Agencia AJN.- Según se publicó esta semana, el Bank Hapoalim de Israel y su sucursal en Suiza, fueron las primeras instituciones bancarias que fueron nombradas en el escándalo de FIFA, más conocido como FIFA-gate, que fue investigado por las autoridades de los Estados Unidos y publicado por la agencia de noticias Associated Press, AP.

Esta semana llegaron a un acuerdo la directiva del banco israelí con la fiscalía federal de Brooklyn, por lo cual el banco aceptó a pagar una multa de 9,33 millones de dólares y a devolver 20,73 millones que fueron lavados por el banco en distintos sobornos realizados por varios dirigentes de la asociación del fútbol mundial.

Estos sobornos fueron realizados durante los años 2010 al 2015 por distintos bancos en Miami y en Suiza, donde se encuentra la sede del organismo mundial. El dinero lavado fue producto de sobornos debido a pagos por derechos de televisión otorgados a una sola compañía, Full Play Group, que recibió los derechos correspondientes a la Copa América para las ediciones de 2015, 2016, 2019 y 2023.

Eugenio Figueredo, ex-presidente de la Conmebol y de la Asociación Uruguaya de Fútbol y Luis Bedoya, ex-presidente de la Federación Colombiana, fueron unos de los acusados por ser parte del ejecutivo de la FIFA. Otros miembros famosos de la organización también se cree que recibieron sobornos, pero todavía no fueron formalmente acusados, como el ex-presidente Sepp Blatter y el ex-vicepresidente fallecido, Julio Grondona, ex- presidente de la Asociación del Fútbol Argentino.

El Banco Hapoalim y su filial llegaron a un acuerdo con el Departamento de Justicia y la Fiscalía de Nueva York para no enfrentar juicios en el futuro por los delitos admitidos en el acuerdo. William Sweeney, subdirector del FBI en Nueva York, dijo: «El Banco Hapoalim admitió que sus ejecutivos miraron para otro lado y dejaron que continúen las actividades ilícitas, incluso cuando sus empleados reportaron de esas actividades».

Ningún empleado del banco fue identificado por su nombre en el acuerdo. Full Play está controlada por los argentinos Hugo Jinkis y su hijo Mariano y ya fueron acusados formalmente en 2015 por primera vez. Los cargos contra ellos son de complot, fraude y lavado de dinero.

En otro acuerdo conseguido entre las autoridades federales de Manhattan y el mismo Bank Hapoalim y su filial suiza, el banco accedió a pagar 874 millones de dólares por otra trama para permitir a contribuyentes americanos a evadir impuestos por una suma de 7,600 millones de dólares por medio de 5,500 cuentas ficticias en bancos suizos e israelíes.