Agencia AJN.- Andrés Barrios, politólogo y magíster en Defensa y Seguridad Nacional, es un colombiano apasionado por el gobierno y la transformación. En diálogo con AJN y en medio de su visita a Israel, afirmó: “Me sentí seguro como en mi casa en este maravilloso país”.

La inseguridad es un fenómeno que se enfrenta con estrategias integrales. El curso de Policía y Comunidad de MASHAV (Agencia de Cooperación Internacional de Israel) en el Instituto Internacional para el Liderazgo ofrece becas a especialistas latinoamericanos para que puedan aprender ideas y conocimiento que luego podrán aplicar en sus países en Latinoamérica.

Desde Colombia, Barrios viajó a Israel y pudo aprovechar la experiencia para comprender mejor la realidad y despojarse de estigmas y prejuicios, además aseguró llevarse “ideas y una caja de herramientas para implementar” en su país.

-¿Cómo surge la oportunidad de viajar a Israel?
Fue a través de una conversación con un amigo israelí en Bogotá, me habló acerca de MASHAV y como este ofrecía algunos cursos internacionales en diferentes temáticas entré a la página web y vi un curso sobre la temática que me interesa, la seguridad. El curso «Policía y Comunidad» en el Instituto Internacional para el Liderazgo.

-¿De qué trata el curso?
Busca concientizar a la ciudadanía y a la policía de la importancia de trabajar conjuntamente para alcanzar el máximo beneficio por medio de clases, talleres y visitas de campo. El curso busca presentar el modelo de policía comunitaria implementado en Israel y que, a partir de allí, los integrantes del curso comprendamos la importancia de la cooperación y las alianzas. También es una oportunidad genial para conocer policías y actores sociales de distintos países de América Latina.

-¿Pudo dimensionar la tecnología en Israel?
Una cosa es leer de las empresas y otra es verlas. En una salida a terreno visitamos una ciudad relativamente pequeña, Yeruham, en la que hay presencia de empresas dedicadas a innovar y traer desarrollo tecnológico en distintos campos, Mindset en educación. Quedé impactado en una conversación con el alcalde Michael Biton en la cual nos mostró cómo jóvenes de la ciudad son preparados e instruidos en robótica y esto les permite viajar a otros lugares del mundo a compartir su experiencia.

-Pese a que Israel es un país en conflicto, ¿pudo sentirse seguro?
Me sentí como en casa en este maravilloso país. Entiendo perfectamente como los estigmas y prejuicios ocultan la realidad. Israel es un país altamente desarrollado, pujante y seguro. Las tazas de homicidio y robos en países latinoamericanos deberían hacernos sentir inseguros e incluso sin un conflicto tan marcado como el que se vive en Israel.

–¿Considera que algo de todo lo visto y aprendido podría aplicarse en Colombia?
Por supuesto, partiendo del entendimiento de que múltiples factores son diferentes en cada contexto, creo que me llevo una serie de ideas y una caja de herramientas que voy a buscar implementar en Colombia, a nivel de la juventud. En Israel hay más de 300 mil jóvenes vinculados a distintos movimientos y organizaciones, y para ellos es un gran ejemplo en seguridad y convivencia. Para Colombia, pensaba en qué pasaría con los 12 millones de jóvenes que podríamos convertirnos en un instrumento y una fuerza de transformación social. Puede aplicarse en Colombia y hay varias ideas que me llevo.

-¿Podría recomendar esta experiencia a sus compañeros en su regreso a Colombia?
Ya empecé a recomendar a través de llamadas y redes sociales, además tengo muchas ganas de ir a Colombia y compartirles esto. Siento una gran responsabilidad de ser un transmisor del conocimiento y la experiencia que adquirí en Israel.

-¿Cree que este tipo de viajes debería tomarse de ejemplo en el resto de Latinoamérica?
Es una experiencia enriquecedora para cualquier persona que vaya desde un país de Latinoamérica. Creo que estas visitas permiten abrir los ojos. Definitivamente va a ser un privilegio y una gran bendición que otras personas puedan recibir el curso.