Agencia AJN.- Apenas unos días después del inicio del tercer cierre nacional de Israel, el Ministerio de Salud planea recomendar al gobierno de Israel que imponga restricciones adicionales en las escuelas, los lugares de trabajo y en el tráfico, ya que las tasas de infección por coronavirus siguen aumentando, dijo su director general el jueves.

Chezy Levy, hablando en una sesión informativa virtual para la prensa, dijo que creía que el actual cierre nacional probablemente no era efectivo y que los funcionarios de salud planeaban llevar a cabo una reevaluación de las restricciones actuales. «Estamos monitoreando el aumento de todos los índices y planeando más medidas que tal vez debamos tomar para reducir la morbilidad, en primer lugar endureciendo el cierre», advirtió Levy.

Dijo que el ministerio estaba considerando «reducir el número de estudiantes, reducir el tráfico y el número de empleados» permitidos en las oficinas. «Estamos examinando las tasas de infección y preparando estos pasos para presentarlos [al gobierno] si es necesario», dijo.

Israel entró en el nuevo cierre, el tercero desde el comienzo de la pandemia, el domingo por la tarde. Aunque se fijó para un período de dos semanas con opción a extenderse, los funcionarios de salud ya han advertido que probablemente se prolongará durante un mes.

Las actuales normas de cierre prohíben a los israelíes entrar en el hogar de otra persona, restringen la circulación a un kilómetro del hogar, con excepciones, como en el caso de las vacunas; imponen un cierre total en el comercio (excepto para los artículos de primera necesidad), el ocio y el entretenimiento; limitan el transporte público al 50% de su capacidad; y limitan a la mitad la capacidad de los lugares de trabajo que no tratan con clientes cara a cara. La mayoría de las escuelas, sin embargo, permanecen abiertas.

Las autoridades sanitarias creen que hay demasiado movimiento y tráfico varios días después del nuevo cierre, y temen que la alta morbilidad supere la eficacia de las vacunas. «Si continuamos a este ritmo de morbilidad y no lo reducimos, duplicaremos el número de pacientes graves, y llegaremos a la insuficiencia hospitalaria, por lo que sí, creemos que tal vez tengamos que imponer más restricciones», dijo Levy.

Actualmente hay 43.615 casos de coronavirus activos en el país, de los cuales 679 están en estado grave, con 165 en respiradores, dijo el Ministerio de Salud el jueves por la noche. Desde el comienzo del brote del virus en el país a principios de este año, 423.262 israelíes han dado positivo para el virus.

Las cifras del Ministerio de Salud mostraron que el miércoles se diagnosticaron 5.809 nuevos casos de virus, un ligero descenso con respecto a los dos días anteriores, pero que sigue siendo el tercer recuento diario más alto desde principios de octubre.

De los 95.125 resultados de las pruebas de virus que se recibieron durante el día, el 5,7% fueron positivos. Levy dijo que los resultados del jueves ya mostraban una tasa de positividad del 6,2%.

Hablando con la emisora pública Kan, el ministro de Salud Yuli Edelstein dijo que las restricciones actuales no son suficientes.

«No sé de ningún cierre en el Estado de Israel», dijo Edelstein. «Fuimos al gabinete con una propuesta y salió una mezcla de restricciones sin sentido», argumentó.

En una conferencia virtual organizada por la Universidad Ariel, el zar del coronavirus Nachman Ash admitió que el actual cierre «no es tan efectivo como los anteriores». Dijo que apoyaba la extensión de las restricciones más allá de dos semanas.

Además, Ash sugirió que con la campaña de vacunación acelerada de Israel, sin embargo, «tal vez este verano volvamos a la rutina… Esperamos poder vacunar a la mayoría de la población para entonces».

Levy, en su sesión informativa a los periodistas, predijo que la vacunación del público general comenzará en febrero. Sin embargo, más tarde, en una entrevista con el Canal 12, dijo que los menores de 60 años podrían empezar a ser inoculados tan pronto como la próxima semana.

La campaña de vacunación masiva comenzó a principios de la semana pasada y hasta ahora se ha centrado en los trabajadores de la salud, los mayores de 60 años y los grupos de riesgo. También se están añadiendo profesores a la lista.

Israel utiliza actualmente la vacuna Pfizer, que requiere dos inyecciones, que se extienden con unas pocas semanas de diferencia. Aunque todavía no están disponibles para el público en general, los centros de vacunación también han estado abriendo sus puertas a todos los que llegan al final de cada día en un esfuerzo por asegurarse de que las unidades de vacunas disponibles para su uso inmediato no se desperdicien. Hasta ahora, alrededor del 30% de los mayores de 60 años se han vacunado por primera vez, según las cifras del Ministerio de Salud.

Sin embargo, la escasez de inyecciones significa que el ministerio podría verse obligado a pausar la campaña durante dos semanas en enero.

El jueves fue el segundo día consecutivo en que las vacunas diarias superaron la marca de 150.000, que el gobierno estableció como objetivo para esta semana.