Agencia AJN.- Omar Yaghi, un bebé de tan solo ocho meses, murió ante la imposibilidad de viajar de Gaza a Israel para someterlo a una cirugía cardíaca que le hubiera salvado la vida después de que los funcionarios palestinos cortaron la coordinación.

La madre del bebé, Raneen, no ha podido hablar ni comer desde que perdió a su hijo la semana pasada, dijo su tío Mohammed Yaghi, según informó el portal de noticias Ynet.

Lo cierto es que el caso de Omar es uno de los tantos que afectan a varias familias que quedaron atrapadas en una disputa de alto nivel después de que la Autoridad Palestina finalizara el mes pasado la coordinación de seguridad con Israel en rechazo a los planes de anexar partes de Cisjordania.

La medida ha tenido un impacto dramático en decenas de palestinos tanto en Cisjordania como en Gaza que necesitan documentación israelí para acceder al tratamiento que no está disponible más cerca de casa.

«Se suponía que Omar debía someterse a una cirugía mayor el 24 de mayo, pero nos dijeron que nuestro viaje a Israel fue impedido porque se detuvo la coordinación», dijo el tío del bebé. Varias organizaciones de derechos humanos presionaron con éxito por una nueva fecha, pero el bebé murió el 18 de junio, solo tres días antes de la operación prevista.

Los dos millones de residentes de Gaza han vivido bajo un bloqueo israelí paralizante desde 2007, y los palestinos tienen que solicitar permisos de salida cada vez que deben salir del enclave. La rama militar de Israel responsable de los asuntos civiles en los territorios palestinos, COGAT, dijo que el cruce de Erez con Gaza está «listo y bien preparado» para facilitar las transferencias.

COGAT «sigue permitiendo, también en estos momentos, la entrada de residentes de la Franja de Gaza para recibir tratamiento médico que les salve la vida y en otros casos humanitarios», dijo un portavoz en un comunicado en inglés.

Omar Yaghi nació con problemas cardíacos complejos y comenzó el tratamiento en el Centro Médico Sheba de Israel cuando tenía solo un mes de vida. Al no poder regresar para la cirugía, el bebé sufrió insuficiencia cardíaca el miércoles y fue resucitado en un hospital de Gaza.

«Nos dijeron que la situación era muy grave», dijo Mohammed Yaghi, quien trató desesperadamente de organizar un traslado de emergencia a Israel mientras su sobrino fue puesto en un respirador. «A las 10:00 de la mañana, la dirección del hospital llamó y nos dijo que había muerto», relató.

El padre del niño, también llamado Omar, descubrió que su hijo no había sobrevivido mientras se dirigía al hospital. «Mi hermano quedó completamente destruido, especialmente cuando recibió el cuerpo de su hijo», dijo Mohammed Yaghi.

La organización Physicians for Human Rights Israel dijo que el bebé murió debido al retraso de la cirugía, que fue causado por el Comité de Asuntos Civiles de la Autoridad Palestina (AP) que finalizó su coordinación con Israel. «Los pacientes han descrito cómo las agencias palestinas encargadas de coordinar sus viajes con las autoridades israelíes dejaron de transferir su solicitud de permisos de salida por razones médicas», dijo la organización, que había ayudado a conseguir una nueva fecha de operación.

Haitham al-Hadra, del Ministerio de Salud palestino, que está a cargo de las transferencias médicas, dijo que seguía «categóricamente» comprometido con la decisión de la AP de dejar de trabajar con los israelíes. «Ni siquiera levantamos el teléfono ni contestamos correos electrónicos», indicó.

Según el funcionario de salud, desde la decisión de la Autoridad Palestina, algunos palestinos han accedido al tratamiento en Israel mediante la coordinación directa con las autoridades. Hadra dijo que la mayoría de los pacientes pueden recibir tratamiento dentro de los territorios palestinos. «El noventa y cinco por ciento de las afecciones médicas pueden tratarse en hospitales palestinos, ya sean gubernamentales o privados», dijo a la AFP.
Pero no todos pueden organizar sus propias transferencias o pagar un tratamiento costoso.

Hala al-Johari, de 58 años, no ha recibido su tratamiento contra la leucemia durante casi un mes y medio. Viviendo en Naplusa, en el norte de Cisjordania, Johari había viajado a Jerusalem durante los ocho meses anteriores para recibir tratamiento contra el cáncer en el Hospital Hadassah.

La Autoridad Palestina había estado cobrando la factura, pero sin su apoyo, no puede pagar los 290 dólares que cuesta la medicina diaria o los costos de transporte semanales.

Los pacientes con cáncer protestaron el miércoles frente a la oficina del gobierno palestino en la ciudad cisjordana de Ramallah, y días después Johari recibió buenas noticias. «Me llamaron ayer y me dijeron que habrá suficiente medicina por un mes», dijo.

Pero sin un final a la vista de la brecha entre los funcionarios palestinos e israelíes, Johari y otros pacientes no están seguros de cuándo llegarán al hospital. «Estoy en un mundo incierto, la falta de medicamentos me pone nervioso y me deja constantemente asustado», dijo Johari. «No quiero morir», agregó.