Agencia AJN.- Con la economía completamente paralizada y la tasa de desempleo creciendo a un ritmo galopante, el mayor desafío que enfrentan las naciones afectadas por el virus es cómo retomar la senda de crecimiento económico y cómo mitigar los efectos de las crisis desatadas por la pandemia. En ese contexto, el Parlamento israelí ha creado un comité que evalúa la mejor «estrategia de salida» que permitirá superar los golpes y piensa en el día después del coronavirus: cómo evitar una recesión económica intensa y cómo reanudar la actividad en poco tiempo.

El destacado empresario tecnológico israelí Amnon Shashua, director general de Mobileye y vicepresidente senior de Intel Corporation, se reunió con el comité de la Knesset (Parlamento) y expuso los principales lineamientos de este plan. El esquema de Shashua, cofundador de la empresa con sede en Jerusalem que construye tecnologías de asistencia visual para vehículos autónomos que fue vendida a Intel por 15.000 millones de dólares en 2017, incluye medidas para sacar lentamente a parte de la población de sus cuarentenas y reabrir negocios lo antes posible.

El plan fue publicado por primera vez la semana pasada en la plataforma online Medium, en un post llamado, «¿Podemos contener el COVID-19 sin bloquear la economía?». El posteo fue escrito por Shai Shalev-Shwartz, profesor de informática de la Universidad Hebrea de Jerusalem y director técnico de Mobileye.

«Creo que nuestro mensaje de que ‘se requiere una estrategia de salida’ fue bien escuchado, y la reacción del enfoque propuesto fue en general positiva,» dijo el Prof. Shalev-Shwartz a NoCamels. «La reacción inicial de los responsables de la toma de decisiones fue buena. Ahora es el momento de planificar los próximos pasos, y creo que la estrategia debe ser transparente», continuó.

Shashua y Shalev-Shwartz proponen una estrategia de salida basada en la división de la población en grupos de alto y bajo riesgo y la puesta en cuarentena de los primeros. «Poner en cuarentena a la población de alto riesgo y liberar gradualmente a la población de bajo riesgo para lograr una inmunidad controlada de esa población», plantean en el post. «La fase controlada está diseñada para permitir al sistema de salud hacer frente al número previsto de casos graves», dice el artículo.

Según ambos, cualquier persona de 67 años o más, «que represente al segmento jubilado de la sociedad», se considera parte del grupo de alto riesgo. El grupo de bajo riesgo es «el resto de la sociedad, que retoma su rutina diaria mientras sigue ciertos protocolos de distanciamiento que tienen por objeto frenar la propagación».

Aunque el grupo de alto riesgo tendría que estar en cuarentena durante un período de tiempo más largo -a medida que el grupo de bajo riesgo alcance un nivel de «inmunidad de rebaño»- la economía podría permanecer en gran medida intacta, escribieron. Es cuando se alcanza esta inmunidad que la población de alto riesgo puede ser liberada «gradualmente» de la cuarentena.

El profesor Shalev-Shwartz aseguró a NoCamels que la implementación de la estrategia podría hacer que la población de bajo riesgo volviera a la normalidad «inmediatamente». «Estimamos que la inmunidad de la comunidad se desarrollará en aproximadamente un mes. Una vez que esto ocurra, la población de alto riesgo también podrá volver a la normalidad», dijo.

Shashua dijo al diario financiero israelí Calcalist que la ejecución de esta estrategia podría hacer que la economía funcione y que la mayoría de la población salga del aislamiento en tan sólo tres meses. «Por otro lado, vamos a tener tres meses difíciles, que el país dará subvenciones para que la economía no se derrumbe, pero después de eso, todo habrá terminado, la gente podrá aceptarlo», dijo.

Según el post, la cuestión sería entonces cómo gestionar la liberación de la población de la cuarentena para no abrumar al sistema de salud. «Habrá algunos casos graves de la población de ‘bajo riesgo’ y también, desafortunadamente, algunas muertes», dijo Shalev-Shwartz. «Para mitigar el riesgo, proponemos un estudio cuidadoso que limite el número de casos graves y garantice que el sistema de salud no se colapse», explicó.

Utilizando metodologías matemáticas y estadísticas, la dupla se propuso demostrar que el riesgo no es mayor que otros factores de riesgo mortal, como los accidentes automovilísticos. «No cerramos la población debido a los accidentes, aunque algunas personas resulten heridas», agregó Shalev-Shwartz.

«El propósito de las matemáticas es responder a la siguiente pregunta simple: si nuestro método se aplicara, ¿cuál sería, en el peor de los escenarios, el número de casos graves en el grupo de «bajo riesgo»? Si el resultado es un número que el sistema de salud puede contener, entonces estamos seguros», dice.

La tasa de desempleo de Israel sube al 24,1%

Casi uno de cada cuatro israelíes están ahora sin trabajo, según una actualización publicada por The Times of Israel el miércoles citando cifras oficiales. Israel tiene ahora más de un millón de desempleados, con la gran mayoría de ellos despedidos en el último mes.

Desde principios de marzo, a medida que los casos de coronavirus aumentaron y el gobierno tomó medidas para poner en cuarentena a la población, un total de 843.945 personas se han registrado para recibir beneficios de desempleo, con el 90 por ciento de ellos con licencia no remunerada.

El director general del Servicio de Empleo, Rami Garor, dijo que estima que alrededor del 20 por ciento de los nuevos desempleados no volverán a tener trabajo cuando se levanten las medidas. Las escuelas y universidades están cerradas al menos hasta después de las vacaciones de la Pascua, y no se sabe cuánto tiempo estará en vigor el bloqueo.

«Hay varios problemas con la solución de cierre total», sostuvo Shalev-Shwartz. «¿Cuál es el horizonte de tiempo? ¿Realmente creemos que la gente podrá permanecer en cuarentena durante un año y medio? Creo que no es realista».

«Si abrimos la cuarentena cuando la ‘curva se aplane’, pero sin que la población desarrolle inmunidad de manada, es muy probable que la pandemia estalle de nuevo. ¿Y entonces qué? ¿Entraremos y saldremos de la cuarentena durante un año y medio? ¿Qué pasará con la economía? ¿Qué pasará con el sistema de salud si se encuentra en una emergencia permanente durante mucho tiempo?», plantea.