Agencia AJN.- La jefa de Salud Pública de Israel, la profesora Sigal Sadetsky, renunció al cargo al tiempo que advirtió que el país espera meses difíciles e incluso trágicos, ya que según se interpretación el manejo de la segunda ola de coronavirus está plagado de decisiones frívolas, sin fundamento y populistas.

En una carta de renuncia enviada al director general del Ministerio de Salud, Chezy Levy, Sadetsky acusó al gobierno de «tomar decisiones frívolas y sin fundamento, sin considerar sus implicaciones de salud pública generalizadas ya largo plazo», destacó el diario The Jerusalem Post.

En momentos que Israel enfrenta un fuerte repunte en el caso de contagios por COVID-19, la profesora Sadetsky abandonó el gobierno y cargó cuestionó la rápida reapertura de la economía después de la primera ola de pandemia, al tiempo que se quejó porque sus opiniones y consejos fueron ignorados cuando Israel vio aumentar la infección.

La renuncia de Sadetsky puso al descubierto el cortocircuito entre la autoridad política y los profesionales de la salud. Incluso, el ministro de Salud, Yuli Edelstein, quien se enteró de la renuncia de Sadetzki durante una entrevista con Ynet, dijo que «no sabía de ninguna carta».

«Nuestros logros durante la primera ola desaparecieron después de la reapertura amplia y rápida de la economía», afirmó Sadetzki. «La transición después de la primera ola fue más amplia y más apresurada que en otras naciones occidentales», agregó.

«El tratamiento del virus y la forma en que se tomaron las decisiones cambiaron fundamentalmente, lo que resultó en un fuerte aumento de la morbilidad», sostuvo la profesora en su misiva. «Debido a esto, desafortunadamente, una negación severa proliferó con respecto al nivel de morbilidad y las consecuencias de la toma de decisiones con respecto al virus», explicó.

En el documento, la funcionaria renunciante señaló que «si bien las declaraciones públicas dijeron que las decisiones e iniciativas cambiarían de acuerdo con su efecto en el público en general, en realidad, la reapertura de la economía se realizó con un fuerte acortamiento de los horarios y sin ninguna ‘medida de precaución’, a pesar de los datos que muestran que la situación está empeorando». «Solo el fin de semana pasado, en mi opinión, comenzaron a escucharse murmullos acerca de iniciar medidas restrictivas que se hicieron muy poco y demasiado tarde», escribió.

Pese al pronóstico sombrío sobre el futuro de Israel en la pandemia, la profesora expresó que espera sus proyecciones sobre la morbilidad nacional por el virus «sean falsas». «Espero estar equivocada. La primera ola se caracterizó por un liderazgo profesional y ético, que se centró en la vida humana por encima de cualquier otra cosa. Mi sensación es que a medida que pasó el tiempo, nos alejamos de una respuesta profesional y proactiva a los eventos, reaccionando tardíamente a la realidad», dijo.

«Los resultados de este cambio son muy evidentes», dijo. «La experiencia global con epidemias muestra que abstenerse de tomar decisiones difíciles porque los legisladores y los expertos se preocupan por las consecuencias eventualmente nos lastima diez veces. Durante semanas, el manejo del virus ha perdido la dirección. A pesar de las advertencias y debates sistemáticos, estamos viendo que la ventana de oportunidades se cierra más rápido», indicó.

«Debido a esto, y dado que mis consejos y opiniones sobre el asunto fueron ignorados, ya no soy capaz de ayudar efectivamente a detener la propagación del virus», concluye el mensaje.

La salida de Sadetsky se produjo en momentos que el Centro Nacional de Información y Conocimiento sobre Coronavirus y el Ministerio de Salud informaron que hubo 1.057 nuevos casos de coronavirus en 24 horas, y la tasa de contagio supera por segunda vez en una semana la barrera de los mil.

En las últimas 24 horas, dos israelíes murieron a causa del COVID-19, lo que elevó la cifra nacional de muertes del patógeno a 338.

Entre los 12.717 pacientes que actualmente luchan contra el virus, 86 se encuentran en estado grave, de los cuales 36 son asistidos con ventilación artificial. El Ministerio de Salud informó que el lunes se realizaron 23,046 pruebas de coronavirus.

Desde el inicio de la pandemia en el país, 31.186 israelíes han dado positivo por coronavirus y al menos 18.131 pacientes se han recuperado hasta el momento.

La Knesset aprobó una ley en las primeras horas del martes para acortar el proceso legislativo y evitar la necesidad de aprobación parlamentaria sobre las decisiones que rodean las restricciones de coronavirus recientemente implementadas.

La legislación otorga al gobierno la autoridad para declarar un estado de emergencia debido a la pandemia y hacer cambios a las restricciones de coronavirus, y solo entonces solicitar la aprobación de la Knesset.