Agencia AJN.- A lo largo de su mandato, el presidente Reuven Rivlin ha hablado en muchas ceremonias conmemorativas, pero ninguna es conmovedora como la ceremonia anual de los soldados caídos de la nación cuyo lugar de entierro se desconoce, dijo el jueves el presidente. El dolor de la pérdida es más duro cuando uno no sabe dónde está enterrado un ser querido, dijo.

Hablando en el Salón del Recuerdo en el monte Herzl, donde el Primer Ministro Benjamín Netanyahu y el Ministro de Defensa Benny Gantz también enfatizaron el deber de Israel hacia los soldados caídos y sus familias, Rivlin tenía una razón más personal que en años anteriores para su asistencia. Muhammad (Qasem) Sayed Ahmad, el abuelo del agregado militar del presidente, Ala Abu Rukon, se encuentra entre los soldados de las FDI cuyas tumbas se desconocen.

Al señalar que la ceremonia fue anteriormente un lugar de reunión para los familiares de los soldados desaparecidos que se unieron en su dolor, Rivlin dijo que, lamentablemente, no se pudo realizar una reunión de este tipo este año debido a las restricciones del coronavirus.

“Es muy difícil realizar esta ceremonia sin ustedes y sin poder abrazarlos, como si por un momento, nosotros mismos sintiéramos algo del dolor que padecen cada año y que no tiene tregua”.

«El dolor de una familia en duelo es insoportable».

Se agrava no solo por la ausencia de una tumba, sino por el desconocimiento del destino de los seres queridos que perdieron.

Rivlin declaró que la tarea de encontrar soldados desaparecidos más allá de las fronteras de Israel y llevarlos a casa para el entierro era «un deber sagrado» hasta que el último regrese a casa vivo o muerto. “Ese es el contrato no escrito entre nosotros y ustedes, familias en duelo. No debemos violarlo bajo ninguna circunstancia».

Netanyahu instó a las familias en duelo a no perder nunca la esperanza.

Había perdido compañeros de armas durante la Guerra de Desgaste, dijo, y habían pasado muchas semanas antes de que los egipcios devolvieran sus cuerpos.

, dijo. «Somos responsables el uno del otro».

Netanyahu recordó que hace dos años, luego de una búsqueda intensiva de 37 años del sargento Zachary Baumel, quien había sido asesinado en junio de 1982 durante la Batalla del Sultán Yacoub, su cuerpo había sido devuelto al Estado. Dijo que esto era el resultado de la relación especial que tiene con el presidente ruso Vladimir Putin, quien tiene una influencia considerable con los sirios que controlaban esa parte del Líbano donde fue enterrado Baumel. La familia Baumel ahora tiene una tumba para visitar, dijo el primer ministro, y agregó que tenía la esperanza de que las familias de Zvi Feldman y Yehuda Katz, quienes también murieron en la Batalla del Sultán Yacoub, algún día puedan visitar sus tumbas también.

Gantz dijo que se están logrando algunos avances para honrar a los soldados que combatieron en el Líbano. Recordó su propia experiencia inicial en el Líbano como soldado de 19 años en la Operación Litani, pocos días después de que 11 terroristas de la OLP se infiltraran en Israel desde el mar. Él y sus camaradas habían sido abordados por dos terroristas a los que habían logrado eliminar. Ese fue el comienzo de sus 22 años de servicio en el Líbano.

Le complació respaldar la decisión del Jefe de Estado Mayor de las FDI, Aviv Kochavi, de otorgar una condecoración especial a todos los soldados (incluidos los soldados desaparecidos) que habían servido en el Líbano, en reconocimiento a su servicio al Estado. «Es correcto para ellos», dijo Gantz. «Es correcto para toda una generación».