solución diciendo que, para traer nuevamente a los niños judíos y convencer a los padres de que manden a sus chicos a la escuela, no era suficiente que haya seguridad sino que había que transformarlas en "escuelas de alta calidad educativa".
Con ese fin llegó Blachinsky con grupos de expertos israelíes que trajeron a la Argentina nuevos elementos de trabajo "para que las escuelas pudieran ser atractivas y elevaran el nivel educativo y de enseñanza de los profesores".
"En ese momento el programa tuvo muchísimo éxito, porque las escuelas siguieron existiendo, y lo hicieron en forma distinta a la que existía antes, con elementos nuevos de trabajo y con un adiestramiento profesional mucho más profundo de los maestros del contexto judío", explicó.
El experto señaló, en una entrevista con la Agencia Judía de Noticias (AJN), que vio "cambios rotundos" en la comunidad judía argentina en las últimas elecciones de la AMIA, ya que "la dirección de la colectividad, hoy no es la misma que hubo durante decenas de años antes".
“Eso implica redoblar los esfuerzos para sostener la filosofía de una escuela laica en un marco en donde la nueva dirección comunitaria intentará promover cambios dentro de las estructuras educacionales de la kehilá", agregó.
"Si la escuela funciona con una dirección general de la colectividad que es laica y pluralista, es una cosa y si funciona dentro de un ambiente donde la dirección de la AMIA es ortodoxa, es otra cosa", explicó Blachinsky.
Para el profesor, las escuelas judías como el Scholem Aleijem "tienen que revalorizar esa forma de sentir, vivir y transmitir el judaísmo desde el punto de vista laico, pero deben tener en cuenta que disminuirá fuertemente el apoyo ideológico y económico".
El catedrático sostuvo que "hoy la situación de la colectividad judía argentina es completamente distinta. En el mundo entero el pueblo judío está en un profundo cambio y  también en el Estado de Israel" y esa es una de las razones por la que llegó él al país para contestar a la pregunta: "¿Qué se hace para adaptar las escuelas judías a esos enormes cambios que acontecen en el pueblo judío?".
Blachinsky hoy trabaja en el campo de la educación en Israel, como director de un proyecto en la ciudad de Gan Yavne, cercana a Ashdod, en el cual un grupo de estadounidenses aportó dinero para realizar "cierta reforma educativa".
En relación a los avances educativos de Israel, el profesor señaló que el país podría servir como modelo principalmente en el aspecto metodológico de los trabajos didácticos dentro de los ambientes escolares en la Argentina, como por ejemplo en "alentar la individualización de la educación".
Aunque señaló que no sólo sería útil para los colegios judíos, sino para cualquier establecimiento educativo de la Argentina, ya que "las escuelas de Israel son nacionales y tienen que dar al alumno lo que cualquier escuela nacional en cualquier parte del país tiene que darle aparte de la cuestión judaica".
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